martes, 7 de febrero de 2017

EVOLUCIÓN DE LA PRODUCTIVIDAD

Al final del 2016, el desempleo en España ha quedado en 4,2 millones de personas, un 18,6% de la población activa, muy cerca de la media de los últimos 25 años. El avance del empleo en el año pasado ha sido del 2,29%, con un crecimiento del PIB del 3,2%. Al ir madurando el ciclo económico es muy posible que los incrementos en el empleo se vayan reduciendo.

En el siguiente gráfico tenemos los crecimiento del PIB y del empleo en los últimos 9 años:



Observamos que en el 2016, con el 87,5% del empleo equivalente a tiempo completo de hace 8 años, se ha conseguido prácticamente el mismo PIB (99,7%), lo cual significa que la productividad ha crecido en el período en más de un 12%. 

A esta productividad se la denomina “productividad aparente del trabajo”(PAT) y se calcula como cociente entre el Valor Añadido Bruto (VAB) y el número de trabajadores empleados para producirlo. Por tanto, PAT= VAB / nº trabajadores

Sin embargo, el valor anual de la producción real no ha aumentado, porque no ha variado el numerador, sino que ha sido propiciado por la reducción del denominador, el número equivalente de personas empleadas a tiempo completo. Este colectivo tiene ahora mayor nivel educativo que hace 9 años y ha aumentado el empleo de capital.

El añadido de “aparente” se refiere a que es la productividad observada, diferente de la “productividad total de los factores” (PTF), considerada como la productividad relevante, que se mide como la diferencia entre el crecimiento real del PIB y el aumento producido por una media ponderada del capital y del trabajo agregados, es decir, la generada por encima del los efectos de la mayor formación de los trabajadores y de las inversiones tecnológicas. También se conoce como el residuo de Solow, por el premio Nobel de economía.

El crecimiento de esta productividad es muy baja en toda la Eurozona. Algunos analistas estiman que en España registró una caída anual de 0,7% en el período 2000-2014, frente al avance que se dio en Alemania, país en el que creció un 0,5%. Significa que los recursos productivos españoles no se han dirigido a sus usos más eficientes

Además del nivel tecnológico y la organización empresarial, uno de los factores que determinan la "productividad total de los factores" es la incidencia de las condiciones laborales vigentes. La relación laboral estable y duradera estimula el potencial y el esfuerzo de los trabajadores. En cambio, es contrastable una relación negativa entre la proporción del trabajo temporal y la mejora de la productividad (PTF)

Se aprecia también que en los sectores de menor crecimiento de la productividad es mayor el empleo parcial involuntario y que la calidad del empleo es superior en los de mayor crecimiento productivo

Teniendo en cuenta que esta productividad, la residual o total de los factores (PTF), es la auténtica fuente de crecimiento a largo plazo del PIB por habitante, como lo demuestra el hecho de que se atribuya a ella la desigualdad de riqueza entre países en un 50%, resulta determinante para el bienestar social.










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