martes, 30 de diciembre de 2014

DEBILITAMIENTO DE LA EUROZONA

Los análisis económicos internacionales han revisado a la baja las previsiones que hicieron en el mes de julio. Para el 2014, el crecimiento económico mundial acabará en un 3,3% y aumentará en el 2015 hasta el 3,8%. Será el resultado del crecimiento del 2,3% de los países avanzados y del 5% en los países emergentes.

En cuanto a Europa, los informes señalan que puede caer en una “era de la mediocridad”, ya que el crecimiento se está debilitando y tiene importantes amenazas: alto nivel de endeudamiento, grave deterioro del mercado laboral y falta de crédito suficiente para las empresas.

En el siguiente gráfico, reproducido del Banco de España, tenemos la evolución del PIB anual de la Zona Euro (línea azul) y de España (línea roja), en porcentajes, de los últimos 5 años.

Observamos que la trayectoria ascendente de la Eurozona se quiebra al comienzo de 2014, en tanto que el PIB de España va aumentando y en el conjunto de 2014 alcanzará un 1,4%.

Los informes señalan a la Zona Euro como la región con mayor probabilidad de entrar en deflación, dado que lleva tiempo con incrementos de precios reducidos. Se apunta incluso la posibilidad de caer en una nueva recesión, con tasas negativas de crecimiento del PIB durante un período prolongado de tiempo.

Las desfavorables previsiones tienen el peligro de que se autocumplan, porque desincentivan las inversiones de las empresas, lo cual llevaría a la no renovación de los equipos productivos y a la pérdida de competitividad. 

La solución que se plantea es el aumento de la inversión pública en infraestructuras europeas, aprovechando los bajos tipos de interés, para fortalecer la demanda interna y aumentar la producción y el empleo. 

Como hemos indicado, la economía española avanza este año hacia un crecimiento del 1,4%, el más elevado desde el inicio de la crisis, con un comportamiento distinto de los componentes de la demanda. 

En los años anteriores fue descendiendo la demanda interna, en tanto que aumentaban las exportaciones. En cambio, este año se expande la demanda interna, apoyada por el gasto público, la recuperación del consumo y la inversión en bienes de equipo, pero el incremento de las importaciones y el menor avance de las exportaciones, debido a la debilidad del contexto económico europeo, ha vuelto a deteriorar el déficit comercial y a anular el superávit por cuenta corriente que se había corregido en 2013, poniendo en duda la sostenibilidad del crecimiento a largo plazo.

martes, 23 de diciembre de 2014

LA PREOCUPACIÓN MEDIOAMBIENTAL

En la reciente visita del presidente de EE.UU. a Pekín se ha alcanzado un acuerdo importante sobre las emisiones de dióxido de carbono. El pacto prevé que para 2025 EE.UU. recorte sus emisiones de gases de efecto invernadero entre un 26% y un 28% con respecto a los niveles de 2005 y China -el mayor emisor- fije por primera vez un plazo para iniciar la rebaja de sus emisiones.


En el siguiente gráfico vemos la importancia que tienen ambos países en la emisión de gases de efecto invernadero:


La preocupación medioambiental comenzó a calar en la sociedad en 1972, cuando un equipo de científicos del Instituto de Tecnología de Massachusetts, dirigido por Dennis y Donella Meadows, estudiaron por encargo del Club de Roma la interacción del crecimiento poblacional y económico con los recursos finitos del planeta. La conclusión fue que, si las tasas de crecimiento económico y de uso de recursos naturales continuaban, podría llegarse a un catastrófico colapso ambiental y económico. 

El previsible agotamiento de los recursos naturales fue extendiendo también el temor de que podía limitar el crecimiento económico, aunque se reconocía que la interacción entre la oferta escasa y una demanda creciente, al provocar aumento de precios, podía incentivar la búsqueda de sustitutivos del bien escaso. 

Pero se admitía que el sistema de precios no resultaba muy eficiente en un contexto de externalidades negativas. A falta de intervención pública, las empresas productoras no tienen incentivos para afrontar las consecuencias de la contaminación del medio ambiente. 

