martes, 15 de abril de 2014

DISTRIBUCIÓN TERRITORIAL DE LA RENTA


Según el análisis económico del modelo neoclásico, los rendimientos del capital son decrecientes, por lo que las regiones con renta por habitante relativamente baja tienen una mayor productividad del capital y menor productividad de trabajo.

El análisis sugiere que las diferencias  atraen capitales de las regiones de renta elevada hacia las de baja y, a la vez, envían flujos de población hacia las primeras. Es un desplazamiento de factores productivos hacia  las regiones donde la productividad y la remuneración son más altas, con lo que se da el proceso de aproximación entre regiones que se conoce como convergencia

Pero el modelo no prevé situaciones en las que  algunas regiones concentran porcentajes crecientes de renta y de población. Hace falta recurrir  para poder explicarlo al economista Paul Krugman, quien introduce en el análisis diferencias entre territorios, tanto físicas como de organización socioeconómica y en capacidades emprendedoras. La geografía no suele resultar indiferente al proceso de desarrollo económico.

En el siguiente gráfico recogemos la distribución del PIB per cápita entre las Comunidades Autónomas españolas en el año 2013:


El País Vasco encabezaba el ranking con un 34,5% de PIB por persona superior  a la media española, seguido de Madrid, Navarra y Cataluña. En la cola del listado estaba Extremadura, con 32,6% menos que la media y ligeramente por encima Melilla, Andalucía, y Castilla-La Mancha.

Entre los determinantes del PIB per cápita están la productividad aparente del trabajo (PIB / Ocupados) y la tasa de ocupación (Ocupados / Población )

Utilizando el coeficiente de variación (desviación estándar / media) como medida de dispersión, se pueden saber la evolución de la desigualdad entre las Comunidades Autónomas.

Una mirada a los datos del último medio siglo permite conocer que, desde 1955 hasta comienzos de 1980, se produjo una clara reducción de la desigualdad en términos de PIB per cápita. El coeficiente de variación bajó de 0,29 a 0,20. En cambio, la diferencia aumentó en términos de PIB total (0,23 a 0,26),  por los fuertes movimientos migratorios en las décadas de 1960 y 1970.

La convergencia fue menor desde 1980 hasta 2008 y durante los años que llevamos de crisis la desigualdad ha aumentado, debido a que la presencia de sectores de tecnología avanzada y la mayor capacidad exportadora han permitido resistir mejor la crisis a los territorios de más elevado nivel de PIB per cápita. 

En los seis años de Gran Recesión, los territorios más castigados, probablemente por su mayor dependencia del sector de la construcción y de las actividades inmobiliarias,  han sido Andalucía, Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana, con una pérdida de PIB del orden del 10%.

El grupo que mejor ha resistido a la crisis está formado por la C.A. Vasca, Navarra y Madrid, como consecuencia de contar con mayor peso industrial y más apertura al exterior. La pérdida de producción de estas comunidades  puede situarse en torno al 5% en los años de crisis.

Respecto a la posición en el contexto europeo, dando el valor 100 a la media de la Unión Europea, en paridad de poder adquisitivo,  en el año 2011, tenemos en el siguiente gráfico la posición de las Comunidades Autónomas españolas:

Vemos que el País Vasco  se encuentra a la cabeza del ranking de renta, superando a la media de la Unión Europa en un 33,2%, pero la comparación con la Eurozona, donde están nuestros principales socios, reduce la diferencia positiva al 8,2%.

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