martes, 29 de abril de 2014

BAJA INFLACIÓN


El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha situado definitivamente el IPC español de marzo en el -0,1% respecto al mismo mes de 2013, confirmando así el hundimiento del indicador de los precios en terreno negativo. Esta evolución ha llevado al FMI a considerar que España es el país europeo con mayor riesgo de entrar en deflación  y ha pedido al BCE que tome medidas de política monetaria.

En el siguiente gráfico tenemos el IPC, tanto general como subyacente (sin productos energéticos ni alimentos frescos). Podemos observar la tendencia decreciente a lo largo del 2013 y los meses que llevamos de 2014.

Para que se llegue a la deflación, el descenso de los precios debe ser generalizado y, además, repetido al menos en tres meses consecutivos, un escenario poco probable según los analistas. Desde la Fundación de las Cajas de Ahorro (FUNCAS) se prevé una inflación del 0,3% al final del 2014, aunque en algunos meses del año se vuelvan a producir tasas negativas. Pero las caídas de precios no afectan sólo a la cesta de la compra. Los activos inmobiliarios y financieros, especialmente los primeros, han sufrido reducciones importantes en España.

Que los precios se sitúen a niveles bajos es una buena noticia para asalariados y pensionistas, puesto que aumenta su capacidad adquisitiva. Sin embargo, las familias y las entidades con deudas ven que sus ingresos se reducen y el nominal de los préstamos permanece invariable, por lo que el nivel de endeudamiento real aumenta.

El efecto más importante de la reducción de precios es que dificulta el crecimiento económico, porque da lugar a la disminución del consumo y el aplazamiento de la inversión. Ante la caída de precios,  que provoca el aumento de los tipos de interés reales, tanto los consumidores como los inversores tienden a ahorrar y a esperar mejores oportunidades para realizar los gastos.

La caída de los precios se extiende también por la Unión Europea y afecta ya a cinco países de la Eurozona, tal como podemos observar en el gráfico de Eurostat

En el conjunto de la Eurozona, el Índice de Precios al Consumo Armonizado (IPCA) se situó en el 0,5%, dos décimas menos que en febrero.

Como señala el equipo “Economistas frente a la crisis”, el riesgo de deflación, un euro muy apreciado y el alto desempleo son síntomas de una política monetaria restrictiva, a pesar de los bajos tipos de interés del BCE. Hay otras medidas, tales como la expansión de los balances y la comunicación adecuada de perspectivas,  que pueden movilizar a los agentes económicos.

Una mayor tasa de inflación ayudaría ahora al equilibrio de la Eurozona, pero la política monetaria tiene siempre efectos redistributivos. Como la expansión monetaria supondría de hecho la transferencia de recursos desde los países acreedores (básicamente Alemania) hacia los deudores, la presión de los acreedores, que no quieren ver reducida la rentabilidad de sus ahorros, condiciona la orientación de la política monetaria actual en la Zona Euro.

martes, 22 de abril de 2014

RASGOS DEL COMERCIO EXTERIOR


El comercio internacional da oportunidad a los países de especializase en las actividades comparativamente más eficientes y facilita a las empresas el acceso a las ventajas de las economías de escala a través de la participación en mercados más amplios. Se mejoran los niveles de eficiencia y se amplía el número de bienes y servicios disponibles para la población.

La economía española ha experimentado un notable proceso de apertura al exterior. Las exportaciones más las importaciones llegaron a superar en el 2013 un 47% del PIB, un nivel comparable a países europeos de tamaño similar, con una tasa de cobertura del 93% de las importaciones por las exportaciones.

Una característica de la actividad exportadora es que se concentra en un pequeño número de empresas. Un 10% viene a exportar el 80% de todas las ventas al exterior del país. En ese grupo reducido de empresas están representados el sector del automóvil, los fabricantes de bienes de equipo y el sector de confección, entre otros.

Otro rasgo significativo es que la probabilidad de que una empresa exportadora invierta en innovación y desarrollo tecnológico es mucho más elevada que la que no exporta.



Como vemos en el gráfico, el saldo tradicionalmente negativo de la balanza comercial se ha reducido notablemente, debido al avance de las exportaciones y al descenso de las importaciones españolas.

Las exportaciones alcanzaron en 2013 un valor de 234.240 millones de euros. Los dos semestres del año fueron muy diferentes. En el primero, las exportaciones crecieron al 11%, en tasa anual, respecto al semestre anterior, mientras que en el segundo cayeron un 5%.

La causa fue el descenso de las ventas destinadas a los países emergentes, sobre todo Turquía, norte de África, y China. También se ha debilitado notablemente el crecimiento de las destinadas a la UE, menos las dirigidas a Portugal. Pero debido al excelente primer semestre, el crecimiento de las exportaciones en 2013 fue del 5,2%

La caída de las exportaciones en el segundo semestre influyó en el descenso de las importaciones, ya que para exportar se requiere importar materiales y productos intermedios. En el conjunto de 2013, las importaciones cayeron un 3%, lo cual contribuyó a reducir el déficit comercial, que quedo en 15.955 millones de euros. La mejora de la balanza comercial permitió que el conjunto de la balanza por cuenta corriente más la cuenta de capital tuviera saldo positivo, es decir, que la economía española mostrara capacidad de financiación.

