martes, 18 de noviembre de 2014

LA DETERMINACIÓN DEL TIPO DE INTERÉS


El Banco Central Europeo (BCE) bajó en  octubre  pasado por sorpresa los tipos de interés de la refinanciación a los bancos en la zona del euro desde el 0,15% hasta el mínimo histórico del 0,05%, por la amenaza de deflación. 


El presidente del BCE ha advertido de nuevo en la conferencia de prensa de este mes que, si continúa el riesgo de que la inflación siga en mínimos durante más tiempo de lo previsto, tomará nuevas medidas. Según ha avanzado Draghi, el consejo del banco es "unánime" en este punto y, de hecho, ya está preparando estas medidas adicionales, lo que invita a pensar que finalmente habrá una compra masiva de deuda, a fin de facilitar nuevos flujos de crédito a la economía 


En el siguiente gráfico vemos la evolución descendente de los diferentes tipos de interés (euribor, depósitos, bonos a 10 años, préstamos a empresas y hogares), como consecuencia de la política expansiva del BCE. 


Vamos a comentar cómo la oferta de dinero del BCE y de los bancos, junto a la demanda de dinero, determinan los tipos de interés. Como el término “dinero” puede tener distintos significados, aquí nos referimos al efectivo (monedas y billetes) que ofrece el banco central y a los depósitos a la vista (cuentas corrientes) de los bancos. 

La demanda de dinero
La gente demanda dinero por dos motivos: a) realizar transacciones, es decir, pagar las compras que realiza, y b) guardarlo como parte de su riqueza, especialmente en épocas de recesión, dado que el dinero, como activo financiero, tiene un valor. 

Las familias pueden invertir sus ahorros en dos tipos de activos financieros: el dinero y el “bono” (bonos del Tesoro y fondos de inversión, por ejemplo). El dinero es necesario para realizar transacciones, pero no genera rendimientos. En cambio, los bonos y los fondos rinden intereses, pero no se pueden utilizar para realizar compras. 

La cantidad de dinero que una familia necesita depende de su nivel de transacciones. Por ejemplo, una familia que tiene ahorrados 30.000 euros, si gasta 2.000 euros al mes y quiere tener en dinero, en promedio, el equivalente a 3 meses, es decir, 6.000 euros, invertirá en bonos 24.000 euros (30.000 – 6.000). 

El motivo para invertir en bonos es el rendimiento que ofrecen. Cuanto menor sea el interés (como ocurre en estos momentos), la gente optará por tener una parte mayor de sus ahorros en dinero, puesto que es disponible para cubrir las necesidades inmediatamente. 

Por lo tanto, podemos señalar que la demanda de dinero aumenta con el nivel de la renta (transacciones de mayor importe) y desciende con el aumento del tipo de interés (mayor parte dedicada a comprar bonos o fondos de inversión) 

La oferta de dinero
El Banco Central Europeo, al igual que el resto de los bancos centrales de los países, modifica la oferta monetaria comprando o vendiendo bonos en los mercados financieros. Si quieren aumentar la cantidad de dinero en circulación en una economía, compran bonos y los pagan creando dinero. Es lo que está haciendo el BCE estos meses. Si desean reducir el volumen monetario, venden los bonos y retiran dinero de la circulación. 

Los bancos, cajas de ahorro y cooperativas de crédito son intermediarios financieros especiales con autorización legal para que los clientes que tienen su dinero en forma de depósitos puedan pagar sus transacciones girando cheques o haciendo transferencias contra sus cuentas. Por eso calificamos a los depósitos bancarios como dinero. 

Pero los bancos no se limitan a utilizar el dinero de sus clientes, sino que crean nuevo dinero, porque sólo están obligados a tener como reserva una pequeña parte de los depósitos que les confía el público. 

Veamos cómo se crea el dinero bancario con un ejemplo. 




La persona X entrega 500 euros al Banco A, que lo anota en su “Caja” y como “Depósito” A(1). El siguiente movimiento del Banco A(2) será guardar en “Caja” como reserva lo que necesita para atender los reintegros que le soliciten (por ejemplo, 10%) y por el resto, 450 euros, conceder un “Crédito” (ese es su negocio) a la persona Y. 

La persona Y deposita el dinero del crédito (suponemos, para simplificar, que sin retener dinero en su poder) en el Banco B, que lo anota en “Caja” y como “Depósito”, ambos en el banco B(1). Al igual que hizo el Banco A, guarda un 10% (45 euros) y concede crédito por el resto (405 euros) a Z, que lo anota tal como aparece en el banco B(2). Y el proceso de expansión del dinero continúa. 

Si sumamos los depósitos de las personas X y de Y, observamos que el importe del dinero bancario total ha subido a 950 euros. La secuencia a la que irá creciendo, con una retención para reservas (coeficiente de caja) del 10% será la siguiente: 

500 + 450 + 405 +… = 500(1+0,90+0,81+…) 

En el paréntesis se forma una progresión geométrica descendente de razón 0,9, cuya suma es 1/(1-0,9) = 10. Teniendo en cuenta que el depósito inicial desencadenante fue de 500, la suma de todas los depósitos acumulados en la economía, es decir, la creación de dinero será 5.000 (500 x 10). 

Este es el proceso conocido como creación y expansión del dinero bancario. El multiplicador del dinero (10 en el ejemplo) convierte cada entrada de dinero primario en oferta monetaria (10 veces el depósito inicial), utilizable en las transacciones comerciales del país. 

La determinación del tipo de interés 

En el siguiente gráfico observamos el equilibrio entre la demanda de dinero, que aumenta al reducirse el tipo de interés, y la oferta de dinero, que viene fijada por el banco central y los bancos comerciales, determinando entre ambas el tipo de interés, que es el precio del dinero. 


Con la “Demanda (0)” y la “Oferta (0)”, el tipo de interés se sitúa en i0. Si aumenta la renta y la demanda de dinero crece desplazándose hasta el nivel “Demanda (1)”, el tipo de interés asciende a i1, como señala la flecha amarilla ascendente. 

Pero si el objetivo es mantener el anterior nivel de tipo de interés para estimular la actividad económica, el banco central, acompañado por los bancos comerciales, puede contrarrestar ese incremento (flecha amarilla descendente) con un aumento de la oferta monetaria hasta “Oferta (1)”, situando de nuevo el nivel de interés en i0. 

La política monetaria de los bancos centrales acostumbra a fijar el tipo de interés y después van ajustado la cantidad de dinero hasta conseguir el tipo que desean mantener en vigor.

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