martes, 19 de marzo de 2019

CAMBIO CLIMÁTICO Y CRECIMIENTO ECONÓMICO

El crecimiento económico tiende a aumentar el impacto de los seres humanos sobre el medio ambiente. Aunque en las últimas décadas ha habido algunas medidas que han tenido éxito medioambiental, existe una preocupación generalizada por los impactos del crecimiento económico continuado sobre el medio ambiente de la Tierra en su conjunto

Una de las herencias envenenadas que vamos a dejar a nuestros hijos y nietos es el cambio climático, una consecuencia del calentamiento global, que es el aumento de la temperatura del planeta debido a las emisiones de gases de efecto invernadero (dióxido de carbono, oxido de nitrógeno, metano y otros) a la atmósfera.

El efecto invernadero es un proceso natural que permite a la Tierra mantener las condiciones precisas para que exista vida, reteniendo el calor del sol. En caso contrario, la temperatura media del planeta sería de 18ºC bajo cero. Pero cuando retiene más calor del necesario, a consecuencia de los gases emitidos por las actividades de los seres humanos, la temperatura media aumenta (calentamiento global)

Las temperaturas en las ciudades españolas han venido subiendo en las últimas décadas. En los 30 años más recientes, la temperatura media de las capitales de provincia ha crecido en 1ºC. En las capitales donde los datos permiten remontarse más atrás, como Barcelona y Madrid, el incremento ha estado por encima de los 2ºC, más del doble de la media mundial,

Según el Observatorio de Sostenibilidad, ha habido un aumento medio de la temperatura urbana de España desde 15,10ºC del lustro 1988-1992 a los 16,06ºC del período 2014-2018. El calentamiento ha sido mayor en la zona mediterránea. Las 10 ciudades donde más ha subido la temperatura están en la parte este y sur del país.

El aumento global de la temperatura pone en peligro la supervivencia de la fauna y la flora de la Tierra, incluido el ser humano. El cambio climático provoca el derretimiento de la masa de hielo en los polos, que trae como consecuencia el aumento del nivel del mar, lo que produce inundaciones y amenaza los litorales costeros.

En el siguiente gráfico podemos observar el acelerado deshielo de los mares del ártico debido al calentamiento global



El cambio climático aumenta la aparición de fenómenos meteorológicos más violentos, tales como sequías, deforestación e incendios, así como la aparición de refugiados climáticos (migraciones masivas) y la destrucción de recursos económicos.

Se considera al cambio climático como la mayor amenaza para la salud mundial de este siglo. El riesgo es alto para la salud actual y futura de la población de todo el mundo. Las olas de calor afectan a la capacidad laboral, amenazan la seguridad alimentaria y aumentan la transmisión de enfermedades como el denge, el paludismo y el cólera.

Los economistas vienen a afirmar que es posible continuar con el crecimiento económico a largo plazo mientras se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero, utilizando fuentes de energía no fósiles, como la eólica, la solar o la nuclear, sin que afecte mucho al crecimiento del PIB real per cápita.

El mayor problema es la falta de incentivos para aplicar los cambios necesarios, porque la contaminación es una externalidad negativa, un coste que unas empresas e individuos imponen a otros sin tener que ofrecerles compensación. Hace falta una intervención pública para imponer una regulación que haga frente al cambio climático. Puede ser un impuesto sobre la cantidad de dióxido de carbono emitido, o bien, un sistema de topes máximos y derechos de emisión, con un límite global y compra de licencia por las empresas que los emitan.

Como el impacto de los gases de efecto invernadero sobre el clima es gradual, las emisiones actuales a la atmósfera no tendrán su efecto total sobre el clima hasta dentro de algunas generaciones, lo cual implica que es necesario llegar a un acuerdo entre nosotros para aceptar vivir ahora peor a cambio de que vivan mejor las siguientes generaciones.









martes, 12 de marzo de 2019

POBREZA PERSISTENTE

Se pueden observar dos posiciones sobre la pobreza. Según algunos analistas, en el mundo existe igualdad de oportunidades y la pobreza obedece a un nivel de partida bajo económico y educativo de parte de la población, que irá desapareciendo con el tiempo.

