martes, 4 de noviembre de 2014

LA COMPOSICIÓN DEL PRODUCTO INTERIOR BRUTO

El Producto Interior Bruto (PIB) es el valor monetario de los bienes y servicios finales producidos por una economía en un período determinado. Es un indicador que se utiliza para medir la evolución económica de un país.

En su versión como flujo de gastos, el PIB indica el destino de los distintos bienes y servicios producidos en una economía. Vamos a ver la descomposición del PIB español, utilizando la información aportada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) del año 2013, con datos a precios corrientes (euros de cada año), y la previsión de los diferentes componentes para el año 2015, según el Escenario Macroeconómico presentado por el Gobierno, en el que prevé un crecimiento del 2%.


El consumo familiar es el primer componente del PIB y engloba a los bienes y servicios comprados por los consumidores de los hogares, tales como alimentos, vestidos, electrodomésticos  y automóviles. No incluye la adquisición de la vivienda porque, como veremos, es considerada como inversión.

El consumo depende fundamentalmente de la renta disponible, es decir, de los ingresos de las familias una vez que hayan recibido las transferencias de la Administración Pública (si son pensionistas o se encuentran en paro, por ejemplo) y paguen los impuestos.

El consumo suele ser el mayor componente del PIB de un país. Como vemos en el cuadro, el consumo familiar de España absorbe un 58,2% de la producción del país, en tanto que grandes países europeos como Francia y Alemania consumieron en el 2012 un 56,2% y un 54,5%, de sus respectivas producciones anuales.

El Gobierno español ha estimado una expansión del 2,1% del consumo privado para 2015, pero si el ritmo de crecimiento del consumo hubiese tocado techo en el segundo trimestre de 2014, como lo indican los datos más recientes, difícilmente  se alcanzará la previsión.

La inversión es el segundo componente. Hay que diferenciar la inversión fija de la inversión en existencias. La primera, a su vez, puede referirse a la compra de instalaciones y equipamientos (inversión empresarial), o bien, a la compra de nuevas viviendas por parte de los ciudadanos (inversión residencial)

Como no tiene por qué coincidir la producción y las ventas de un año, la diferencia es la inversión en existencias, que será positiva si la producción es superior a las ventas y negativa en caso contrario.

La inversión total española representó el 19% del PIB, incluyendo la compra de instalaciones y equipamientos empresariales, la construcción y el pequeño incremento de las existencias.

El objetivo para 2015 está cifrado en un aumento del 4,4%, pero no será fácil alcanzarlo porque el crecimiento de la inversión en bienes de equipo comenzó a desacelerarse en el segundo trimestre de este año.

El gasto público constituye el tercer componente del PIB. Recoge los bienes adquiridos por las Administraciones Públicas y el coste de los servicios suministrados por los empleados públicos. Se considera que la Administración Pública compra los servicios y después los ofrece a los ciudadanos gratuitamente. El gasto público junto con los impuestos conforma la política fiscal. 

No se incluyen en el PIB como gasto público las transferencias de la Administración Públicas, tales como pensiones y subsidio de desempleo, ni tampoco los intereses de la deuda pública, porque no se consideran compras de bienes y servicios.

Si sumamos las transferencias a los gastos públicos generadores de PIB, el gasto total gestionado por la Administración Pública asciende al 44% de PIB español. El Gobierno estima que durante 2015 el consumo público caerá un 1%.

El último componente del PIB recoge las relaciones económicas del país con el resto de mundo. Como las exportaciones de bienes y servicios del año 2013 superaron a las importaciones, el saldo neto de 3,5% del PIB supuso una aportación positiva a la producción del país.

Aunque el Gobierno estima que en el 2015 las exportaciones aumentarán un 5,2% y las importaciones el 5%, en el período enero a agosto de este año las exportaciones sólo crecieron un 1,5% respecto al mismo período del año pasado, en tanto que las importaciones ascendieron un 3,75%.


A juzgar por los datos disponibles, parece que el Gobierno ha sido bastante optimista al estimar la evolución de los componentes del PIB para el 2015. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario