La propagación de la reciente crisis financiera por todo el mundo puso en evidencia la interconexión que existe entre los mercados, que permanecen unidos por las grandes arterias en las que discurren los flujos financieros. Cada día se mueven miles de millones de euros entre los países.
Hasta comienzos de los años 60, la mayoría de las operaciones bancarias se realizaban dentro del propio país, con moneda y clientes nacionales. Sin embargo, dos décadas más tarde, una parte significativa de los beneficios de muchos bancos provenía de las operaciones internacionales y, a partir de los años 90, resulta habitual que las entidades bancarias abran sucursales en el extranjero.
Cuando residentes de distintos países intercambian activos financieros (acciones, bonos…) se dice que operan en el mercado internacional de capitales, que en realidad es un conjunto de mercados unidos por sofisticados sistemas de comunicación. Uno de los más conocidos es el mercado de divisas (monedas extranjeras)
En el mercado internacional de capitales operan bancos centrales (Reserva Federal norteamericana, Banco Central Europeo...), bancos comerciales (Santander, BBVA...), grandes empresas e instituciones financieras no bancarias (no captan dinero del público) y otras instituciones públicas. Se intercambian activos financieros y depósitos bancarios denominados en monedas de diversos países.
Las transacciones entre residentes de diferentes países pueden ser de tres tipos: intercambio de bienes y servicios por bienes y servicios, intercambio de bienes y servicios por activos (financieros y reales) e intercambio entre activos financieros. Todas estas relaciones comerciales y financieras dan oportunidad de conseguir beneficios a los participantes.
En el siguiente gráfico, el profesor Krugman esquematiza los tipos de intercambios que se dan entre países
La flecha superior representa los intercambios que se producen cuando un país se concentra en las actividades que realiza con mayor eficiencia y utiliza parte de su producción para pagar los productos importados de otros países. Es la típica transacción comercial de bienes y servicios por bienes y servicios.
Otro tipo de intercambio es el de carácter intertemporal, representado por las flechas diagonales, que consiste en el intercambio de bienes y servicios actuales por bienes y servicios futuros, representados estos últimos por activos financieros. Es el caso de un país que, al no contar con ahorro nacional suficiente, emite bonos para conseguir recursos financieros para importar equipamientos de otro país extranjero.
La tercera categoría de transacciones internacionales viene representada por la flecha horizontal inferior. Representa el intercambio entre activos financieros. Este tipo de flujos financieros son los más importantes. Aunque su volumen ha descendido con la reciente crisis, en años anteriores al 2007 llegaron a representar más de un billón de dólares al año.
Salvo el dinero invertido en activos inmobiliarios, en metales preciosos o en arte, la inversión se realiza en activos financieros, que van desde los más sencillos, como acciones o deuda pública, hasta los más sofisticados, como son los contratos "derivados". Aunque estos últimos fueron ideados para proteger a los inversores de la inestabilidad de lo mercados, hoy día concentran el grueso de la especulación financiera y hacen que cada día cambien los precios, los tipos de interés, las tasas de cambio y los índices bursátiles.
Los mercados internacionales, que incorporan respecto a las operaciones realizadas en los mercados domésticos riesgos específicos derivados de la moneda utilizada y de la implantación de controles de cambio, se han convertido en importantes fuentes de financiación para todas las economías. Las empresas acuden a los mercados para colocar sus títulos de deuda o sus acciones. Y los Estados realizan subastas cada semana entre inversores nacionales e internacionales para cubrir los déficits públicos o refinanciar sus deudas.
Otro tipo de intercambio es el de carácter intertemporal, representado por las flechas diagonales, que consiste en el intercambio de bienes y servicios actuales por bienes y servicios futuros, representados estos últimos por activos financieros. Es el caso de un país que, al no contar con ahorro nacional suficiente, emite bonos para conseguir recursos financieros para importar equipamientos de otro país extranjero.
La tercera categoría de transacciones internacionales viene representada por la flecha horizontal inferior. Representa el intercambio entre activos financieros. Este tipo de flujos financieros son los más importantes. Aunque su volumen ha descendido con la reciente crisis, en años anteriores al 2007 llegaron a representar más de un billón de dólares al año.
Salvo el dinero invertido en activos inmobiliarios, en metales preciosos o en arte, la inversión se realiza en activos financieros, que van desde los más sencillos, como acciones o deuda pública, hasta los más sofisticados, como son los contratos "derivados". Aunque estos últimos fueron ideados para proteger a los inversores de la inestabilidad de lo mercados, hoy día concentran el grueso de la especulación financiera y hacen que cada día cambien los precios, los tipos de interés, las tasas de cambio y los índices bursátiles.
Los mercados internacionales, que incorporan respecto a las operaciones realizadas en los mercados domésticos riesgos específicos derivados de la moneda utilizada y de la implantación de controles de cambio, se han convertido en importantes fuentes de financiación para todas las economías. Las empresas acuden a los mercados para colocar sus títulos de deuda o sus acciones. Y los Estados realizan subastas cada semana entre inversores nacionales e internacionales para cubrir los déficits públicos o refinanciar sus deudas.
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