martes, 9 de abril de 2013

EL GASTO EN PENSIONES


Según Eurostat, el gasto en pensiones supuso en España el 10,8% del PIB en 2010, claramente por debajo de la media europea, en torno al 13% en la UE-27, lo cual significa que habría que incrementar alrededor del 20% las prestaciones españolas para equipararnos a la media de nuestros socios europeos.

Un sistema saneado de pensiones dependen de dos factores principalmente: el envejecimiento de la población y el aumento de la esperanza de vida. Ambos actúan en contra de la sostenibilidad,  porque con el envejecimiento se reduce la población en edad de trabajar,  y al aumentar la esperanza de vida, se cobra la pensión durante más años. España es la que tiene mayor esperanza de vida en Europa, que llega a los 82,5 años.

El nivel de empleo existente es también un factor que influye decisivamente en el sistema de pensiones. La tasa de empleo en España, en el año 2011, en la población entre 16 y 64 años era del 57,7%, casi 8 puntos por debajo de la media de la UE y 15 con respecto a un país de referencia como Alemania.

El desempleo y el nivel de ocupación son factores sobre los que habrá que actuar para garantizar las pensiones del futuro. Pero con la presión que introduce la crisis entre los gobernantes, en lugar de ir a las raíces de los problemas, se atacan aspectos más bien derivados de la situación estructural, como la reducción de la cuantía de las pensiones, el retraso de la edad de jubilación y la ampliación de los años necesarios para acceder a la pensión completa.

Como el método elegido por el sistema para financiar las pensiones es el denominado “de reparto”, las pensiones de cada año se pagan con los ingresos por cotizaciones de trabajadores y empresas del mismo año.

Por tanto, la salud financiera del sistema de pensiones depende del número de cotizantes por cada pensionista y los estudios realizados bajo la situación de ingresos y gastos en España determinan que hacen falta, por lo menos, dos afiliados a la Seguridad Social por cada pensionista

Como se observa en el siguiente gráfico, la crisis económica ha dejado la proporción entre afiliados y pensionistas en 1,96, muy cercana a la que se situó en la crisis de 1993-1996


La Seguridad Social española ha cambiado debido a la evolución dinámica de algunos parámetros importantes del sistema, tales como las bases de cotización máxima y mínima y las pensiones correspondientes, debido a los topes que se aplican a la base de cotización en el período de trabajo y a la pensión en el momento de la jubilación.

La política seguida muestra un aumento de la pensión correspondiente a la base mínima de cotización y una reducción del 10% en la pensión máxima sobre el nivel de cotización. Se mantiene constante en términos reales la pensión máxima, mientras que aumenta su base de cotización. Por tanto, se reduce la tasa de sustitución, reflejado en el ratio pensión/sueldo de los trabajadores con la base máxima, al tiempo que aumenta el número de personas que alcanzan la misma.

 Con ello el sistema está reduciendo el ratio pensión media/productividad media, con lo que la reforma se orienta hacia la  contención del gasto en pensiones.

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