martes, 22 de octubre de 2019

EL INCREMENTO DE LA PRODUCTIVIDAD

El término productividad del trabajo o, sin más, productividad hace referencia a la producción por trabajador o a la producción por hora trabajada, que posibilita el crecimiento económico sostenido.

La producción de los trabajadores ha ido aumentando debido a la utilización de más capital físico (maquinaria y equipamientos), al incremento de capital humano (formación y habilidades) y al mayor nivel de progreso tecnológico (acumulación de avances técnicos).

A partir de los años 60, la contabilidad del crecimiento muestra la importancia del progreso tecnológico o productividad total de los factores (PTF) en el crecimiento de la producción agregada de los países, que resulta en muchos casos superior al efecto conjunto de la acumulación de capital y de trabajo.

Según el Informe Anual 2018 del Banco de España, la PTF ha crecido un 0,4% promedio anual en España entre 2013 y 2018, frente a un 0,6% en la Eurozona (UEM), lo cual significa que se ha seguido ampliando, aunque a menor ritmo, el diferencial desfavorable respecto al promedio de los demás países europeos.



Podemos observar que en el conjunto de la UEM (Union Económica y Monetaria) la productividad acumulada en el conjunto del período llega al 13% (línea azul) , en tanto que en España no supera el 6% (linea roja).

El informe atribuye el modesto incremento en España a uno de los componentes de la PTF: la calidad en la asignación de los recursos. Mientras que en el período anterior a la Gran Recesión la asignación de recursos, inversiones fundamentalmente, estuvo orientada hacia proyectos con productividad reducida, en los años recientes una mayor proporción fue utilizada por empresas con mejor nivel de productividad.

Desde 2013, la inversión en equipo y en activos intangibles ha aumentado proporcionalmente respecto a la inversión total y se ha reducido la participación de los activos inmobiliarios. Hay que contar también con el efecto de la reasignación positiva de factores, que ha supuesto el cierre de empresas con muy bajos niveles de productividad en el período de crisis.

En el siguiente gráfico tenemos la productividad media aparente del trabajo en empresas españolas y la media del conjunto de Francia, Alemania e Italia (promedio=1) en 2016




Podemos observar que la productividad media en España se sitúa en el 60% en las microempresas y entre el 78% y 87% en empresas medianas y grandes respecto de las entidades europeas

Los analistas señalan que existe en España cierto déficit de capital humano y tecnológico. Se reconoce la mejora educativa de la población en las últimas décadas, aunque persiste el reto del elevado abandono escolar (18,3% entre 18 y 24 años). La inversión en I+D continua siendo reducida, tanto el componente público (0,8%) como el privado (1,4%), ambos sobre el PIB, por lo que la brecha tecnológica respecto a los países europeos es amplia.

La situación del mercado laboral, con marcada dualidad de contratos indefinidos y temporales, limita el crecimiento de la productividad, debido al efecto negativo de la elevada temporalidad, al desincentivar la inversión en la formación de los trabajadores.














No hay comentarios:

Publicar un comentario