Las Bolsas nacionales tuvieron en España el monopolio de los mercados de valores, en los que se negocian las compraventas tanto de títulos de renta variable (acciones) como de renta fija (bonos) y otros títulos, hasta que una directiva europea acabó con el monopolio al convertir las Bolsas en empresas privadas que compiten entre sí.
La gestión de los mercados bursátiles está realizada en España por el Grupo Bolsas Mercados Españoles (BME), un operador privado que atiende a tres tipos de necesidades: a) el de las empresas, porque al colocar sus acciones en el mercado y ser adquiridas por los inversores, obtienen financiamiento; b) el de los ahorradores, porque se convierten en inversores y pueden obtener beneficios, y c) el del Estado, porque en la Bolsa dispone de un medio para financiarse y hacer frente al gasto público.
Por lo tanto, los participantes de la Bolsa son básicamente los demandantes de capital (empresas, organismos públicos o privados y otras entidades), los oferentes de capital (ahorradores, inversionistas) y los intermediarios (corredores, agentes o comisionistas)
La Bolsa de Madrid es el mercado de valores español donde más títulos se negocian. El elevado volumen de contratación, el alto grado de liquidez y la entrada a cotización de las empresas más importantes del país hacen que Madrid sea el mercado bursátil más importante de España. Existen también parqués en Barcelona, Bilbao y Valencia.
En el siguiente gráfico tenemos la participación de los diversos tipos de propietarios de acciones en las Bolsas españolas:
Observamos que los extranjeros eran poseedores en el año 2015 de cerca de la mitad del valor total de los títulos de renta variable, seguidos de las familias con cerca del 25%, atraídas por las políticas de dividendos, y las empresas no financieras, que han roto la tendencia descendente de los últimos años.
A nivel europeo, Bats Europe, con sede en Londres, que integra los dos principales sistemas de negociación multilateral, es la mayor Bolsa de valores de renta variable europea. Otro grupo importante es Euronex, producto de la fusión de las Bolsas de Amsterdam, Bruselas, Paris y Lisboa.
Como una acción puede tener varias cotizaciones, ha habido un aumento notable de transacciones electrónicas de alta frecuencia, gracias a unos algoritmos capaces de operar en microsegundos. Las compras y ventas electrónicas casi simultáneas al precio más bajo y más elevado, respectivamente, representan en Europa la mitad de las transacciones y los dos tercios del volumen en EE.UU.
Si las Bolsas nacieron para financiar a las empresas, algunos analistas afirman que su aportación es muy marginal en la Eurozona. Se llega a esta conclusión al tener en cuenta las recompras de sus propias acciones que realizan las empresas, bien para tener mayor control sobre su capital, o bien, para empujar al alza la cotización de sus acciones.
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