En cuanto a la Comunidad Autónoma Vasca, las exportaciones alcanzaron en 2013 los 20.546 millones de euros, un 1,2% más que en el año anterior. En Gipuzkoa descendieron un 4,6%, en tanto que en Alava aumentaron un 5,2% y en Bizkaia un 3,5%.

Las importaciones en 2013 alcanzaron un incremento del 1,8% respecto del año anterior, saldándose la balanza comercial con un superávit de 4.764 millones de euros.

El Gobierno Vasco está poniendo marcha la Estrategia Marco de Internacionalización, que tiene como objetivo impulsar “Basque Country”, la promoción de empresas multilocalizadas y el acceso de más PYMES al mercado exterior.

martes, 15 de abril de 2014

DISTRIBUCIÓN TERRITORIAL DE LA RENTA


Según el análisis económico del modelo neoclásico, los rendimientos del capital son decrecientes, por lo que las regiones con renta por habitante relativamente baja tienen una mayor productividad del capital y menor productividad de trabajo.

El análisis sugiere que las diferencias  atraen capitales de las regiones de renta elevada hacia las de baja y, a la vez, envían flujos de población hacia las primeras. Es un desplazamiento de factores productivos hacia  las regiones donde la productividad y la remuneración son más altas, con lo que se da el proceso de aproximación entre regiones que se conoce como convergencia

Pero el modelo no prevé situaciones en las que  algunas regiones concentran porcentajes crecientes de renta y de población. Hace falta recurrir  para poder explicarlo al economista Paul Krugman, quien introduce en el análisis diferencias entre territorios, tanto físicas como de organización socioeconómica y en capacidades emprendedoras. La geografía no suele resultar indiferente al proceso de desarrollo económico.

En el siguiente gráfico recogemos la distribución del PIB per cápita entre las Comunidades Autónomas españolas en el año 2013:


El País Vasco encabezaba el ranking con un 34,5% de PIB por persona superior  a la media española, seguido de Madrid, Navarra y Cataluña. En la cola del listado estaba Extremadura, con 32,6% menos que la media y ligeramente por encima Melilla, Andalucía, y Castilla-La Mancha.

Entre los determinantes del PIB per cápita están la productividad aparente del trabajo (PIB / Ocupados) y la tasa de ocupación (Ocupados / Población )

Utilizando el coeficiente de variación (desviación estándar / media) como medida de dispersión, se pueden saber la evolución de la desigualdad entre las Comunidades Autónomas.

Una mirada a los datos del último medio siglo permite conocer que, desde 1955 hasta comienzos de 1980, se produjo una clara reducción de la desigualdad en términos de PIB per cápita. El coeficiente de variación bajó de 0,29 a 0,20. En cambio, la diferencia aumentó en términos de PIB total (0,23 a 0,26),  por los fuertes movimientos migratorios en las décadas de 1960 y 1970.

La convergencia fue menor desde 1980 hasta 2008 y durante los años que llevamos de crisis la desigualdad ha aumentado, debido a que la presencia de sectores de tecnología avanzada y la mayor capacidad exportadora han permitido resistir mejor la crisis a los territorios de más elevado nivel de PIB per cápita. 

En los seis años de Gran Recesión, los territorios más castigados, probablemente por su mayor dependencia del sector de la construcción y de las actividades inmobiliarias,  han sido Andalucía, Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana, con una pérdida de PIB del orden del 10%.

El grupo que mejor ha resistido a la crisis está formado por la C.A. Vasca, Navarra y Madrid, como consecuencia de contar con mayor peso industrial y más apertura al exterior. La pérdida de producción de estas comunidades  puede situarse en torno al 5% en los años de crisis.

Respecto a la posición en el contexto europeo, dando el valor 100 a la media de la Unión Europea, en paridad de poder adquisitivo,  en el año 2011, tenemos en el siguiente gráfico la posición de las Comunidades Autónomas españolas:

Vemos que el País Vasco  se encuentra a la cabeza del ranking de renta, superando a la media de la Unión Europa en un 33,2%, pero la comparación con la Eurozona, donde están nuestros principales socios, reduce la diferencia positiva al 8,2%.

martes, 8 de abril de 2014

EL HORIZONTE TEMPORAL


Los modelos económicos son representaciones del mundo real que explican las conductas significativas y omiten los detalles que carecen de relevancia. A través de ellos, incorporando relaciones matemáticas y gráficos, se representa la compleja conducta de los agentes económicos de un país.