Se reconoce que está aumentando la sensibilidad hacia la calidad de nuestro entorno, que se concreta en la búsqueda de una forma de crecimiento que no se apoye únicamente en la explotación de recursos naturales de una forma insostenible y van surgiendo medidas que buscan una eficiencia productiva respetuosa con el entorno.

Partiendo del Producto Interior Bruto (PIB), el indicador habitual de la producción de una economía, que tiene en cuenta la depreciación de las instalaciones y equipos productivos, pero no recoge el agotamiento de los recursos naturales o el deterioro del medio ambiente, se evoluciona hacia el “PIB verde”, un indicador que asume los costes medioambientales del crecimiento. 

Cualquier incremento de producción que lleve aparejada la destrucción de un recurso natural no resulta sostenible. Por ello, se recurre al “PIB verde”, que se calcula descontando en el PIB tradicional la disminución de los recursos naturales afectados.

Las defensas y ataques al Informe del Club de Roma han continuado por décadas y el libro que recoge el estudio sigue provocando debates acalorados.

Como señala el Consejo Científico de ATTAC (Asociación por la Tasación de las Transacciones Financieras y por la Acción Ciudadana), la economía mundial adoptó hace muchas décadas un perfil energético que depende sobre todo de los combustibles fósiles. Cambiar la infraestructura asociada a ese perfil es un proceso costoso y lento. Los grandes consorcios del sector energético se han comprometido con ese perfil tecnológico y se resisten a cambiarlo antes de haber amortizado sus inversiones. 

Argumentan que cualquier decisión de interrumpir la extracción de las reservas localizadas en el subsuelo llevaría también a anular billones de dólares de sus activos, que son el valor de esas reservas, lo cual afectaría al sector financiero mundial. 

Pero hay que reconocer que, con los desiertos en expansión, los suelos erosionándose y las temperaturas subiendo a niveles desconocidos, los pronósticos del efecto del calentamiento global son cada vez más preocupantes.

Así se ha reconocido en la reciente Conferencia Mundial de Cambio Climático, de Lima. Los participantes han acabado pactando el documento de base con el que trabajar en París a finales del 2015, a fin de evitar que la temperatura de la Tierra continúe subiendo.

martes, 16 de diciembre de 2014

EL PRECIO DEL PETRÓLEO


El petróleo vuelve a convertirse en un factor importante para las perspectivas económicas de los países. Tras un período de cierta estabilidad, la cotización ha caído en más del 35% desde junio pasado. 

Los cambios bruscos en el precio del petróleo han provocado en el último medio siglo perturbaciones importantes. Las consecuencias negativas para los países importadores comenzaron en la década de los años setenta del siglo pasado, con las guerras de Oriente Medio y la formación del cartel de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Las subidas fueron tan importantes que el precio se duplicó a lo largo de la década. 

El petróleo osciló en torno a los 20 dólares por barril en los años noventa, pero a partir de la guerra de Irak (2003) y con el aumento de la demanda de crudo por parte de China y la India, los precios experimentaron grandes subidas, hasta alcanzar en 2008 los 140 dólares del barril, tal como se ve en el siguiente gráfico:


Hay que tener en cuenta que los precios del crudo están en dólares nominales, sin descontar las subidas del IPC, y que al apreciarse el euro frente al dólar, el coste de las importaciones se hizo menos pesada para Europa 

La crisis del petróleo de los años setenta coincidió con una etapa de profunda inestabilidad política en España por los últimos años de la dictadura y los albores de la nueva democracia. Se tardó en reaccionar ante la crisis, debido a que el país estaba más centrado en la transición política que en las fluctuaciones económicas. 

El resultado fue la entrada en una recesión, con desequilibrios presupuestarios, fuerte crisis industrial y energética, alta inflación y desempleo creciente. El intento de salida de la crisis se plasmó en los Pactos de la Moncloa de 1977, que impusieron sacrificios a los ciudadanos a cambio del establecimiento del Estado del Bienestar

La subida del precio del petróleo de 1992-1993, formando ya el país parte de la Comunidad Económica Europea, provocó una crisis corta, que el Gobierno afrontó con un programa de estabilización y las tradicionales devaluaciones de la peseta.

