martes, 8 de abril de 2014

EL HORIZONTE TEMPORAL


Los modelos económicos son representaciones del mundo real que explican las conductas significativas y omiten los detalles que carecen de relevancia. A través de ellos, incorporando relaciones matemáticas y gráficos, se representa la compleja conducta de los agentes económicos de un país.

La macroeconomía se organiza en torno a tres modelos o perspectivas de horizonte temporal:

a)   El largo plazo, que se centra en el crecimiento de la capacidad productiva, en base a la acumulación del capital físico y mejora del potencial humano, junto con el nivel de la tecnología. Es el modelo de crecimiento económico, en el que la tasa de ahorro juega un papel importante.

b)   El medio plazo, con el capital físico, el potencial humano y la tecnología relativamente fijos, que determinan la capacidad productiva, llamado también “producción potencial”. Por tanto, es una determinada instantánea del largo plazo. Influyen las perturbaciones temporales y los precios son fijados por la demanda.

c)   El corto plazo, en el que los cambios de la demanda condicionan la utilización de la capacidad instalada y, por tanto, el nivel de PIB y de empleo, con los precios relativamente fijos. Este es el período en que actúa de modo más eficaz la política macroeconómica.

El período que abarca cada horizonte resulta difícil de determinar, pero es evidente que, si consideramos un plazo de décadas, lo más importante será la tasa de crecimiento anual del PIB y, en cambio, si tenemos en cuenta sólo unos meses, es la demanda la que determina la situación de la economía. Así, las medidas de consolidación fiscal, disminuyendo la demanda interna (consumo e inversión), han reducido en un período muy breve la producción y elevado el desempleo.

Con perspectiva de largo plazo, mirando al pasado, en el siguiente gráfico se representa la evolución de la renta por habitante de España en el último siglo y medio, en dólares y a precios constantes


Observamos que, tras un siglo (1855-1955) con escaso crecimiento del PIB por habitante, la renta personal traza una pendiente de casi 45º, pasando del entorno de 5.000 dólares en 1959, cuando la economía española se abrió al comercio internacional,  a cerca de 27.000 en el año 2011

En los últimos  52  años (1959-2011) ha habido varias crisis económicas, pero pese a los efectos negativos de todas ellas,  una visión del largo plazo indica que el bienestar material medio de las personas ha crecido en España  a una tasa  anual del 3,3%.

Con respecto  a la última década, el siguiente gráfico ofrece una perspectiva de la evolución del nivel de vida,  en euros de 2013:

Vemos que las dos últimas recesiones han devuelto la renta per cápita prácticamente al nivel de principios del siglo.

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