La macroeconomía se organiza en torno a tres modelos o perspectivas de horizonte temporal:

a)   El largo plazo, que se centra en el crecimiento de la capacidad productiva, en base a la acumulación del capital físico y mejora del potencial humano, junto con el nivel de la tecnología. Es el modelo de crecimiento económico, en el que la tasa de ahorro juega un papel importante.

b)   El medio plazo, con el capital físico, el potencial humano y la tecnología relativamente fijos, que determinan la capacidad productiva, llamado también “producción potencial”. Por tanto, es una determinada instantánea del largo plazo. Influyen las perturbaciones temporales y los precios son fijados por la demanda.

c)   El corto plazo, en el que los cambios de la demanda condicionan la utilización de la capacidad instalada y, por tanto, el nivel de PIB y de empleo, con los precios relativamente fijos. Este es el período en que actúa de modo más eficaz la política macroeconómica.

El período que abarca cada horizonte resulta difícil de determinar, pero es evidente que, si consideramos un plazo de décadas, lo más importante será la tasa de crecimiento anual del PIB y, en cambio, si tenemos en cuenta sólo unos meses, es la demanda la que determina la situación de la economía. Así, las medidas de consolidación fiscal, disminuyendo la demanda interna (consumo e inversión), han reducido en un período muy breve la producción y elevado el desempleo.

Con perspectiva de largo plazo, mirando al pasado, en el siguiente gráfico se representa la evolución de la renta por habitante de España en el último siglo y medio, en dólares y a precios constantes


Observamos que, tras un siglo (1855-1955) con escaso crecimiento del PIB por habitante, la renta personal traza una pendiente de casi 45º, pasando del entorno de 5.000 dólares en 1959, cuando la economía española se abrió al comercio internacional,  a cerca de 27.000 en el año 2011

En los últimos  52  años (1959-2011) ha habido varias crisis económicas, pero pese a los efectos negativos de todas ellas,  una visión del largo plazo indica que el bienestar material medio de las personas ha crecido en España  a una tasa  anual del 3,3%.

Con respecto  a la última década, el siguiente gráfico ofrece una perspectiva de la evolución del nivel de vida,  en euros de 2013:

Vemos que las dos últimas recesiones han devuelto la renta per cápita prácticamente al nivel de principios del siglo.

martes, 1 de abril de 2014

LOS FLUJOS FINANCIEROS CON EL EXTERIOR

La economía española se ha mostrado a lo largo del tiempo incapaz de generar internamente ahorro suficiente para atender las necesidades de capital que ha precisado su desarrollo.

Nos lo indica la evolución de la Balanza de Pagos  del país que, además de las operaciones corrientes y las que corresponden a la cuenta de capital, aspectos que analizábamos en la entrada anterior, recoge los flujos financieros, aquellos que  vienen a compensar los saldos finales de la primera parte del documento contable.

La segunda parte, la “cuenta financiera”, que se compone de las variaciones netas de activos y pasivos del país con el exterior,  distingue:

a)   Las operaciones de los sectores residentes en el 2013 (sin incluir al Banco de España), por un total neto de 88.758,1 millones de euros, que incluye inversiones directas (permanentes), inversiones netas de cartera (a corto plazo) y préstamos y depósitos netos.

b)   Las realizadas por el Banco de España con los residentes y no residentes en la Eurozona, (-114.267,1 millones), que junto a los errores y omisiones (10.775,4) cierran la balanza pagos, puesto que como documento contable tiene saldo final cero.

Por lo tanto, el saldo de la cuenta financiera (-14.733,6 millones, suma de las tres partidas indicadas en los dos párrafos anteriores) es igual, con signo contrario, a la necesidad o capacidad de financiación del país, es decir, a la suma de la cuenta corriente y la cuenta de capital.

El siguiente gráfico muestra, en porcentaje de PIB,  la evolución de la situación financiera de España con respecto al exterior en el último decenio


Se señala en rojo la tradicional necesidad de financiación de la economía española y en azul la capacidad de financiación (1,4% del PIB) lograda en el 2013.

Desde la entrada en vigor del euro (1999), se ha dado en España un elevado endeudamiento frente al exterior, en su mayor parte de las entidades financieras que,  aprovechando la abundancia de liquidez internacional y los bajos tipos de interés, captaron elevados  recursos para facilitar créditos a familias y empresas, lo cual alimentó la burbuja inmobiliaria.

El signo tradicional positivo del saldo  de la cuenta financiera (sin incluir el Banco de España), que permitió durante años cubrir las necesidades de financiación (saldo negativo de la cuenta corriente más la cuenta de capital) se interrumpió en 2011 y cambió a  signo negativo, con salida de fondos al exterior, debido a la crisis del euro, y dio lugar en 2012 a una fuga de capitales del orden del 17% del PIB.

La situación se resolvió con aumentos de pasivos netos del Banco de España frente al exterior, captados a través del Eurosistema, compensando los flujos de capital que abandonaron España.

En el siguiente gráfico vemos la dependencia frente al Eurosistema, la financiación que ha recibido, en miles de millones de euros,  al no poder conseguirla de  los mercados financieros


Hacia septiembre de 2012 se detuvo la salida neta de capitales y el préstamo neto con el Eurosistema fue reduciéndose durante el año pasado (como puede verse en el gráfico) desde cerca de 300.000 millones de euros a comienzo de 2013 a menos de 200.000 millones en enero pasado.