Otro colectivo estima que el nivel de partida bajo condiciona las oportunidades, por lo que la pobreza no va desaparecer si no intervienen los Estados con políticas eficaces contra ella.

Hay que reconoce que la pobreza se ha reducido en el último siglo y medio, como consecuencia del desarrollo económico, pero están surgiendo algunas inquietudes en los organismos internacionales debido a que el ritmo de disminución es lento. Se teme que, si esta tendencia continúa, no se alcance la meta recogida en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de poner fin a la pobreza extrema para 2030. Resulta engañoso esperar que desaparezca únicamente con el crecimiento económico.

Merece la pena comentar dos experiencias de abordaje de la pobreza persistente a través de políticas sociales: una de ellas en la ciudad de Barcelona, en base a la renta mínima, y la otra en una aldea de Bangladesh.

Con un alcance más limitado que la renta básica universal, un planteamiento siempre debatido, el Ayuntamiento de Barcelona está realizando una prueba piloto con 1.000 familias de los 10 barrios más pobres de la ciudad. Es un ensayo financiado en un 80% con fondos europeos. El objetivo es “pasar del asistencialismo al empoderamiento”, transmitiendo confianza a las personas.

Al recibir la ayuda ciudadana, que alcanza una media de 568 euros al mes (entre 100 y 1.600 euros, en función de la composición de cada unidad familiar y de lo que paguen por vivienda), muchas personas, especialmente mujeres, comienzan a relacionarse con su entorno y se está consiguiendo que mejore la dimensión comunitaria.

Se ha podido observar que desaparece el estrés de las familias por llegar a fin de mes y los empleados de servicios sociales pueden trabajar con ellas sobre materias como la formación laboral, la salud, la educación y la organización familiar. No cabe duda de que asegurar un mínimo de ingresos mejora la capacidad de tomar decisiones y las familias pueden pensar en el futuro con más calma.

Este proyecto de innovación social, que trata de dotar a los hogares de seguridad, libertad y mayor responsabilidad, palancas para superar la pobreza, será evaluado por cuatro institutos de investigación de varios países, que medirán su eficacia.

La segunda experiencia para salir de la pobreza persistente fue presentada por la economista italiana Oriana Bandiera en la Universidad de Barcelona. Planteó que, al analizar la realidad social, se observan dos situaciones de extrema pobreza. En una, se ha concedido a la familia el capital que necesita para llevar a cabo determinada actividad. Con esfuerzo, se consiguen rendimientos de la inversión, con lo que la familia va mejorando sus ingresos.

Pero en una segunda situación, la financiación recibida no ha sido suficiente para adquirir los medios productivos que requería la actividad a emprender, con lo que ha ido agotándose la ayuda recibida y se vuelve a la situación inicial. En este caso, las familias pobres no mejoran su situación. La pobreza es persistente.

La economista presentó los resultados del ensayo realizado en Bangladesh en cooperación con la ONG Brac. Se concedió a unas familias (a las esposas) una vaca, un activo que en Bangladesh tiene el valor equivalente a los ingresos medios anuales de una familia, para comprobar si ese capital servía para sacar a las familias de la pobreza.

Valorando los bienes de las familias en 2007 y 2011 se pudo observar que, independientemente de sus activos iniciales, la vaca sirvió para ir mejorando los ingresos de las familias. En cambio, en las familias que el capital inicial transferido no les permitía realizar la inversión, volvían al punto de partida al cabo de cuatro años.

Se puede constatar que, en presencia de individivisibilidades (una vaca viva no puede dividirse), existe un umbral mínimo en la inversión de capital inicial para que las familias vayan mejorando su situación, el impulso inicial necesario que conocen por experiencia muchas organizaciones de ayuda al desarrollo económico.










martes, 5 de marzo de 2019

TENSIONES PROTECCIONISTAS

El debate sobre librecambio y proteccionismo ha sido permanente en la historia económica. Los librecambistas están convencidos de que eliminar las barreras comerciales mejora el nivel de vida de los países, en tanto que los proteccionistas entienden que los aranceles y las cuotas de importación son necesarias para el desarrollo económico.


Las guerras comerciales, en las que se utilizan como armas las barreras arancelarias, son tan antiguas como el comercio internacional y siguen teniendo importantes consecuencias en las economías de los países.

