Se está observando cierta
tendencia hacia el hundimiento del índice de inflación (IPC) en los países de
la Eurozona. Dejando a un lado la energía y los productos alimenticios, el alza
de precios no sube del 1% en el conjunto de la zona
La convergencia de la
inflación hacia cero no se da únicamente en la Eurozona. También en EE.UU. la
subida general de los precios está cerca del 1% y Japón ha tomado recientemente
importantes medidas para salir de la deflación en la que se instaló el país en
los años noventa.
No cabe duda que los
niveles alcanzados por el desempleo en algunos países desarrollados y el
subempleo en otros, junto a la infrautilización de las capacidades
productivas, están en el origen de esta
caída generalizada de los precios.
Observamos en el
gráfico la caída del nivel de IPC a lo largo de este año en España, tanto el índice
general como el subyacente (sin considerar los productos energéticos y los
alimentos no elaborados). El nivel del 1,8% se debe sobre todo la subida del
IVA.
La deflación es una
situación en la que se da un descenso generalizado de precios, lo que provoca
el aplazamiento del gasto de los consumidores y el aumento del valor real de
las deudas. Es una situación más perniciosa que la inflación para la economía.
Aunque la Gran
Depresión de 1929 se considera la peor espiral deflacionaria que ha tenido
lugar en tiempos modernos, ha habido episodios más recientes. El más conocido
fue el que tuvo lugar en Japón en la década de 1990, cuando los precios se
hundieron y el Banco de Japón se vio obligado a reducir los tipos de interés
prácticamente a cero. La espiral dio lugar a la conocida como “década perdida”,
un período caracterizado por el crecimiento escaso
Así como para combatir
la inflación los bancos centrales utilizan como herramienta el tipo de interés,
elevándolo para desincentivar el excesivo acceso al crédito, en el caso de la
deflación tienen menor capacidad de actuación, ya que no pueden rebajar los
tipos de interés cuanto haga falta, porque nunca pueden ser negativos.
Grecia ha completado ya dos años y medio en la senda deflacionaria. En noviembre de 2010, la inflación rondaba el 5,5% anual y a junio de 2013 cayó al -0,6%.
Aunque la desaceleración en los incrementos de los precios no supone que se va a caer inmediatamente en la deflación, este fenómenos suele aparecer recurrentemente en las crisis económicas, por lo que no es extraño que, ante la evolución del IPC en Grecia, aumente en Europa el temor de se propague a otros países, en particular a los de la periferia, como España e Italia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario