martes, 22 de diciembre de 2020

ENDEUDAMIENTO PÚBLICO ELEVADO


 Como consecuencia de la pandemia, el declive económico de los países viene condicionado tanto por la gravedad del ataque del virus y el rigor de las medidas de salud pública para contenerlo, como por la composición sectorial de las economías y el nivel de apoyo de la política fiscal a los afectados. 


España será el miembro de la Unión Europea que más esté sufriendo la pandemia, tanto desde el punto de vista sanitario como económico, sobre todo tras la segunda ola. 

El el siguiente gráfico tenemos la estimación de los datos del PIB de 2020 y 2021 de los principales países europeos y la media de la Zona Euro: 


Vemos que en 2020 la caída media estimada del PIB en la Zona Euro es del 8%, en tanto que la de España supera el 12%, 4 puntos más de descenso, que provocará un déficit público del 7,7% , según el Gobierno. 

En base a la previsión de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), la deuda pública sobre el PIB se incrementará en 2020 en 22,8 puntos, situándose en el 118,3% al final del año. Para 2021 se espera una reducción de 2,4 puntos, suponiendo que se ejecuten todos los proyectos incluidos en los Presupuestos Generales del Estado. 

La combinación de aumento del déficit público y reducción del PIB que se da este año será probablemente la mayor de la historia reciente, contribuyendo entre los dos movimientos al incremento notable del ratio de endeudamiento. 


Tras la contención de la crisis sanitaria y la normalización de la actividad económica, con la inercia actual y en ausencia de medidas contractivas o expansivas, se estima que el ratio de deuda sobre el PIB tenderá a estabilizarse en el entorno del 118%, en los próximos años, como puede observarse en el gráfico de la AIReF 

La carga financiera de intereses no resulta preocupante a corto plazo, debido a la intensificación de las compras de activos del Banco Central Europeo. En valores absolutos, el importe de los intereses ha descendido desde 35.442 millones de euros en 2014 hasta los 31.740 millones previsto en los Presupuestos Generales del Estado para este año 

La AIReF estima que la puesta en marcha del plan Next Generation de la Unión Europea (NGEU) puede tener un efecto positivo sobre la actividad económica tanto en el corto plazo como en la productividad y en el crecimiento potencial en el largo plazo, que podría traducirse en una reducción del déficit público y un menor ratio de deuda sobre el PIB en los próximos años. 

Se detectan en el medio y largo plazo dos riesgos para la economía española. El primero se deriva de los daños estructurales que puede producir la pandemia, tanto provocando un persistente deficit público estructural más elevado como obligando a afrontar la materialización por parte del Estado de los pasivos contingentes por los avales otorgados en préstamos. 

El segundo riesgo vendría de la vulnerabilidad frente a las subidas del tipo de interés, poco probables a corto plazo, debido a los elevados niveles de deuda. Si los tipos suben de modo insistente, volvería el riesgo de ser España rescatada, como sucedió en 2012. 

La AIReF recomienda diseñar un plan a medio y largo plazo, a implementarse tras la recuperación, para reconducir el abultado déficit presupuestario actual a los niveles aceptados por los criterios de la consolidación fiscal. Ayudaría a aumentar la credibilidad y reducir la incertidumbre. 








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