Desde la crisis financiera de 2008, a pesar de la retórica librecambista, muchos países desarrollados vuelven a utilizar instrumentos proteccionistas. Es el caso de la Administración norteamericana, que ha tomado un sesgo proteccionista bajo la presidencia de Donald Trump, quien declaró “soy un hombre de aranceles”.

El 18 de mayo termina el plazo para que EE.UU. decida si aumenta al 25% los aranceles para la industria del automóvil europea, en base a un informe del Departamento de Comercio norteamericano sobre la amenaza que suponen las importaciones para la seguridad nacional estadounidense.

Algunos analistas temen que, además de un golpe para el sector del automóvil europeo, el aumento de las tasas arancelarias pueda afectar a todo el mundo. Las importaciones de vehículos europeos, que actualmente se gravan un 2,5%, subirían al 25%, aunque podrían quedar en el 10%, el arancel que ahora grava la Unión Europea a los automóviles procedentes de EE.UU.

La Unión Europea es la principal potencia exportadora de vehículos, por delante de EE.UU., país al que vendió el 29,3% de sus exportaciones en 2017. En el mismo año, la Unión Europea tuvo un superavit comercial en el sector de 90.000 millones de euros

Los nuevos aranceles estadounidenses harán volver al país al nivel que estuvieron en 1970, tal como podemos apreciar en el siguiente gráfico:


A finales del siglo XIX, los aranceles representaban en torno al 30% del valor total de las importaciones de EE.UU. Era la época en la que el país intentaba reducir la entrada de bienes extranjeros a fin de no entorpecer el incipiente desarrollo de su sector industrial. La tarifa promedio se situaba en 6,5% en 1970 y cayó al 1,5% en 2016, nivel mínimo alcanzado.

La incertidumbre arancelaria ha afectado a las exportaciones alemanas, que suponen un 50% de su PIB y, por tanto, a la industria alemana, que representa el 30% del PIB. No cabe duda de que incidirá también en las exportaciones de España a Alemania, que suponen el 10,7% de las ventas al exterior. Dado que Alemania representa la tercer parte de la economía de la Eurozona, su ralentización prolongada tendría un efecto generalizado debido a la alta integración comercial y al peso de las cadenas de valor en Europa.

La paradoja que se puede observar es que muchos países desarrollados que ahora son partidarios del librecambio consiguieron su desarrollo precisamente aplicando políticas proteccionistas. Estos países están aplicando ahora la técnica conocida como “patear la escalera”: utilizar la protección cuando querían iniciar su desarrollo y ahora no permitir que la usen otros países que se esfuerzan también por lograr su despegue económico.





















martes, 26 de febrero de 2019

PARADOJA DE LA ABUNDANCIA

Se puede constatar que algunos países con abundancia en recursos naturales no consiguen que avance su economía, como México, Guinea Ecuatorial y Brasil. En cambio, otras naciones, como Japón o Suiza, han logrado altas tasas de crecimiento económico, a pesar de su carencia de recursos brindados por la naturaleza.


Esta paradoja da pie a la denominada “maldición de los recursos naturales”. En muchas ocasiones, la abundancia de bienes naturales tiende a dificultar la mejora de factores importantes para el desarrollo económico, como el capital humano, la inversión, la investigación y desarrollo y las instituciones de gobierno.

No cabe duda de que los recursos naturales son una fuente importante de riqueza para los países, pero la experiencia demuestra que no son suficientes ni estrictamente necesarias para la prosperidad económica y el progreso. Algunos de los países más ricos del mundo (Hong Kong, Luxemburgo, Singapur) no deben su situación económica a la naturaleza, y otros (EE.UU , Reino Unido) se apoyaron en ella en el pasado, pero hoy día no constituye la fuente principal en la generación de sus rentas.

Uno de los argumentos que se utilizan para justificar la “maldición de los recursos naturales” es la volatilidad de los precios de los commodities (materias primas), que alteran algunas de las variables claves en una economía, provocando el aumento de la incertidumbre, que puede desalentar la inversión

Se ha podido constatar que, en un período de bonanza de las materias primas, con incremento de precios y aumento las exportaciones, puede darse una apreciación del tipo de cambio real de la moneda del país, provocándo en la economía la llamada “enfermedad holandesa”.


