martes, 9 de enero de 2018

RIESGOS DEL ENDEUDAMIENTO

El año 2017 ha sido bueno para la economía mundial, con un crecimiento del orden del 3,7%. En opinión de los analistas, 2018 será también otro año de crecimiento global, debido el incremento esperado del consumo y de la inversión. La variable preocupante continúa siendo el nivel de endeudamiento acumulado.

Las economías emergentes, que incluyen una veintena de países de rápido crecimiento, entre ellos China e India, han sido las responsables de que la deuda mundial global de hogares, empresas no financieras, gobiernos y entidades financieras alcanzase en el tercer trimestre de 2017 un total de 232,9 billones de dólares, el 318% del PIB mundial.

En los últimos siete años, la deuda externa (aquella que individuos, empresas y gobiernos adeudan al extranjero) de los países emergentes más importantes ha mantenido un ascenso continuo, En los últimos 5 años ha pasado de 4 billones de dólares a 6 billones, con lo que se estima que algunos países emergentes pueden tener dificultades financieras en un próximo futuro, con peligro de que contagien a los demás.

En el endeudamiento del sector privado de una economía se pueden distinguir tres categorías: a) la deuda con suficiente cobertura, en la que el flujo de caja es capaz de cubrir las amortizaciones y los intereses; b) la de tipo especulativo, que se da cuando el efectivo sólo cubre los intereses, sin amortizar los préstamos, y por tanto, recurriendo a la refinanciación, y c) el llamado “tipo Ponzi o Piramidal”, donde el flujo de dinero ni siquiera cubre los intereses, porque los pagos no se pueden realizar con los rendimientos obtenidos, sino recurriendo a los recursos de nuevos aportantes.

El economista estadounidense Hyman Minsky dejó escrito que cuanto mayor sea la proporción de las deudas especulativa y de tipo Ponzi, mayor es el riesgo de que una súbita pérdida de confianza desencadene una oleada de desapalancamiento o impulso por reducir el endeudamiento que ocasione una severa crisis financiera.

En el contexto financiero internacional, con la crisis económica y la reducción de la tasa de beneficio, los sectores empresariales dominantes iniciaron hace una década la transferencia de una parte de sus recursos desde el capital productivo al capital financiero, denominado en ocasiones capital especulativo, lo cual ha ido modificando el equilibrio entre activos financieros y activos reales, dando paso al predominio de las finanzas sobre la economía real. Se puede comprobar que los inversores tienden a retener sus ganancias en forma de dinero líquido, lo cual afecta a la transformación en capital que necesitan los sectores productivos de la economía.

Se impulsó el mercado de los “derivados”, productos financieros de alto riesgo cuyo valor se basa en el precio de otro activo (subyacente) Este mercado está formado por la transacciones de acciones, bonos y fondos, que habían surgido dentro del sistema financiero internacional y vinieron a ser utilizados por los bancos, compañías de seguros, fondos de inversión y fondos de pensiones.

Mientras que el capital productivo tiene una función importante en el proceso de obtención de bienes, el capital financiero no hace más que reproducirse a sí mismo, sin apenas conexión con la economía real. Existe la cultura de recompra de acciones y una incansable extracción de beneficios. Las ganancias obtenidas por las empresas no se reinvierten en puestos de trabajo o crecimiento sostenible.

El peligro es que una parte importante de la deuda de los países en vías de desarrollo se convierta en impagable y presione fuertemente en el sistema financiero. Si eso ocurre, la comunidad internacional tendrá que renegociar las deudas, seguramente de una manera más justa y ordenada de lo que ha hecho hasta ahora.









No hay comentarios:

Publicar un comentario