martes, 30 de julio de 2013

EXPECTATIVAS, CONSUMO Y AHORRO


Según las estimaciones del Banco de España, el PIB cayó en el segundo trimestre del año un 0,1% en tasa trimestral y el 0,5% en el primero. Van ya dos años seguidos de una recesión que comenzó en  el tercer trimestre de 2011.

Supera ya a la crisis del 2008-2009, que duró siete trimestres, aunque tuvo una intensidad mayor. Entre ambos procesos de recesión hemos tenido año y medio de reducido crecimiento económico (período 2010-2011).

Cuando los consumidores perciben el futuro con optimismo, mejoran sus expectativas y, en consecuencia, aumentan el gasto. Cuando temen por el futuro, como sucede actualmente, reducen el consumo y aumentan el ahorro por precaución.

La demanda interna creció en la época final de la burbuja más que la capacidad de producir bienes y servicios y el incremento acelerado de las importaciones causó déficits continuados  por cuenta corriente con el exterior, que han llevado a que la deuda externa neta se sitúe en el 97% del PIB.

Aunque se suelen escuchar críticas, la deuda moderada no es mala en sí misma, siempre que el rendimiento que se obtenga de las inversiones realizadas con ella supere el coste de la financiación.

El problema es que, por una parte, la prima de riesgo ha aumentado los costes de utilizar el dinero y, por otra, las inversiones en el sector inmobiliario han resultado ruinosas, puesto que  se han construido viviendas en cantidades que no responden a la demanda actual.

Un tercio de las familias españolas se endeudaron en la compra de viviendas y ahora tienen dificultades para atender los vencimientos. Los bancos también se encuentran con problemas para conseguir financiación en los mercados.

Los datos de la Contabilidad Nacional Trimestral que facilita el Instituto Nacional de Estadística (INE) indican que la renta de las familias ha disminuido un 0,5% en tasa interanual durante el primer trimestre de 2013, con un descenso de la remuneración de los asalariados del 6,1%, también en términos interanuales.

El gasto en consumo final de los hogares disminuye un 2,1% con respecto al mismo período del año anterior y la tasa de ahorro se sitúa en el 1,2% de la renta disponible, aumentando 1,6 puntos respecto de hace un año.

Si pasamos a períodos móviles de cuatro trimestres, desde el segundo trimestre de 2012 al primero de 2013 la tasa de ahorro de las familias alcanza el 8,5% de su renta disponible, 0,3 puntos más que en el período anual precedente

 



Parece que mejoran las expectativas de las familias, según la información que facilita el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que elabora la encuesta “Indicador de confianza del consumidor” (ICC) recogiendo mensualmente la valoración de la evolución reciente y las expectativas de los consumidores españoles.

El indicador alcanzó en junio 61,8 puntos frente a los 50,8 en el mes anterior y volvió a la senda del crecimiento iniciada en marzo e interrumpida en mayo. Pero pese al crecimiento, el indicador sigue estando alejado de los 100 puntos, que marcan el comienzo de la percepción favorable u optimista.

Se aprecian mejoras en las expectativas, pero un 30% de los consumidores creían en junio que su familia iba a empeorar en los próximos seis meses y los que vaticinaban una mejora no pasaban del 12,4%. Aún sigue predominando el pesimismo.

martes, 23 de julio de 2013

EXPORTACIONES Y CRECIMIENTO


El Producto Interior Bruto de un país (PIB), en términos de demanda, está compuesto por el consumo y la inversión privados, el gasto público y las exportaciones netas (exportaciones menos importaciones)

Dados los déficits de la balanza por cuenta corriente española de la década anterior a la crisis, el crecimiento  vino del aumento del consumo y de la inversión privada, vinculados con el sector inmobiliario. Pero cuando pinchó la burbuja cayó la demanda interna y comenzó la recesión actual,  acompañada del proceso de ajuste.

El gasto interno es muy débil, puesto que tanto las familias como las empresas, los bancos y el Estado tratan de reducir su volumen de deuda. La recesión sólo puede detenerse por la vía de las exportaciones. ¿Tienen capacidad competitiva en el exterior las empresas españolas?

 El comercio exterior de las dos décadas anteriores nos indica que,  desde 1990 a 2010, las exportaciones españolas se multiplicaron por 4,5 y crecieron un 50% más que las alemanas. Es evidente que se cuenta con empresas capaces de desarrollar proyectos competitivos en el mercado internacional.

España  ha sido el país de la Eurozona donde más han crecido las exportaciones desde 2008. La depreciación del euro, que ha caído un 10% respecto del dólar a partir de febrero de 2013, ha favorecido la capacidad competitiva fuera de la Eurozona.
Podemos ver en el siguiente gráfico el incremento de exportaciones en el año 2013. La caída de las importaciones es consecuencia del descenso de la demanda interna.

Para que se dé el círculo virtuoso entre exportaciones y crecimiento, el sector exterior debe arrastrar la expansión del mercado interno. El proceso será lento y no faltarán dificultades. Parece necesario, por tanto,  trasvasar empleos del sector interno al internacional, mejorando la eficiencia.