La expresión surgió en los años 1960, cuando los ingresos de divisas en Holanda aumentaron a consecuencia del descubrimiento de yacimientos de gas natural cerca del Mar del Norte. La moneda holandesa se apreció notablemente y perjudicó la competitividad internacional de los productos no energéticos exportados por el país.

En el siguiente gráfico, publicado en El Mundo hace unos años, podemos observar que, en un promedio de 146 Estados, cuando la aportación de los recursos naturales al PIB sube un 7%, la calidad de la democracia del país, en una escala de 1 a 10, desciende en 1 punto (10%)



La abundancia de recursos naturales afecta en muchos casos también a la calidad democrática de los países, como se aprecia en el gráfico. Un caso extremo es Guinea Ecuatorial, país regado por el petróleo, con un 80% de participación de los recursos naturales en el PIB, que tiene importantes carencias democráticas. En cambio Botswana, país del sur de Africa, con 50% de participación de los recursos naturales en el PIB, es una democracia consolidada.

En la explotación de los recursos naturales suele aflorar una renta extraordinaria, con tasas de rendimiento por encima de la normal, que crea incentivos para la captura de rentas o beneficios extraordinarios, y son distribuidos de modo muy desigual entre los factores productivos.

En un contexto de riqueza natural abundante se recomienda tratar de estabilizar la volatilidad de los precios, fomentar el ahorro, atender a los requerimientos de la justicia intergeneracional y apostar por la diversidad en el sector productivo, evitando convertirse en un monocultivo industrial (en muchos casos, alrededor del petróleo)

La “maldición de los recursos” no es una fatalidad para los países dotados en abundancia por la naturaleza, sino un riesgo que puede ser superado con buenas políticas económicas de las instituciones públicas.



















martes, 19 de febrero de 2019

JORNALEROS DIGITALES


Las transformaciones en el mundo del trabajo que se están produciendo derivan de los cambios en la estructura de las economías con la transición de la agricultura y la industria a los servicios, la presión de la globalización y los avances tecnológicos. Estas fuerzas globales ejercen una influencia importante en las organizaciones empresariales, que son las que eligen las modalidades de contrato laboral de sus empleados.

En las últimas décadas se está produciendo una transición hacia formas atípicas de empleo, entre las que destacan el empleo temporal, el trabajo a tiempo parcial, el trabajo temporal a través de agencias y las relaciones de trabajo encubiertas (falsos autónomos). El crecimiento de estas modalidades atípicas está provocando un aumento de la inseguridad para los trabajadores.

El avance tecnológico ha propiciado la aparición de las plataformas digitales, lugares de Internet que sirven para almacenar información, y funcionan con determinados sistemas operativos. Ejecutan programas o aplicaciones con diferentes contenidos, tales como textos, vídeos, juegos y otros.

El tipo de trabajo que generan las plataformas no se distingue mucho del que resulta de otras modalidades laborales que vienen funcionando desde hace tiempo. La diferencia es que utilizan como intermediaria una aplicación o herramienta digital.

Algunas plataformas se dedican a la asignación de microtareas, brindando a las empresas el acceso a una fuerza de trabajo amplia y flexible a la que ofertar la realización a distancia de tareas de escaso nivel, utilizando un ordenador e Internet. Pueden ser tareas de procesamiento de datos, transcripción de audio, traducción…



Las empresas publican en la plataforma los paquetes de tareas que deben realizarse y los trabajadores interesados seleccionan las que desean ejecutar, recibiendo un pago por su labor en base al precio indicado por la empresa, menos la comisión que cobra la plataforma.

En un reciente informe, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la agencia de la ONU que reúne a gobiernos, empleadores y trabajadores de 187 Estados miembros para establecer las normas del trabajo, pone el foco especialmente en estas plataformas, advirtiendo que los sitios web de microtareas y el trabajo mediante aplicaciones podrían recrear prácticas laborales que se remontan al siglo XIX, cuando prevalecía una estructura económica preindustrial.

El organismo internacional apunta que tienden a crear “jornaleros digitales”, con empleos sin protección social ni derechos laborales mínimos. Advierte que, si se deja a la economía digital que siga como hasta ahora, van a ampliarse las desigualdades.

