Tal como observamos en
el gráfico, la tasa de ahorro familiar, según el INE, alcanzó en España el 18% sobre la renta
disponible en el año 2009, pero descendió
hasta el 8,8% en el 2012, debido sobre todo a la caída de la renta disponible.
El ahorro doméstico es
una parte importante de la financiación que necesitan las empresas para llevar
a cabo sus procesos de inversión o producción de bienes de capital físico.
Pueden acudir también a la financiación
exterior, como lo ha hecho España en los últimos años.
¿Qué relación existe
entre ahorro e inversión? En última instancia, la inversión tiene que
corresponder a un acto de ahorro, dado que una persona o entidad con ciertos
recursos, que puede gastarlos hoy en consumo, decide utilizarlos para construir
un bien de capital que se empleará en el futuro. A eso llamamos ahorro.
En términos de
contabilidad nacional, considerando, para
simplificar, únicamente dos sectores,
empresas y familias, desde la perspectiva del destino de las remuneraciones
recibidas, podemos establecer
Renta nacional = Consumo + Ahorro
Desde el punto de vista
de los bienes y servicios producidos, la
demanda total será
Demanda agregada =Consumo + Inversión
Como la renta nacional
o los ingresos y la demanda agregada o el valor de los bienes y servicios
producidos deben ser iguales
Consumo + Ahorro = Consumo +
Inversión
Dado que el consumo es
el mismo, se deduce que
Ahorro = Inversión
En este modelo
simplificado, la igualdad viene a indicar que los recursos para la inversión
provienen de la renta no consumida, es decir, ahorrada en el país, puesto que
hemos supuesto que hay solo familias y empresas.
Pero el caso es que las
decisiones de ahorro y de inversión las toman personas o entidades distintas.
Cuando las familias deciden cuánto van a ahorrar este año, no tienen ni idea de
cuánto piensan invertir las empresas. Igualmente, las empresas toman decisiones
de inversión sin preocuparse por los planes de ahorro de las familias.
Sin embargo, hemos
visto antes que, en el conjunto de un período, los importes de ahorro e
inversión deben coincidir. ¿Cómo es posible?
Supongamos el siguiente
comportamiento de las familias y
empresas de una economía (en millones de euros)
Años
|
Renta
|
Consumo
|
Ahorro
|
Producción
|
Inversión
|
1
|
40.000
|
32.000
|
8.000
|
32.000
|
8.000
|
2
|
40.000
|
30.000
|
10.000
|
32.000
|
10.000
(8.000+2.000)
|
Como podemos ver en el
cuadro, la renta del país es de 40.000. En
el año 1, las familias consumen 32.000 y, por tanto, ahorran 8.000. Por su
parte, las empresas fabrican bienes para la venta por 32.000 e invierten 8.000.
La producción de las empresas se ha consumido totalmente y el ahorro ha
financiado la inversión realizada. Se da el equilibrio.
Supongamos que las
empresas deciden repetir en el año 2 los niveles de producción e inversión del
año 1. Pero las familias optan por aumentar el ahorro hasta 10.000. Como vemos
en el cuadro, la inversión vuelve a ser igual al ahorro (10.000). Como indica
la teoría económica, se produce la la
igualdad entre ahorro e inversión.
Pero un análisis más a fondo
nos muestra que la situación económica del segundo año no es la misma que la
del primero. En el año 1 las expectativas empresariales se cumplieron: pensaban
vender 32.000 y lo consiguieron. En cambio en el segundo año, produjeron 32.000
y sólo vendieron 30.000. No se cumplieron sus expectativas. La producción no
vendida, 2.000, quedó en las empresas y a ese almacenamiento es otra inversión,
denominada inversión en circulante. El ahorro fue igual a la inversión, pero
ésta tuvo dos componentes: el planificado, 8.000 y el forzado por la falta de
venta, 2.000.
Como no hay equilibrio
entre la oferta de bienes de las
empresas y la demanda por parte de las familias, en los siguientes períodos, si
no mejoran las expectativas y deciden
incrementar la inversión, las empresas disminuirán la producción de bienes para
la venta, reduciendo la contratación de trabajo, con lo que bajará la renta de
las familias, que podrán ahorrar menos, hasta coincidir con la inversión de las
empresas. Vuelve a cumplirse la igualdad entre ahorro e inversión, pero a un
nivel de producción y renta menor. Ha descendido el PIB del país.
Como hemos indicado más
arriba, en el modelo simplificado que hemos utilizado no hemos incluido la
actuación del sector público que, en situaciones de recesión económica como la
descrita, establece las acciones de política económica que incorporan objetivos de
empleo, crecimiento económico y equilibrio exterior.
En la siguiente entrada
ampliaremos el análisis del ahorro e inversión introduciendo las relaciones con
otros países, para abordar la dependencia financiera exterior.
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