martes, 24 de mayo de 2022

EVOLUCION DEL ENDEUDAMIENTO PÚBLICO


La deuda pública española se ha disparado durante la pandemia del coronavirus. Al cierre del año 2021, en términos de Producto Interior Bruto (PIB), representaba ya un 118,7%.

En el siguiente gráfico tenemos la evolución en cifras absolutas del stock de deuda pública, según el Protocolo de Déficit Excesivo, etablecido en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la Eurozona.
La deuda fue aumentando desde el inicio de la crisis financiera en el año 2008 hasta finales de 2014, con un importante crecimiento en el año 2020, a consecuencia de la política de protección social para paliar los efectos de la pandemia.

Como se observa en el gráfico, a finales de 2021 la deuda había llegado a 1,4 billones de euros, alejada del Plan de Estabilidad europeo, fijado en el 60% del PIB.

En la evolución de la deuda pública influyen sobre todo los siguientes componentes: el déficit o superavit primario sobre el PIB (sin incluir intereses de la deuda); los tipos de interés a pagar por la deuda acumulada; la tasa de crecimiento nominal (real más inflación) de la economía, y un componente denominado “ajuste déficit-deuda”.

El superavit primario no aparece habitualmente en la economía española, con lo que no está ayudando a reducir el nivel de deuda. El año 2021 se cerró con un déficit del -4,7% del PIB y se prevén también déficits para este año y los siguientes.

Con unos tipos impositivos altos en comparación con los países de la Eurozona, la recaudación tributaria es bastante menor en España, debido al exceso de deducciones, exenciones y desgravaciones fiscales, así como un mayor fraude fiscal.

Los siguientes dos factores que inciden sobre la deuda favorecieron a la economía española en el período 2015-2019. Las tasas de crecimiento nominal fueron mayores que los tipos de interés nominal, con lo que facilitaron la reducción de la deuda pública respecto al PIB. El año 2020, con la crisis pandémica, sucedió el efecto contrario, debido a que el PIB cayó hasta el -9,8% y el tipo de interés fue del 2,2%

Este efecto adverso puede repetirse en los años próximos por el cambio de política monetaria del Banco Central Europeo, si deja de comprar bonos y decide ir subiendo los tipos de interés.

El componente “ajuste déficit-deuda”se refiere a aumentos de deuda sin efectos en el déficit público. Son compras de activos financieros de las Administraciones Públicas, es decir operaciones de endeudamiento que no tienen su origen en los presupuestos públicos, tales como aportaciones al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), Fondo de Amortización del Déficit Eléctrico (FADE) y participaciones en el rescate de entidades europeas.

Con tipos de interés cercanos a cero, la deuda parece sostenible, pero con los tipos en aumento los gastos financieros pueden convertirse en una carga muy pesada para los presupuestos del Estado.












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