Este planteamiento responde a una corriente de pensamiento en el análisis económico según la cual la capacidad de exportar es la que impulsa la inversión privada y la creación de empleo. Alemania y Japón, entre otros, adoptaron este modelo en los años sesenta y ahora el FMI, la Comisión Europea y el BCE quieren impulsarlo en los países periféricos europeos aprovechando la crisis.

Bajo este modelo, basado en la teoría de las ventajas comparativas, los países se especializan en aquellos productos que mejor saben hacer respecto de otras naciones.

No faltan críticas al modelo. Se argumenta que los países que se especializan en bienes básicos (materia prima, textiles) se encuentran con precios muy bajos porque tienen muchos competidores, en tanto que los países con producciones de alto valor añadido (tecnológicas) consiguen altos precios y el intercambio empobrece a los primeros a lo largo del tiempo.

El modelo lleva también al empobrecimiento del vecino, porque habitualmente se apoya en la reducción de los salarios para ser más competitivos, lo cual acaba disminuyendo la renta de las familias y provoca la aparición de crisis de demanda.

Hay que reconocer que, aun contando con las exportaciones para tratar de detener la recesión, las empresas tendrán que invertir para que se llegue a crear empleo y será preciso también que aumente el consumo de las familias, superando el pesimismo que se ha instalado en la sociedad.

 

 

 

martes, 16 de julio de 2013

CRÉDITO Y COSTE DE FINANCIACIÓN


Un banco capta dinero en forma de depósitos de los ahorradores y  préstamos de los mercados financieros y lo transforma en crédito minorista para financiar la demanda de las familias,  que lo destinan a comprar una vivienda, un coche o el equipamiento para una nueva actividad económica.

Los créditos concedidos por los bancos están, por tanto, ligados a la captación de depósitos y a la financiación mayorista que consigan en los mercados financieros

Hasta el comienzo de la crisis actual, a mediados de 2007, los bancos españoles emitían un tipo de bono denominado “cédula hipotecara” y el dinero que recogían de los mercados era utilizado para conceder créditos, obteniendo una ganancia en la intermediación

En otoño de 2007, con la crisis ya presente, los bancos españoles no lograban colocar sus activos en los mercados financieros y se encontraron con problemas para dar nuevos préstamos. El cierre del crédito pinchó la burbuja inmobiliaria  y el país se metió en la Gran Recesión.

Hay que tener en cuenta que la rentabilidad de las inversiones en la banca se consigue añadiendo deuda a los recursos propios, a fin de aumentar los rendimientos para los accionistas. La regulación bancaria viene exigiendo un capital mínimo del 8%, es decir, por 100 de inversión, los recursos propios del banco han de ser en torno a 8 y los 92 restantes pueden ser dinero ajeno. De este modo, la rentabilidad sobre los activos, que suele ser baja en el sector (0,94% anual en 2008-2011) puede aumentar hasta el 11,75%  (0,94 sobre 8) para los recursos propios, es decir, para los  propietarios o accionistas. 

Como la crisis económica trae consigo el aumento de los impagados, que se encuentra próxima al 11%, un riesgo siempre inherente al negocio bancario, las entidades financieras reaccionan restringiendo los créditos. Endurecen las condiciones y garantías en las concesiones y aumentan los tipos de interés para protegerse del riesgo mayor que perciben.

Según el Banco de Espala, el volumen de crédito concedido a familias y empresas al final de mayo había sufrido una caída interanual del 6,1%, acelerándose la tendencia de los últimos dos años.

En el siguiente gráfico se recogen los problemas que manifiestan las empresas españolas:

En el conjunto empresarial, destacan dos problemas, encontrar clientes (28%) y la financiación o necesidad de crédito (24%), seguidos de lejos por los costes laborales (12%).

Junto a la escasa concesión de créditos, hay que destacar la discriminación en el tipo de interés que sufren las pequeñas y medianas empresas.

Como observamos en el siguiente gráfico, el coste de la financiación por debajo de un millón para las empresas es superior al 5%, el doble que para los préstamos de más de un millón.

Las tasas de interés para los tres casos (hogares y dos dimensiones de empresas) han sido muy similares en el período 2003-2008. Fue en la recesión del 2009 cuando los costes de la financiación se han distanciado e incluso se ha agrandado la brecha en los últimos meses, castigando a las PYMES con un sobrecoste que les añade dificultades para competir en los mercados.

martes, 9 de julio de 2013

LOS BANCOS CENTRALES RETIRARÁN ESTÍMULOS


Las declaraciones de Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal de EE.UU., de retirar los planes de estímulo a partir del próximo año están provocando caídas en las Bolsas y el aumento de las primas de riesgo en los países con dificultades financieras, como es el caso de España.

La incidencia de los bancos centrales es fundamental en el sistema financiero de los países. En la Unión Europea tenemos   el Sistema Europeo de Bancos Centrales (SEBC), que incluye a los bancos centrales de los países miembros y al Banco Central Europeo (BCE)

El Banco de España es en nuestro caso el banco central. Se trata de un organismo autónomo con las funciones  de supervisar el funcionamiento de las entidades de crédito y ser el banco del Estado, entre otras. Participa en el Sistema Europeo  para definir y ejecutar la política monetaria, realizar operaciones de cambio de divisas y emitir los billetes de curso legal.