Aunque en los países industrializados este tipo de empleo predomina en las ocupaciones de salarios bajos, en los países en desarrollo, el empleo ocasional representa una parte importante del empleo asalariado, pero además ha habido una proliferación del trabajo atípico en sectores donde el empleo a tiempo completo era más común, como en el sector público o el manufacturero.

La OIT recomienda establecer una “Garantía Laboral Universal”, para fijar unos derechos mínimos de los trabajadores, independiente de que tengan un empleo a tiempo completo o contrato temporal o que su trabajo consista en realizar microtareas online desde el domicilio para multinacionales, con derechos mínimos garantizados, entre los que se encuentran la libertad sindical, la negociación colectiva, un salario digno, la protección social y la limitación de las horas de trabajo.

La proliferación del trabajo atípico tiene consecuencias negativas también para la economía, tales como la escasa inversión en innovación y el estancamiento de la productividad, que tienden a reducir el rendimiento económico a largo plazo.











martes, 12 de febrero de 2019

FINANCIACIÓN A PAÍSES EN DESARROLLO

Los movimientos internacionales de capital han ido acelerándose en las últimas décadas. A mediados del siglo XX, los activos externos de los países representaban el 20% del Producto Interior Bruto (PIB) mundial y en la actualidad superan el 150%. La integración financiera internacional se va intensificando y crece el tamaño del sistema financiero global.

Se considera que son dos los factores que han impulsado el flujo internacional de capitales: las innovaciones tecnológicas, que al reducir los costes de información y transacción han aumentado la rentabilidad de los flujos, y los procesos de liberalización de los movimientos financieros exteriores, que se iniciaron hacia 1970.

Los flujos de capitales se guían por las oportunidades de inversión internacional y las diferencias de las tasas de ahorro. Los flujos entre los países van en doble sentido, pero los valores netos quedan determinados por las diferencias en los tipos de interés de los países. La entrada de capitales es generalmente mayor en los países con tipos de interés más altos.

Además de la búsqueda del interés más elevado, los inversores tratan de diversificar para reducir riesgos. Se emprenden también inversiones internacionales como estrategia empresarial. Es el caso de los fabricantes de automóviles, que construyen plantas de montaje en diversos países.

En el caso de los países en desarrollo, según “World Economic Report”, un informe de la UNCTAD (ONU), los flujos de capital más importantes que les llegan son los de Inversión Extranjera Directa (IED), una modalidad de financiación a largo plazo y transferencia de tecnología, que puede permitirles la inserción en las cadenas de valor global.

En los años de crisis financiera, la financiación a largo plazo ha descendido notablemente, sobre todo la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD), que representa la tercera parte de la recibida en forma de IED.


Tenemos en el gráfico la evolución en la última década de la financiación recibida por los países menos desarrollados. Destaca la Inversión Extranjera Directa (IED), seguida de las Remesas de emigrantes, Inversión en cartera (títulos), Préstamos bancarios y Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD)

Los estudios realizados por técnicos del FMI señalan que en los países catalogados como de “bajos ingresos” (menos de 1.000 dólares de renta media anual por habitante) harán falta 528.000 millones de dólares (0,5% del PIB mundial) para lograr un avance significativo hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fijados para 2030 en términos de educación, salud, carreteras, electricidad, agua y saneamiento. Se estima que la tercera parte podría ser financiada con ingresos tributarios adicionales de los propios países, por lo que el sector privado, las AOD y las instituciones internacionales de financiamiento tendrán que financiar los restantes dos tercios del gasto.

A fin de presentar al sector privado oportunidades de inversión, se viene recomendando a los países receptores de fondos un esfuerzo en la mejora del entorno empresarial, el impulso de la formación de capital humano y la puesta en funcionamiento de políticas activas que permitan crear tejido productivo local.




martes, 5 de febrero de 2019

VENTAJA COMPARATIVA Y VENTAJA COMPETITIVA

El economista escocés Adam Smith, a finales del siglo XVIII, observó la tendencia a especializarse en la producción de los bienes que cada país podía obtener en mejores condiciones y comerciar con otras naciones para beneficio de todos. Es la clásica división del trabajo en función de las diferencias de recursos naturales, capital y trabajadores, basado en la ventaja absoluta.


