martes, 4 de septiembre de 2018

FLUCTUACIONES DEL TIPO DE CAMBIO

Las transacciones económicas internacionales requieren un mercado para intercambiar unas monedas por otras. Es el denominado “mercado de divisas”, en el que se igualan la demanda y la oferta, estableciéndose los tipos de cambio, los precios entre las monedas. Se trata de un mercado electrónico, global, que se utiliza en todos el mundo para comprar y vender monedas.

El tipo de cambio se puede definir como el precio de una moneda extranjera en términos de la moneda nacional, o bien, el precio de la moneda nacional expresado en otra extranjera. Por ejemplo, si el tipo de cambio es de 1,16 dólares por euro, en sentido inverso, será de 0,86 euros por dólar.

Conviene distinguir entre el tipo de cambio nominal y tipo de cambio real. El primero es el que reflejan las cotizaciones entre monedas y el segundo, el real, tiene en cuenta los precios relativos de los bienes y servicios de los países, es decir, el poder de compra de una divisa en relación con otra. 

El tipo de cambio real, denominada también “Paridad de Poder Adquisitivo” (PPA) es una referencia a largo plazo, porque señala la tasa que igualaría en promedio el coste de una cesta determinada de productos en dos países.

Pero en el corto plazo la cotización entre divisas puede diferir mucho de la paridad de equilibrio del largo plazo. La cotización de cada momento viene afectada tanto por el diferencial de inflación entre las divisas como por el diferencial de tipo de interés.

Así, por ejemplo, una divisa con los intereses más elevados atraerá más flujos de inversión al país, favoreciendo su apreciación. Las dos variables, inflación y tipo de interés, están interrelacionadas y, más que sus valores actuales, son relevantes las expectativas de evolución futura.

Como ejemplo, el siguiente gráfico muestra la relación entre el euro y el dólar norteamericano en términos de PPA (PPP rate, en inglés)


Observamos en el gráfico que la cotización entre ambas monedas ha llegado a oscilar en la última década, por encima y por debajo, en torno al 18% respecto de la capacidad adquisitiva o paridad de largo plazo (PPP), mostrando un euro sobrevalorado del 2003 al 2012 y una infravaloración en la moneda europea a partir de 2014.

Importantes fluctuaciones del tipo de cambio están afectando a varios países emergentes, en especial a la lira turca. El incremento de los aranceles decretado por EE.UU contra la importación de acero (50%) y aluminio (25%) ha provocado el desplome de la divisa turca.

La lira ya venía experimentando caídas desde 2014. Cerró 2017 a 0,26 dólares por lira y ha descendido hasta 0,15, lo cual supone una depreciación acumulada este año del 42%. Turquía viene sufriendo tres desequilibrios que afectan a su moneda: inflación media del año elevada (12%), déficit por cuenta corriente en su balanza de pagos (-5,5%) y deuda creciente con el extranjero.

Aunque el núcleo central de la crisis cambiaria está en Turquía, los efectos llegan a Argentina, Sudáfrica, Brasil, Rusia e India, países emergentes que han acumulado en los últimos años un fuerte endeudamiento, en gran medida en moneda extranjera. Estas sacudidas en los tipos de cambio pueden ser el anuncio de un período de turbulencias financieras.





No hay comentarios:

Publicar un comentario