Si un país no tuviera relaciones comerciales con el
extranjero (autarquía), toda la renta nacional estaría generada por el consumo
interno, la inversión y el gasto público. En cambio, en las economías abiertas
al exterior, una parte del producto obtenido es exportado y, al mismo tiempo, el
país consume también cierta cantidad de productos importados.
Los intercambios provocan desequilibrios comerciales con el resto del mundo y originan
desajustes entre el ahorro y la inversión de los países. En una economía
abierta, la inversión y el ahorro no tienen que coincidir necesariamente. Los
países se endeudan cuando importan más de lo que exportan y envían ahorro al
exterior cuando las exportaciones superan a las importaciones.
Recordemos que la renta nacional (Y) de un país responde a la conocida
expresión Y = C + I + G + X – M, donde C
es el consumo privado, I representa la
inversión privada, G indica el gasto público, X recoge las exportaciones y M
las importaciones.
La diferencia entre exportaciones e importaciones (incluyendo
mercancías, servicios, rentas y transferencias) es el saldo de la balanza por
cuenta corriente (CC). Es decir, CC = X
– M. Si la diferencia es expositiva, el país tiene un superávit en la cuenta
corriente y, si es negativa, una déficit.
Como un déficit quiere decir que el país ha comprado al
exterior más que lo que ha vendido, tendrá que financiar esa diferencia
endeudándose con otros países. El saldo de la Inversión Internacional será
negativo, tal como se representa en el siguiente gráfico, que corresponde a la situación de España
Observamos que la diferencia negativa entre los activos y los
pasivos frente al exterior supera al billón de euros (98% del PIB),
cuando la Comisión Europea tiene fijado como referencia el 35% del PIB
En el caso de un país con superavit de la cuenta corriente (Alemania,
por ejemplo) significa que está ingresando por exportaciones más de lo que se
paga por importaciones, financiando el déficit comercial de otros países
prestándoles dinero.
Por lo tanto, la balanza por cuenta corriente muestra la
variación de la riqueza exterior neta de un país. En términos de comercio
intertemporal, un país con déficit por cuenta corriente está importando consumo
presente y comprometiéndose a exportar consumo en el futuro.
En cuanto a ahorro e inversión, una economía abierta al
exterior puede incrementar el nivel de inversión temporalmente sin variar el volumen
de ahorro interno, endeudándose con el
exterior a través del déficit de la cuenta corriente. Es lo que sucedió en
el período 2001-2007 en España, los años
de gestación de la burbuja inmobiliaria, que ha dejado la enorme deuda externa
neta representada en el gráfico.
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