martes, 16 de julio de 2013

CRÉDITO Y COSTE DE FINANCIACIÓN


Un banco capta dinero en forma de depósitos de los ahorradores y  préstamos de los mercados financieros y lo transforma en crédito minorista para financiar la demanda de las familias,  que lo destinan a comprar una vivienda, un coche o el equipamiento para una nueva actividad económica.

Los créditos concedidos por los bancos están, por tanto, ligados a la captación de depósitos y a la financiación mayorista que consigan en los mercados financieros

Hasta el comienzo de la crisis actual, a mediados de 2007, los bancos españoles emitían un tipo de bono denominado “cédula hipotecara” y el dinero que recogían de los mercados era utilizado para conceder créditos, obteniendo una ganancia en la intermediación

En otoño de 2007, con la crisis ya presente, los bancos españoles no lograban colocar sus activos en los mercados financieros y se encontraron con problemas para dar nuevos préstamos. El cierre del crédito pinchó la burbuja inmobiliaria  y el país se metió en la Gran Recesión.

Hay que tener en cuenta que la rentabilidad de las inversiones en la banca se consigue añadiendo deuda a los recursos propios, a fin de aumentar los rendimientos para los accionistas. La regulación bancaria viene exigiendo un capital mínimo del 8%, es decir, por 100 de inversión, los recursos propios del banco han de ser en torno a 8 y los 92 restantes pueden ser dinero ajeno. De este modo, la rentabilidad sobre los activos, que suele ser baja en el sector (0,94% anual en 2008-2011) puede aumentar hasta el 11,75%  (0,94 sobre 8) para los recursos propios, es decir, para los  propietarios o accionistas. 

Como la crisis económica trae consigo el aumento de los impagados, que se encuentra próxima al 11%, un riesgo siempre inherente al negocio bancario, las entidades financieras reaccionan restringiendo los créditos. Endurecen las condiciones y garantías en las concesiones y aumentan los tipos de interés para protegerse del riesgo mayor que perciben.

Según el Banco de Espala, el volumen de crédito concedido a familias y empresas al final de mayo había sufrido una caída interanual del 6,1%, acelerándose la tendencia de los últimos dos años.

En el siguiente gráfico se recogen los problemas que manifiestan las empresas españolas:

En el conjunto empresarial, destacan dos problemas, encontrar clientes (28%) y la financiación o necesidad de crédito (24%), seguidos de lejos por los costes laborales (12%).

Junto a la escasa concesión de créditos, hay que destacar la discriminación en el tipo de interés que sufren las pequeñas y medianas empresas.

Como observamos en el siguiente gráfico, el coste de la financiación por debajo de un millón para las empresas es superior al 5%, el doble que para los préstamos de más de un millón.

Las tasas de interés para los tres casos (hogares y dos dimensiones de empresas) han sido muy similares en el período 2003-2008. Fue en la recesión del 2009 cuando los costes de la financiación se han distanciado e incluso se ha agrandado la brecha en los últimos meses, castigando a las PYMES con un sobrecoste que les añade dificultades para competir en los mercados.

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