Los incrementos del petróleo provocan siempre un alza del IPC y una disminución del PIB, pero los efectos negativos se han reducido casi a la mitad entre las crisis de los 70 y los padecidos en los años 2000. Una explicación suele ser que, al tener menos capacidad de negociación, los trabajadores se han mostrado más dispuestos a aceptar una reducción de los salarios, absorbiendo así una parte de las consecuencias negativas para las empresas. 

Otra posible explicación sería la mayor eficiencia en el uso de la energía. La cantidad que se necesita para conseguir una unidad de producto ha disminuido, con lo cual el efecto en los costes de la subida del petróleo va siendo cada vez menor. 

Parece que en los últimos meses estamos asistiendo a un cambio notable en la trayectoria de los precios del petróleo. Los miembros de la OPEP no llegaron a un acuerdo para reducir la producción de crudo en la reunión celebrada a finales de noviembre en Viena, y la fuerza de Arabia Saudí y los países del Golfo se ha impuesto a la de Estados como Ecuador, Venezuela y Rusia, que defendían un recorte de la producción para elevar los precios, debido a que sus presupuestos dependen de forma significativa del precio del crudo. 

Por ahora, la estrategia de la OPEP (Arabia Saudí produce la tercera parte del cártel) ha consistido en aumentar la producción. Este incremento, junto al crecimiento observado en EEUU en la producción obtenida a través del “fracking”, se ha traducido en exceso de oferta de crudo, que ha llevado al barril a una caída superior al 35% en lo que va de año. 

Una de las consecuencias de la bajada de los precios del crudo será que la inflación continúe muy baja en el corto plazo en la mayoría de las economías avanzadas. Además, la combinación de un petróleo con precios más bajos y un euro más barato debería servir para activar en los próximos trimestres la renqueante economía de la Eurozona.

martes, 9 de diciembre de 2014

LA EVOLUCIÓN DE LAS RETRIBUCIONES LABORALES


La Comisión Europea, en su documento “ECFIN Country Focus”, de la Dirección General de Asuntos Económicos y Financieros, ha denunciado en su informe de noviembre que el recorte de salarios producido en España durante la crisis ha sido "lento, ineficaz e injusto", ya que ha perjudicado especialmente a los trabajadores temporales, y que los resultados exigen una reforma de la legislación del mercado laboral.

En el siguiente gráfico tenemos la evolución de los salarios reales medios en España según tipo de contrato en los últimos seis años:

Observamos en el gráfico la caída del conjunto de los salarios reales (azul oscuro), que en los contratos temporales (azul claro) ha sido mucho más pronunciada, un 20% en el conjunto de los años, que la producida en los fijos (amarillo), no superior al 5%. 

Los salarios se fijan habitualmente mediante una negociación colectiva entre empresas y trabajadores, bien en el ámbito sectorial o a nivel de empresa. También se determinan mediante un acuerdo bilateral entre la empresa y el trabajador, sobre todo cuando se trata de profesionales cualificados.

Las empresas pueden pagar un salario más alto que el resultante de una negociación, a fin de reducir la tasa de rotación de los trabajadores y elevar su productividad. A este tipo de retribución se le denomina “salarios de eficiencia”.

El poder de negociación de un trabajador depende de los costes que tendría para la empresa su sustitución si la abandonara y de la facilidad del trabajador para encontrar otro empleo. La sustitución será más difícil cuanto más integrado esté el trabajador en la empresa y sea mayor su cualificación. Influye también la situación del mercado de trabajo, porque cuanto más elevada sea la tasa de desempleo, será más fácil para la empresa encontrar un sustituto.

