martes, 28 de septiembre de 2021

RESERVAS INTERNACIONALES

 

Las reservas internacionales son depósitos de capital controlados por lo bancos centrales y las autoridades monetarias de cada país. Están compuestas por oro, Derechos Especiales de Giro (DEG) y divisas extranjeras, en su mayor parte dólares.

Como activos externos, las reservas disponibles sirven para financiar las necesidades de la balanza de pagos, intervenir sobre el tipo de cambio y mantener la confianza en la propia moneda.

El indicador económico de las reseras mide la capacidad del país para hacer frente a sus pasivos u obligaciones generadas por las compras en el extranjero.

Observamos en el gráfico la evolución favorable de las reservas internacionales españolas, que alcanzaban al final de 2020 la cifra de 81 billones de dólares americanos (810.000 millones en versión europea).

La financiación internacional constituye para muchos países uno de los pilares centrales para poder abordar planes de inversión a largo plazo, unos proyectos que generen rentas futuras con las que atender los compromisos adquiridos.

Para paliar los efectos en las reservas internacionales de la crisis sanitaria del coronavirus, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha aprobado una nueva asignación de Derechos Especiales de Giro (DEG) por valor de 650.000 millones de dólares

El DEG es la unidad de cambio del FMI, respaldada por una cesta de monedas: dólares, euros, yenes, libras esterlinas y yuanes. Los DEG serán repartidos entre los paises miembros de acuerdo con sus participaciones en la institución, en función del PIB y de otros factores.  

Fue en 1969 cuando se creó el DEG como una reserva internacional complementaria en el contexto de paridades fijas de los acuerdos de Bretton Woods. Las asignaciones de los DEG pueden desempeñar un papel crucial al proporcionar liquidez y complementar las reservas oficiales de los países miembros, como ocurrió en medio de la crisis financiera de 2008.

El DEG, que es utilizado como unidad de cuenta por el FMI y otros organismos internacionales, no es ni una moneda ni un crédito frente al FMI. Más bien representa un derecho potencial frente a las monedas de libre uso. El DEG, que equivale en torno a 1,20 euros, se puede canjear por dólares, euros y otras monedas.

Hay situaciones en las que un país cae en impago de manera prolongada, dejando de satisfacer los intereses o el principal de la deuda. La consecuencia inmediata suele ser el endurecimiento de las condiciones de financiación.

A veces se llega a excluir de la financiación internacional al pais moroso, o bien, se abre un proceso de reestructuración de la deuda entre deudor y acreedor, que merma la confianza en el país.

Es el caso, por ejemplo, de Argentina, que despues de la crisis de diciembre de 2001, tardó 14 años en poder acceder de nuevo a los mercados internacionales. Los acreedores extranjeros no le prestaban dinero al Gobierno argentino, con lo que el país se encontró con menor capacidad de gasto y de inversión, que afectó al  nivel de vida de sus ciudadanos.

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