Analizando las causas del desempleo, el profesor de la Universidad de Yale Arthur M.Okun estableció en 1962 la relación entre el paro y la producción. De manera intuitiva, si disminuye la producción, se utilizan menos insumos productivos, entre ellos el trabajo, por lo que aumenta el desempleo
La denominada “ley de Okun” señala que la reducción del desempleo tiene una relación lineal negativa con el aumento del producto del país. Pero el crecimiento del PIB debe superar cierto mínimo, debido a que hay que contar con el aumento de la población activa y el incremento de la productividad del trabajo. Algunos analistas económicos situaban el mínimo crecimiento del PIB necesario en España para reducir el nivel de desempleo en torno del 2,5% anual.
Los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) señalan que el número de parados en España aumentó en 30.100 personas (dato sin desestacionalizar) en el cuarto trimestre de 2014. Vemos en el siguiente gráfico la evolución del cuarto trimestre en los últimos 7 años.
Pese al aumento de ocupación en 65.100 personas durante el trimestre, como la población activa creció en 95.200 personas, el desempleo subió en 30.100, al ser el incremento de activos mayor que el de ocupados. En cambio, en cómputo anual, en el conjunto de 2014 el paro se ha reducido en 477.900 personas, en un año en el que el PIB no ha superado el 1,4% de crecimiento.
La necesidad de crecer en torno a la tasa del 2,5% para que descienda el desempleo estaba sustentada en un sector industrial con mayor participación que la actual en el PIB, con incrementos de productividad mayores Al cambiar de estructura la economía, con un peso mayoritario del sector servicios, quizás se confirme que, en adelante, no sea necesario tanto incremento del PIB para que se cree empleo neto.
Cuando el empleo se crea en sectores de baja productividad, el aumento de PIB se produce por el uso de más recursos. Es lo que ocurrió, por ejemplo, en el tercer trimestre de 2014:aumento del PIB en un 0,5% e incremento de ocupación del 0,4%
Dada la reducción de personal que ha habido en los años de crisis, cualquier incremento de producción tiene que llevar a nuevas contrataciones, con lo cual se puede rebajar el elevado desempleo actual, que se sitúa en España en el 23,7%
Además de un alto nivel de paro estructural, es preocupante el tipo de empleo que se está generando en los últimos trimestres: trabajo parcial involuntario, contratos temporales y aumento de falsos autónomos.
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