Estos últimos años los trabadores españoles están aceptando salarios más bajos precisamente por el nivel elevado de desempleo del país. Según datos de la Agencia Tributaria (sin anualizar las retribuciones temporales o parciales), en el año 2013 había en España 16,6 millones de personas trabajando por cuenta ajena. De ellas, más de 7,73 millones (46%), cobraron un sueldo de menos de 1.000 euros al mes. Y la remuneración de 5,7 millones de personas (34%) fue de 9.034 euros netos anuales o menos, repartidos en 14 pagas, lo que resulta de promedio 645 euros al mes, exactamente los que corresponden al Salario Mínimo Interprofesional (SMI).

Muchos economistas vienen advirtiendo que la reducción continuada de salarios difícilmente puede argumentarse como una estrategia de largo plazo para mejorar la competitividad, porque lleva al incremento de la desigualdad y al deterioro de las condiciones de vida, que acaban también perjudicando al funcionamiento de la economía.

martes, 2 de diciembre de 2014

POBLACIÓN ACTIVA, DESEMPLEO Y FLUJOS

La Encuesta de Población Activa (EPA) es un estudio que está obligado a realizar cada país de la Unión Europea, con el objetivo de obtener información sobre la actividad de las personas en edad de trabajar. Se considera a la EPA como el mejor indicador del empleo y del desempleo en un país.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) es el encargado de realizar la encuesta en España, recogiendo con periodicidad trimestral la información de 60.000 familias, equivalentes a 200.000 personas

La EPA aporta información sobre la población en edad activa o número de personas potencialmente disponibles para trabajar, es decir, los comprendidos entre 16 y 64 años. Establece también la población activa del país, que es el total de personas que están trabajando o buscando trabajo. Las personas que no trabajan en el mercado ni buscan empleo constituyen el colectivo de inactivos.

En el tercer trimestre de 2014, la población activa en España experimentó un descenso de 44.200 personas  y se situó en 22.931.700. Esta disminución es de una magnitud similar al descenso de la población de 16-64 años (43.100 personas).  

La tasa de actividad es el cociente entre la población activa y la población en edad de trabajar. Ha ido aumentando en las últimas décadas con la  incorporación de las mujeres al mercado de trabajo. La tasa de actividad española se sitúa en el 59,53%.

El cociente entre los desempleados y la población activa es la tasa de desempleo. El paro desciende este trimestre en 195.200 personas. El número total de parados se sitúa en 5.427.700. La tasa de paro global alcanza el 23,67%, pero en el colectivo de jóvenes hasta 25 años llega al 52,38%.

Hay que tener en cuenta que la tasa de desempleo no tiene en cuenta  a las personas que trabajan a tiempo parcial deseando hacerlo a tiempo completo. Como entre el tiempo de trabajo contratado y el tiempo deseado la persona está parada, la tasa de desempleo real en España se estima que en el tercer trimestre podría alcanzar en torno al 34%.

Pero una tasa de desempleo puede reflejar realidades diferentes: un mercado de trabajo activo, en el que hay muchas bajas y muchas contrataciones, o bien, un mercado con pocas bajas, pocas contrataciones y un colectivo de desempleados estancado.


Como vemos en el gráfico, en el tercer trimestre de este año salieron del desempleo en España 1.734.000 personas. Teniendo en cuenta que el desempleo total fue de 5.427.700, las salidas representan un 32%, lo cual quiere decir que, como promedio, el desempleo dura 3,1 trimestres (1/0,32), es decir, 9 meses y medio, un período mucho más elevado que el de otros países europeos, tales como Francia (2,5 meses) y Reino Unido (3,6 meses).

Pero el promedio del tiempo de desempleo español esconde la amarga realidad del paro de muy larga duración. La EPA estima que en el 2013 había 1.275.700 de parados, cerca de la cuarta parte, que llevaban más de 3 años en desempleo.


Como las probabilidades de encontrar ocupación descienden con la duración del desempleo, puesto que van depreciándose los conocimientos y las habilidades de los trabajadores, el elevado paro estructural o de largo plazo va a ser posiblemente la herencia más difícil de afrontar que deje la crisis.