martes, 7 de octubre de 2014

LAS FLUCTUACIONES ECONÓMICAS


La crisis ha desmontado la ilusión de que las tasas de crecimiento de la década 1997-2007 suponían una moderación de los ciclos económicos. Hoy día volvemos la mirada a los principios de la macroeconomía, que afirman la recurrencia de las fluctuaciones económicas, con el agravante añadido de que los continuos movimientos de capitales especulativos pueden contribuir a ampliar esas fluctuaciones.

Lo cierto es que los países experimentan a lo largo de los años importantes alteraciones en el nivel de actividad económica. En el siguiente gráfico podemos observar la evolución de las tasas de variación anual del PIB español en el período 1980-2013:


Tras el período de expansión de mediados de los años 80 del siglo XX, que alcanzó su máximo en 1987, con un 5,5% de crecimiento, llegó la recesión de comienzos de los años 90, que hundió el PIB hasta el -1% en 1993. La economía trazó una “V” y vuelvió a la senda de expansión con rapidez, alcanzando de nuevo tasas elevadas de crecimiento en los cinco años siguientes, que culminaron en el 5% del 2000. 

En los primeros siete años de este siglo España creció a una tasa en torno al 3% anual, hasta que la gran recesión provocó descensos a partir del 2008, con el peor registro en el año 2009 (-3,8%). Los últimos cuatro años han sido de recesión, según la reciente revisión estadística.  

Una característica del ciclo económico español es que, ante la insuficiente capacidad de generar ahorro del país, se tiene que recurrir al ahorro extranjero, y el crecimiento se ve limitado por la evolución de la balanza de pagos, que suele sufrir un intenso deterioro en cuanto la economía empieza a crecer, debido al incremento de las importaciones

A España le cuesta mantener un ritmo de crecimiento moderado y las etapas de expansión van seguidas por períodos de crisis y fluctuaciones en forma de dientes de sierra, que reducen el potencial de crecimiento y crean incertidumbres en el entramado empresarial.

Las fluctuaciones de la actividad económica, las coyunturas o ciclos económicos, difieren entre ellos en duración e intensidad. En el período 1980-2013, según el gráfico, cada uno de los dos ciclos que se producen tiene una duración en torno a 15 años, con puntos de inflexión mínimos en 1980, 1993 y 2009. 

A comienzos de los años 1990, el hundimiento de los países del antiguo bloque del Este provoca una convulsión en la economía mundial, que pudo estar en el origen de la recesión del primer ciclo mencionado. En cuanto al segundo, en agosto de 2007 coincide con la aparición de las hipotecas basura de EE.UU., que se agravó en España por la explosión de la burbuja inmobiliaria.

La crisis económica ha tenido un fuerte impacto negativo sobre la capacidad productiva del país, a causa del menor crecimiento de la población y de la caída de las inversiones, que van a dificultar la reducción del componente cíclico del elevado desempleo que padecemos.

 

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