El gobernador del Banco de España ha manifestado que existen
riesgos de incumplimiento del objetivo de déficit público del 6,5% del PIB
comprometido para 2013, debido a la debilidad de los ingresos fiscales.
Se va extendiendo la opinión de que el modelo fiscal español
no funciona. Aunque los tipos en vigor en
algunos impuestos son de los más elevados de Europa, la recaudación, en
proporción al PIB, se aleja de la media de los países europeos.
Los ingresos de las Administraciones Públicas españolas, que
alcanzaron los 378.650 millones de euros
en 2011, se nutrieron en su mayor parte de tres partidas: Las
cotizaciones sociales, que representaron el 36,8%; los impuestos directos, incluyendo
el IRPF, Sociedades, Patrimonio y Sucesiones, llegaron al 27,8%, y los
impuestos indirectos, que engloban el IVA, Consumos específicos e
Importaciones, supusieron el 27,6%.
En el siguiente gráfico recogemos la recaudación, en
porcentaje sobre el PIB, según Eurostat, tanto en España como en la Eurozona en
los últimos 10 años:
En el 2012, la Hacienda Pública española recaudó el 37,1% y, la
media de la Eurozona alcanzó el 46,3%. Pese a las subidas fiscales recientes, España ingresa hoy 51.000 millones
de euros menos que antes de iniciarse la crisis económica. La atonía de la
recaudación es tal que se ingresan 4 puntos porcentuales menos que Portugal y
7,5 menos que Grecia.
Por lo tanto, la presión fiscal en España, medida como la
proporción del total de impuestos y cotizaciones sociales recaudados respecto
del PIB, que alcanzó el 41% en
2007, con la llegada de la crisis ha descendido 4
puntos porcentuales.
Había conseguido acercarse a los niveles medios europeos en
los años 2006 y 2007, pero ahora ha aumentado la brecha, porque los otros países
han conseguido mantener su presión fiscal y en España ha caído
significativamente durante la crisis.
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