Tal como señalábamos en
la entrada anterior, en épocas de crisis, como la actual, los Bancos Centrales
siguen una política expansiva, inyectando liquidez al sistema, con lo que tienden
a aumentar la base monetaria (BM), que
está compuesta por el dinero en efectivo en manos del público (EMP) y las reservas o dinero liquido en las cajas de
los bancos - incluyendo los excedentes de liquidez en el banco central- (RB)
Comprobamos en el gráfico el crecimiento de la base monetaria en los últimos años en la zona euro, sobre todo a partir de mediados de 2011. Destaca en su composición el incremento del exceso de liquidez (franja verde rayada) o depósitos que los bancos tienen en el Banco Central Europeo (BCE).
Como se muestra en
la figura, el BCE utilizó a comienzos de 2012 otro instrumento de política
monetaria, la modificación del coeficiente legal de caja o proporción de los
depósitos que los bancos deben tener en forma dinero liquido. La reducción de
la franja roja rayada en el 2012 es consecuencia del descenso de ese
coeficiente del 2 al 1%.
Pero, como observamos, no ha tenido efectos prácticos ese descenso
del coeficiente porque, ante el clima de
desconfianza que ha provocado la crisis,
los bancos han decidido aumentar sus reservas de dinero (exceso de liquidez)
en lugar de conceder créditos a las empresas y familias. Es decir, aumenta de
hecho el encaje bancario o coeficiente
de caja (w): RB/Depósitos de los clientes (D)
También el público está reteniendo más dinero
líquido ante el
temor de una ruptura del euro. Al desconfiar del valor futuro de sus depósitos,
reduce el dinero en las cuentas bancarias y se queda con mayor cantidad de
billetes y monedas. Por tanto, el coeficiente
de efectivo en manos del público (e), que es igual a (EMP)/(D), está aumentando.
Como la cantidad
de dinero en circulación u oferta
monetaria (M3) está compuesta
por el efectivo en manos del público y todos los depósitos bancarios
M3/BM
= (EMP+D) / (EMP+RB)
Dividiendo el numerador y el denominador del segundo miembro entre D, sustituyendo
y operando matemáticamente podemos establecer
M3 =
BM x (1+e)/(e+w), o
bien, M3 = BM x k
siendo k
= (1+e)/(e+w) el multiplicador monetario
A finales del primer
trimestre de 2012, según los datos del boletín del BCE, la cantidad de dinero
M3 en circulación era en la zona era de 9,8 billones de euros. Teniendo en
cuenta que la base monetaria estaba en 1,8 billones, el multiplicador monetario se
situaba en torno a 5,4.
Para ayudar a aclarar
estos conceptos, vamos a suponen que en los próximos meses, debido a la
recesión y la desconfianza que se ha instalado en el entorno, los bancos
aumenten la proporción de reservas líquidas, hasta fijarlo en (w)=20% , y el
público también aumente la retención de dinero, situándolo en (e) = 15%.
Entonces, el multiplicador sería (1,15/0,35) = 3,2.
Querría decir que habría
disminuido la capacidad de las inyecciones monetarias, a través del incremento
de la base monetaria, de aumentar la cantidad de dinero en circulación en
torno a un 40% aproximadamente.
La política monetaria pierde su eficacia cuando la economía cae en la llamada “trampa de la
liquidez”, concepto que trataremos en una próxima entrada.
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