La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que reúne a los 36 países más desarrollados, ha presentado en la Organización de Naciones Unidas (ONU) un informe para advertir que el nivel de vida de la clase media se estanca o está en declive, lo cual supone que va reduciéndose el grupo social que sirvió de cohesionador durante la segunda mitad del siglo XX.
La clase media suele describirse como aquella parte de la sociedad que posee relativa estabilidad financiera y calidad de vida. Se señalan como rasgos característicos de este grupo social: cierto nivel educativo, disfrute de ocio, buena atención sanitaria o una jubilación decente.
Aunque la imagen popular viene a asociarlo a “vivir de forma bastante confortable”, un estudio reciente de CaixaBank Research señala que el 20,3% de los miembros de la clase media española admiten dificultades para llegar a fin de mes, lo cual evidencia que en este grupo existen compartimentos estancos: clase media-baja y clase media-alta.
De una manera más precisa, la OCDE define la clase media como el conjunto de personas cuyos ingresos están entre el 75% y el 200% de la renta mediana, que es el valor central (no el promedio) del conjunto de las rentas una vez ordenadas.
En el siguiente gráfico tenemos la distribución de los colectivos de rentas en el conjunto de la OCDE y en España
Observamos que en el conjunto de la OCDE (azul) el 61% de la población pertenece a la clase media, un 29% (18+11) se sitúan entre las rentas bajas y el 9% integran el nivel de renta alta. En los últimos 30 años, la proporción de la clase media dentro de la población en la OCDE ha descendido 3 puntos porcentuales.
Para el caso de España (rojo), el estudio sitúa el 55% de la población en la clase media, un 33% entre las renta bajas y el 12% como rentas altas, con lo cual la clase media representa 6 puntos porcentuales menos que el promedio del colectivo de países. En las tres últimas décadas, la proporción de la clase media ha caído en España 3,7 punto porcentuales, de los cuales 3,6 han pasado al grupo social bajo y 0,1 al más alto.
El siguiente gráfico permite conocer la evolución de la clase media a través de las generaciones:
Tanto en el conjunto de la OCDE como en España va descendiendo la clase media con las nuevas generaciones. En el caso de España (rojo), entre los “Baby boomers” (nacidos entre 1941 y 1964) alcanzaban a los 20 años la clase media un 60%, entre la “Generacion X” (1965-1982) bajan al 58% y entre los “Millennials”(1983-2002) caen al 50%. Se extiende así el pensamiento de que las generaciones venideras vivirán peor que sus padres.
Esta evolución supone que la clase media ha envejecido a un ritmo mayor que el conjunto de la población. En España, entre 1985 y 2015, el porcentaje de jóvenes que forman parte de la clase media se ha reducido 10,4 puntos porcentuales y entre los mayores de 65 años ha aumentado en 5,5 p.p.
Cada nueva generación tiene mayor dificultad para alcanzar la clase media. Puede ser debido a que les resulta más costoso lograr la formación y las habilidades profesionales requeridas, cada vez más exigentes, y también a que se ha incrementado notablemente el coste del acceso a la vivienda, quizás el principal gasto de la clase media.
La dificultad añadida en España es la situación del mercado laboral, con la lamentable dualidad entre trabajadores temporales e indefinidos. Sin duda alguna, la tasa promedio de temporalidad española del 26,8% (14,5% en la UE) dificulta mucho contar con empleos estables para asentar proyectos de vida. En cualquier caso, serán las instituciones y las políticas de cohesión social que se apliquen las que moldearán el modelo económico y social de los próximos años.
Aunque la imagen popular viene a asociarlo a “vivir de forma bastante confortable”, un estudio reciente de CaixaBank Research señala que el 20,3% de los miembros de la clase media española admiten dificultades para llegar a fin de mes, lo cual evidencia que en este grupo existen compartimentos estancos: clase media-baja y clase media-alta.
De una manera más precisa, la OCDE define la clase media como el conjunto de personas cuyos ingresos están entre el 75% y el 200% de la renta mediana, que es el valor central (no el promedio) del conjunto de las rentas una vez ordenadas.
En España, según el Instituto Nacional de Estadística (INE) la renta mediana en 2017 (último dato disponible) era de 14.203 euros anuales, con lo cual una persona que vivía sola era clase media con una renta después de impuestos y transferencias sociales entre 10.652 y 28.406 euros anuales.
En el siguiente gráfico tenemos la distribución de los colectivos de rentas en el conjunto de la OCDE y en España
Observamos que en el conjunto de la OCDE (azul) el 61% de la población pertenece a la clase media, un 29% (18+11) se sitúan entre las rentas bajas y el 9% integran el nivel de renta alta. En los últimos 30 años, la proporción de la clase media dentro de la población en la OCDE ha descendido 3 puntos porcentuales.
Para el caso de España (rojo), el estudio sitúa el 55% de la población en la clase media, un 33% entre las renta bajas y el 12% como rentas altas, con lo cual la clase media representa 6 puntos porcentuales menos que el promedio del colectivo de países. En las tres últimas décadas, la proporción de la clase media ha caído en España 3,7 punto porcentuales, de los cuales 3,6 han pasado al grupo social bajo y 0,1 al más alto.
El siguiente gráfico permite conocer la evolución de la clase media a través de las generaciones:
Tanto en el conjunto de la OCDE como en España va descendiendo la clase media con las nuevas generaciones. En el caso de España (rojo), entre los “Baby boomers” (nacidos entre 1941 y 1964) alcanzaban a los 20 años la clase media un 60%, entre la “Generacion X” (1965-1982) bajan al 58% y entre los “Millennials”(1983-2002) caen al 50%. Se extiende así el pensamiento de que las generaciones venideras vivirán peor que sus padres.
Esta evolución supone que la clase media ha envejecido a un ritmo mayor que el conjunto de la población. En España, entre 1985 y 2015, el porcentaje de jóvenes que forman parte de la clase media se ha reducido 10,4 puntos porcentuales y entre los mayores de 65 años ha aumentado en 5,5 p.p.
Cada nueva generación tiene mayor dificultad para alcanzar la clase media. Puede ser debido a que les resulta más costoso lograr la formación y las habilidades profesionales requeridas, cada vez más exigentes, y también a que se ha incrementado notablemente el coste del acceso a la vivienda, quizás el principal gasto de la clase media.
La dificultad añadida en España es la situación del mercado laboral, con la lamentable dualidad entre trabajadores temporales e indefinidos. Sin duda alguna, la tasa promedio de temporalidad española del 26,8% (14,5% en la UE) dificulta mucho contar con empleos estables para asentar proyectos de vida. En cualquier caso, serán las instituciones y las políticas de cohesión social que se apliquen las que moldearán el modelo económico y social de los próximos años.
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