El Banco
Central Europeo (BCE) ha decidido bajar los tipos de interés que cobra a los bancos, hasta ahora el 1%,
exactamente al 0,75 %, la
cifra más baja de la historia de esta institución.
Previsiblemente, como reconoció el propio Draghi, esta medida no tendrá un impacto
directo apreciable en una economía en recesión.
Ya sabemos que el
dinero, además de requerirse para transacciones, para ser utilizado como
medio de cambio, se demanda como depósito de valor. En momentos de incertidumbre,
por ejemplo, el inversor tiende a aumentar la parte de su cartera en activos
seguros, como el dinero líquido, para reducir el riesgo de sufrir pérdidas en
sus inversiones. Esta es la demanda como activo.
Con una representación
gráfica tomada de Eumed, vamos a tratar de explicar cómo se transmite la
política monetaria a la economía de un país.
El
mercado monetario
En este gráfico, que
representa el mercado monetario, aparece en ordenadas el tipo de interés (r) y
en abscisas la cantidad de dinero (M). Los equilibrios entre la demanda de
dinero (curva MD) y la oferta monetaria (líneas verticales MS) hacen que, al
aumentar la oferta de MSo a MS*, el tipo de interés descienda de r0
a r*.
El
efecto en la inversión
Añadiendo una parte B al gráfico,
relacionado con la incidencia en la inversión, se mantiene en ordenadas el tipo de interés (r) y en
abscisas la inversión (I). La figura muestra el nivel de inversión correspondiente
a cada tipo de interés. Cuando la tasa de interés desciende de r0 a
r*, la inversión aumenta de Io a I*, puesto que, al ser menor el coste de
financiación de las empresas, se incrementa el rendimiento neto de las
inversiones.
La nueva renta de equilibrio
Completando el gráfico, la parte C recoge la consecuencia de ser el nivel de inversión un componente de la producción o PIB (Y) del país, que se representa en abscisas. Si situamos en ordenadas la demanda agregada (DA), que equivale también a la producción, la línea azul será la bisectriz del cuadrante, que indica la igualdad entre los valores de ordenadas y de abscisas en todo su recorrido.
El incremento de
inversión de la parte B, de Io a I* hace aumentar la demanda agregada en la
parte C del gráfico, puesto que es uno de sus componentes, de DAo a DA*,
elevando la renta del país de Yo hasta Y*, pero no llega al nivel de producción
necesario para conseguir el pleno empleo (Ype).
Los
límites al estímulo económico
¿Por qué no llega a alcanzar el nivel de pleno empleo (Ype), cuando es uno
de los objetivos de la política económica del país?. Sencillamente porque cualquier aumento de oferta de dinero a partir de MS* (gráfico A) no puede reducir el tipo de interés y, por tanto, ha perdido la capacidad de estimular la inversión (parte B del gráfico)
Se dice que la economía ha caído en la “trampa de la liquidez”, un concepto
keynesiano que señala aquel estadio en el que la alteración de la tasa de interés, que es el precio de la liquidez, ha tocado su límite inferior, que nunca podrá ser menor que cero.
Está claro que en una
crisis financiera reducir los tipos de interés hasta acercarlos a cero puede no
ser suficiente para restablecer la confianza y empujar a las entidades de
crédito a prestarse dinero entre ellos. Los bancos están tan preocupados por
sus necesidades de liquidez (y hay tanta desconfianza en el valor de sus activos) que prefieren
mantener excedentes de dinero antes que prestarlo.
En una situación próxima a la trampa
de la liquidez, como la actual, no parece que la bajada de tipos vaya a tener
mucha incidencia en la economía real.La política monetaria puede
resultar ineficaz para estimular la demanda y reactivar el crecimiento
económico.
La alternativa es
recurrir a la otra rama de la política económica, la política fiscal, que
gestiona ingresos y gastos públicos, para suavizar los ajustes fiscales y lanzar un programa de estímulo económico.
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