Según el análisis económico del modelo neoclásico, los
rendimientos del capital son decrecientes, por lo que las regiones con renta
por habitante relativamente baja tienen una mayor productividad del capital y
menor productividad de trabajo.
El análisis sugiere que las diferencias atraen capitales de las regiones de renta
elevada hacia las de baja y, a la vez, envían flujos de población hacia las
primeras. Es un desplazamiento de factores
productivos hacia las regiones donde la
productividad y la remuneración son más altas, con lo que se da el proceso de aproximación
entre regiones que se conoce como convergencia
Pero el modelo no prevé situaciones en las que algunas regiones concentran porcentajes
crecientes de renta y de población. Hace falta recurrir para poder explicarlo al economista Paul
Krugman, quien introduce en el análisis diferencias entre territorios, tanto
físicas como de organización socioeconómica y en capacidades emprendedoras. La
geografía no suele resultar indiferente al proceso de desarrollo económico.
En el siguiente gráfico recogemos la distribución del PIB per
cápita entre las Comunidades Autónomas españolas en el año 2013:
El País Vasco encabezaba el ranking con un 34,5% de PIB por
persona superior a la media española,
seguido de Madrid, Navarra y Cataluña. En la cola del listado estaba
Extremadura, con 32,6% menos que la media y ligeramente por encima Melilla,
Andalucía, y Castilla-La Mancha.
Entre los determinantes del PIB per cápita están la productividad
aparente del trabajo (PIB / Ocupados) y la tasa de ocupación (Ocupados /
Población )
Utilizando el coeficiente de variación (desviación estándar /
media) como medida de dispersión, se pueden saber la evolución de la
desigualdad entre las Comunidades Autónomas.
Una mirada a los datos del último medio siglo permite conocer
que, desde 1955 hasta comienzos de 1980, se produjo una clara reducción de la
desigualdad en términos de PIB per cápita. El coeficiente de variación bajó de
0,29 a 0,20. En cambio, la diferencia aumentó en términos de PIB total (0,23 a
0,26), por los fuertes movimientos
migratorios en las décadas de 1960 y 1970.
La convergencia fue menor desde 1980 hasta 2008 y durante los años que llevamos de crisis la desigualdad ha aumentado,
debido a que la presencia de sectores de tecnología avanzada y la mayor
capacidad exportadora han permitido resistir mejor la crisis a los
territorios de más elevado nivel de PIB per cápita.
En los seis años de Gran Recesión, los territorios más
castigados, probablemente por su mayor dependencia del sector de la
construcción y de las actividades inmobiliarias, han sido Andalucía, Castilla-La Mancha y la
Comunidad Valenciana, con una pérdida de PIB del orden del 10%.
El grupo que mejor ha resistido a la crisis está formado por
la C.A. Vasca, Navarra y Madrid, como consecuencia de contar con mayor peso
industrial y más apertura al exterior. La pérdida
de producción de estas comunidades puede
situarse en torno al 5% en los años de crisis.
Respecto a la posición en el contexto europeo, dando el valor
100 a la media de la Unión Europea, en paridad de poder adquisitivo, en el año 2011, tenemos en el siguiente
gráfico la posición de las Comunidades Autónomas españolas:
Vemos que el País Vasco se encuentra a la cabeza del ranking de renta,
superando a la media de la Unión Europa en un 33,2%, pero la comparación con la
Eurozona, donde están nuestros principales socios, reduce la diferencia
positiva al 8,2%.
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