En las recientes campañas electorales españolas hemos podido escuchar de algunos candidatos de la derecha política una propuesta que resulta sorprendente para los ciudadanos: bajar los impuestos para subir la recaudación fiscal.
El origen de tal planteamiento se encuentra en el análisis del economista norteamericano Arthur Betz Laffer, conocido por su conservadurismo fiscal, que ganó popularidad en la época del presidente Reagan (1981-1989) como miembro del Consejo Asesor de Política Económica y esta semana recibirá de Donald Trump la Medalla Presidencial a la Libertad.
En 1974, en una entrevista de Wall Street Journal, Laffer trató de explicar que los recortes fiscales, en ciertos casos, podían aumentar la recaudación impositiva. Subir los tipo impositivos aumenta la recaudación al principio, pero a partir de cierto nivel, si los tipos siguen subiendo, la recaudación desciende.
El siguiente gráfico recoge el planteamiento de Laffer:
En el eje de abscisas aparecen las tasas impositivas (t) como porcentajes sobre la actividad económica y en ordenadas los ingresos impositivos (T). En los primeros tramos, a medida que el Gobierno aumenta el porcentaje de la tasa impositiva, obtiene mayor ingreso, pero a partir de la tasa t*, el aumento de tipo impositivo hace descender el nivel de actividad económica y se recudan menos impuestos. Por tanto, el impuesto t* es el punto óptimo de recaudación (Tmax)
Como observamos en el gráfico, el incremento de recaudación únicamente puede producirse si la tasa impositiva es más baja que la correspondiente al máximo de recaudación (t*).
La curva de Laffer distingue dos efectos de los cambios en las tasas impositivas: el aritmético y el económico. El primero implica que una disminución de la tasa impositiva reduce la recaudación, mientras que sucede lo contrario en el caso de incrementarse, ya que la recaudación mediante impuestos es igual a la tasa impositiva multiplicada por la base imponible para ser gravada.
El efecto económico reconoce el impacto estimulante de la reducción de las tasas impositivas bajas sobre la actividad económica, mientras que las tasas impositivas altas tienden a desincentivarla. Así, en el caso de una tasa muy elevada, la recaudación del Gobierno sería escasa, dado que los contribuyentes carecerían de incentivo para ejercer la actividad o irían al mercado negro.
Aunque la curva de Laffer es teóricamente correcta, resulta difícil encontrar en la economía real de los países tasas impositivas en la franja descendente de la curva, es decir, situaciones en las que los tipos impositivos sean tan altos que, rebajándolos, aumente la recaudación.
En 1974, en una entrevista de Wall Street Journal, Laffer trató de explicar que los recortes fiscales, en ciertos casos, podían aumentar la recaudación impositiva. Subir los tipo impositivos aumenta la recaudación al principio, pero a partir de cierto nivel, si los tipos siguen subiendo, la recaudación desciende.
El siguiente gráfico recoge el planteamiento de Laffer:
En el eje de abscisas aparecen las tasas impositivas (t) como porcentajes sobre la actividad económica y en ordenadas los ingresos impositivos (T). En los primeros tramos, a medida que el Gobierno aumenta el porcentaje de la tasa impositiva, obtiene mayor ingreso, pero a partir de la tasa t*, el aumento de tipo impositivo hace descender el nivel de actividad económica y se recudan menos impuestos. Por tanto, el impuesto t* es el punto óptimo de recaudación (Tmax)
Como observamos en el gráfico, el incremento de recaudación únicamente puede producirse si la tasa impositiva es más baja que la correspondiente al máximo de recaudación (t*).
La curva de Laffer distingue dos efectos de los cambios en las tasas impositivas: el aritmético y el económico. El primero implica que una disminución de la tasa impositiva reduce la recaudación, mientras que sucede lo contrario en el caso de incrementarse, ya que la recaudación mediante impuestos es igual a la tasa impositiva multiplicada por la base imponible para ser gravada.
El efecto económico reconoce el impacto estimulante de la reducción de las tasas impositivas bajas sobre la actividad económica, mientras que las tasas impositivas altas tienden a desincentivarla. Así, en el caso de una tasa muy elevada, la recaudación del Gobierno sería escasa, dado que los contribuyentes carecerían de incentivo para ejercer la actividad o irían al mercado negro.
Aunque la curva de Laffer es teóricamente correcta, resulta difícil encontrar en la economía real de los países tasas impositivas en la franja descendente de la curva, es decir, situaciones en las que los tipos impositivos sean tan altos que, rebajándolos, aumente la recaudación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario