miércoles, 9 de diciembre de 2015

POLÍTICAS DE COMERCIO EXTERIOR



La política comercial se define como la gestión de los instrumentos que disponen los países para establecer las relaciones comerciales con el resto del mundo. Se distinguen básicamente dos tipos de políticas: proteccionismo y liberalismo.

El proteccionismo tiene por objetivo ayudar a desarrollar los productos de ciertos sectores de un país, imponiendo aranceles o tributos y cuotas de importación a los bienes que llegan del exterior. En cambio, el liberalismo propugna la libre competencia en los productos de diferentes países, sin ninguna intervención gubernamental.

Tras la Segunda Guerra Mundial, hasta la década de los años setenta, fueron muchos los países que trataron de avanzar en su desarrollo limitando las importaciones de bienes manufacturados El objetivo era fomentar el desarrollo de algunos sectores industriales propios, dándoles una ventaja competitiva en el mercado nacional. La estrategia se justifica como una sustitución de importaciones para proteger a la industria naciente, dado que los sectores más desarrollados del exterior pueden echar del mercado a los productores locales y debilitar más la situación económica del país en desarrollo. Hay evidencias de que los grandes países actuales comenzaron a dotarse de este tipo de protección a finales del siglo XIX.

Se reconoce que la sustitución de importaciones ha ayudado a muchos países a incrementar su producción industrial, pero resulta dudoso que haya servido para avanzar en su desarrollo económico. La estrategia no dio los frutos que se esperaban. Se vio que un período de protección no basta para crear un sector competitivo, porque muchos países carecen de trabajadores cualificados, de gestores experimentados y del entramado organizativo necesario para producir con eficiencia. 

Los aranceles y las cuotas de importación ayudan a sobrevivir a un sector ineficiente, pero no pueden lograr directamente convertirlo en eficiente. 

En el gráfico podemos observar la caída de los tipos arancelarios en los países en desarrollo, lo que indica que, con el paso del tiempo, se ha dado un alejamiento de la estrategia de industrialización mediante la sustitución de importaciones. A principios de los años 1980, el arancel o tributo medio era del 30% y en la actualidad no pasa del 10%

Muchos países en desarrollo bajaron la protección arancelaria y eliminaron las cuotas de entrada a los productos extranjeros, abriendo sus economías a la competencia de las importaciones. Se pudo comprobar que la liberalización comercial atrae capital y tecnología a un país, mejorando las infraestructuras y aumentando la productividad.

A partir de 1985, la nueva estrategia de liberalización comercial en los países en desarrollo ha tenido como consecuencia un notable aumento del volumen del comercio, que ha triplicado su relación con respecto al PIB desde 1970

Otra consecuencia significativa ha sido la composición del comercio de esos países, que pasó de exportar productos agrícolas y minería básicamente hasta 1980, a exportar una proporción elevada de bienes manufacturados. 

Algunos países, como la India, han acelerado el crecimiento con la liberalización, pero en otros, como Brasil y ciertos países latinoamericanos, las tasas de crecimiento han sido menores a partir de los años 1980. En cualquier caso, tras el proceso liberalizador, los economistas muestran su preocupación por el aumento de la desigualdad que se observa en los países en desarrollo.

En los años 1990 se observó que se estaban consolidando sorprendentes historias de desarrollo. Algunas economías habían logrado acelerar el crecimiento y sus rentas comenzaban a converger con las de los países desarrollados. En un principio destacaban pequeñas economías del sudeste asiático, tales como Taiwan, Corea del Sur, Singapur y Hong Kong, pero el despegue económico llegó a los gigantes China y la India. 

En la estrategia de política económica aplicada por estos países destaca una mayor regulación gubernamental en determinadas áreas, con un impulso hacia un comercio más libre. China está convirtiendo un país de planificación central en una economía de mercado, admitiendo la búsqueda del propio beneficio. Las reformas económicas en todos los países consiguieron un notable incremento de la exportación en relación con el PIB

Como la reducción de las restricciones a la importación fue solo un componente de las reformas económicas que realizaron los países asiáticos, resulta difícil valorar la importancia que ha tenido la liberalización comercial en el éxito económico. Se ha debatido mucho, por ello, sobre las causas del despegue económico de Asia. En cualquier caso, puede ser una evidencia de que el nivel de vida de los países pobres es susceptible de mejorar notablemente, con un crecimiento económico sostenible y con inclusión social.

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