martes, 26 de febrero de 2013

EL CRÉDITO Y LOS CICLOS DE AUGE Y CAÍDA


Una de las variables que definen la estabilidad financiera de un país es la deuda pública, que en España sigue subiendo hasta alcanzar cerca del 84% del PIB. El objetivo del déficit para 2012 (6,3% del PIB) no se ha cumplido y ello acarreará un incremento mayor del previsto en el endeudamiento público

Pero el mayor problema no es la deuda pública, sino la privada, como podemos observar en el gráfico siguiente:
 El endeudamiento de las familias (azul) representa en torno al 87% del PIB y el de las empresas no financiera (verde) se acerca al 130%. El endeudamiento conjunto de los dos sectores multiplica por 2,5 el nivel de la deuda pública (rojo). ¿Cómo creó el sistema financiero español una deuda de tal dimensión?

Llamamos sistema financiero al conjunto de agentes económicos que se dedican a recoger el ahorro de las familias y empresas para inverirlo en diferentes actividades económicas.

En el sistema financiero se pueden distinguir dos componentes bancarios: el Banco Central, que regula el sistema y aplica la política monetaria, y los intermediarios financieros bancarios, (bancos, cajas de ahorro y cooperativas de crédito), que tienen la capacidad de crear dinero y conceder préstamos.

Los bancos centrales son los que crean el dinero  básico denominado masa monetaria, compuesta por el efectivo en circulación y los depósitos de los bancos en el Banco Central.

Los bancos y otras entidades de crédito crean dinero cuando conceden préstamos o créditos a sus clientes con los recursos que depositan los ahorradores. Si, por ejemplo,  los bancos guardan un 10% en reservas (el coeficiente de caja obligatorio es el 1%), cuando reciben 100 de los ahorradores pueden prestar de inmediato 90 a otros clientes. Con ello se inicia un proceso en el que, al final, la cantidad por la que resultan multiplicados los depósitos iniciales es de 10 (1/0,10). Este efecto multiplicador (ver la entrada “Creación de dinero bancario”, del 20-11-2011) hace que la mayor parte del dinero en circulación esté creado actualmente no por el Banco Central, sino por los bancos privados.

Gran parte de la desregulación financiera de la década de los 80 consistió en dar a los bancos mayor libertad para la estimación de las reservas líquidas que debían mantener. De ese modo, las reservas fueron reduciéndose hasta el 1% y, en ciertos momentos, algunos grandes bancos reconocieron operar con un coeficiente del 0,50%, con multiplicador de 200 (1/0,005), que permitía crear 200 millones con 1 millón de depósitos. Y, en el período de la burbuja, el coeficiente  llegó a descender al 0,10%. Con ello, el multiplicador pasó a 1.000. Es decir, que 1 millón de euros en depósito de ahorradores permitía a los bancos y otras entidades de crédito crear 1.000 millones en préstamos y créditos.

Fue la gallina de los huevos de oro de la banca privada, que provocó el aumento exponencial del dinero en circulación. A este crecimiento insostenible se le atribuye una influencia decisiva en la creación de los ciclos económicos de auge, con la expansión del crédito y de la deuda,  y de caída tras su colapso, momento en el que no se puede pagar la deuda.

En la próxima entrada, que debido a un viaje se demorará hasta el 19 de marzo, como explicación complementaria al tema aquí tratado, abordaremos una aproximación a la interpretación del balance de un banco y  comentaremos el riesgo inherente a la actividad bancaria. 

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