Junto con el BCE, hay tres grandes bancos centrales con influencia en el mundo en estos momentos: La Reserva Federal (EE.UU), el Banco de Japón y el Banco de Inglaterra.

El principal objetivo que guía a todos ellos  (el único en el caso del  BCE) es mantener bajo control la inflación (la referencia europea es del 2%) y una de las herramientas que disponen  para conseguirlo es el tipo de interés.

La gestión de la tasa de interés la realizan a través de tres vías: a) anuncian el cambio del tipo básico oficial, que es seguido de cambios en las tasas de las hipotecas, préstamos y depósitos; b) usan operaciones en el mercado abierto, compras y ventas de bonos,  para influir  en el precio del dinero, y c) establecen el  coeficiente de caja o nivel de reservas que deben mantener los bancos en forma de dinero líquido, con lo que condicionan su capacidad de dar créditos.

Pero la función de los bancos centrales no es sólo controlar los  tipos de interés sino también garantizar el buen funcionamiento del sistema financiero. Actúan como prestamistas de última instancia, sobre todo en épocas de turbulencia económica. El BCE tiene limitada esta función, debido a que no se le permite en sus estatutos dar crédito directamente a los países.

La crisis de 2007 ha forzado a los bancos centrales a aumentar su papel de garantizadores de liquidez del sistema bancario, inyectado grandes cantidades de recursos en forma de créditos de bajo tipo de interés y compras de títulos, ayudando así a financiar déficits públicos para dar tiempo a reducir los endeudamientos.

En el siguiente gráfico vemos la evolución del incremento de los activos de los bancos centrales en el período 2007-2012, en % del PIB:

El Banco de Pagos Internacionales (el banco de los bancos), con sede en Basilea (Suiza) coincide con Bernanke y propone poner fin a los estímulos monetarios e iniciar el incremento del tipo de interés, porque estima que los planes de flexibilización cuantitativa han ido demasiado lejos.

Pero algunos economistas advierten que los países se encuentran en situaciones distintas tanto en  desempleo como en nivel de endeudamiento y, por lo tanto, con necesidad de aplicar políticas económicas específicas en cada caso.

martes, 2 de julio de 2013

EL ORO COMO REFERENCIA MONETARIA

Con el comienzo de la crisis actual en 2007, la referencia al oro vuelve a escucharse cada vez con mayor intensidad. Las políticas monetarias expansivas de los bancos centrales han vuelto a la actualidad las demandas de los partidarios de la vuelta al oro como alternativa a las monedas fiduciarias.
 
Debido a tales políticas, los bancos centrales de los países emergentes, tales como China, India y Brasil, están apostando decididamente a favor del oro, tratando de defenderse de la caída del dólar. 
 
Como es habitual en tiempos de crisis, se ha incrementado el precio del metal, tal como podemos observar en el siguiente gráfico
La característica del llamado "patrón  oro" es que las monedas se miden por la cantidad de su contenido en ese metal. En el período clásico, desde el siglo XVIII hasta la década de los años treinta del siglo pasado, las autoridades monetarias del país se comprometían a fijar el precio de sus monedas en oro y a intercambiar el metal amarillo por moneda en cantidades ilimitadas.
 
Tras la Segunda Guerra Mundial, el patrón oro dio paso a un sistema mixto, que se diseñó en la conferencia de Bretton Woods (EE.UU.). El dólar se fijó en términos de oro y el resto de las monedas tenían una paridad semiflexible frente al dólar, con la posibilidad de alterar el tipo de cabio en una banda prefijada.
 
Se crearon dos instituciones, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Internacional de Reconstrucción y Desarrollo (Banco Mundial), para establecer un sistema de equivalencia entre divisas basado en el dólar, moneda de referencia que se suponía más o menos respaldada por lingotes de oro.
 
El papel de FMI estaba encaminado a financiar los déficits por cuenta corriente de los países miembros, que podían tomar préstamos hasta un determinado nivel, ligado a su participación en el Fondo.
 

El sistema diseñado en Bretton Woods, en el que el dólar era plenamente convertible en oro, funcionó hasta 1971, año en el que EE.UU, siendo presidente Nixon, decidió a abandonarlo. La guerra de Vietnam había disparado las deudas de EE.UU. y se pasó del oro a imprimir billetes en la cantidad necesaria. Fue el final del patrón oro.

El inconveniente del patrón oro es que el sistema fija la cantidad de dinero en circulación y, por tanto, elimina la discrecionalidad de la política monetaria. El aumento de dinero va unido exclusivamente a los descubrimientos de minas de oro, lo cual supone un corsé para el crecimiento, al expandirse la economía más rápido que el oro extraído de los yacimientos.

 La expansión monetaria puede ser un instrumento para impulsar el desarrollo de un país. Así lo ha entendido recientemente Japón, que va a insuflar a su economía el equivalente al 30% del PIB en dos años con el objetivo de poner fin a más de 15 años de deflación y depresión económica.