Medio siglo más tarde, David Ricardo, también economista británico, avanzó hacia la teoría de la ventaja comparativa, señalando que, incluso si un país es más productivo que otro en todos los productos, le interesa dedicarse siempre al bien en el que comparativamente es más productivo.

La ventaja comparativa podemos experimentarla en la vida diaria. Un ejemplo es la contratación de una persona cuidadora de los hijos. Seguramente los padres serán mejores que una persona ajena a la familia en el cuidado de los niños y también con mayor nivel en la vertiente profesional, pero eligen trabajar en lugar de cuidar a los hijos porque tienen ventaja comparativa como profesionales: consiguen mayor retribución que el gasto por el cuidado de los hijos por otra persona.

El comercio internacional se rige por la ventaja comparativa. Para ver el significado de este concepto de modo práctico, veamos un ejemplo simplificado. Supongamos que dos países, ALFA y BETA , producen los bienes X e Y. En el siguiente cuadro tenemos los tiempos de trabajo por unidad de producto que necesitan los países:


Se puede observar que el país ALFA es más eficiente que BETA, dado que obtiene los dos productos en menor tiempo. Pero aunque tenga ventaja absoluta le interesará dedicarse al producto con mayor ventaja relativa y comerciar con el otro país.

Por tanto, necesitamos calcular los costes relativos en cada país de un producto respecto del otro



Vemos que, para ALFA, el coste relativo (también llamado coste de oportunidad), de producir una unidad del producto X es de 0,5, lo cual significa que para hacer una unidad de producto X renuncia a 1/2=0,5 del producto Y, puesto que en una hora puede hacer una unidad de producto X o 0,5 de producto Y. El coste relativo de fabricar el producto Y es 2/1=2, dado que para hacer una unidad de producto Y renuncia a obtener 2 de producto X. Razonando del mismo modo con BETA, el producto X tiene un coste de 3/4=0,75 y el producto Y es 4/3=1,3.

Como a cada país le interesa producir aquel bien que tenga menor coste de oportunidad (renuncia a menos), ALFA producirá el producto X y BETA el producto Y, intercambiándose los productos a través del comercio internacional.

Los expertos que estudian el comercio internacional han encontrado tres fuente básicas de ventaja comparativa. La primera es la diferencia en el clima. Por ejemplo, los países tropicales exportan productos tales como azúcar, café y bananas, en tanto que los situados en zonas templadas destacan por el grano de trigo y de maíz. Las diferencias de estaciones entre los hemisferios norte y sur tienen asimismo incidencia en el movimiento de mercancías

Otra fuente de ventaja comparativa es la diferencia en la dotación de factores productivos entre los diversos países. El modelo de los economistas suecos Heckscher-Ohlin señala que un país con oferta abundante de un factor de producción (tierra, trabajo, capital físico o capital humano) tendrá una ventaja comparativa en los bienes cuya producción sea intensiva en ese factor. Un ejemplo es el comercio internacional de ropa, que al ser intensiva en trabajo, tienen ventaja comparativa en países como China y Bangladesh, que cuentan con oferta de trabajo abundante.

Las diferencias en tecnología o técnicas utilizadas en la producción dan lugar también a la ventaja comparativa. A veces son los conocimientos acumulados por experiencia y en otras ocasiones se trata de innovaciones tecnológicas, que pueden resultar importantes en un momento dado.

Así como en macroeconomía internacional se analiza la ventaja comparativa para aproximarse a la eficiencia productiva de los países en sus diferentes sectores, en la gestión empresarial resulta relevante la posición en el mercado o ventaja competitiva, un concepto que introdujo en los años 80 Michael Porter, economista e investigador de la Universidad de Harvard.

Porter define le ventaja competitiva como el valor diferencial que tiene una empresa respecto a sus competidoras, que la hace situar su producto o servicio en el mercado en condiciones mejores que la competencia, con capacidad para sostener en el tiempo de modo rentable, apoyándose en tres estrategias: liderazgo en costes, diferenciación del producto o servicio y enfoque o concentración en un segmento del mercado.