La industria manufacturera, la actividad económica que transforma materias primas en artículos para el consumo, tuvo un papel determinante en el desarrollo económico español entre 1960 y 1975, aumentando su participación hasta el 39% con el transcurso de los años y consolidando el proceso industrializador.
España es un país industrializado, aunque en un progresivo proceso de desindustrialización que no viene de ahora, pero que se ha agudizado con la crisis. La industria española genera apenas el 15% del PIB, mientras que en los países más competitivos supera el 20%.
En cualquier economía, la industria es el sector de mayor productividad y el que genera el empleo de mayor calidad, por su cualificación y su estabilidad. Es, además, donde se concentran los mayores esfuerzos en innovación y desarrollo tecnológico y donde se generan los bienes que más repercuten en la calidad de vida y el bienestar de las poblaciones
España se ha convertido en el país que más reduce su peso industrial durante la crisis, sólo por delante de Grecia y Chipre. El objetivo de Bruselas pasa por recuperar la participación al 20% del PIB, lo que aportaría más estabilidad al empleo y apuntalaría la investigación.
En el siguiente gráfico podemos observar la caída del empleo de las manufacturas (industria sin incluir la energía), que vienen a representar el 70% del sector industrial.
El nivel de empleo de las manufacturas de España ha disminuido en el último cuarto de siglo del 20% de la ocupación total al 12% en 2012.En cuanto al Valor Añadido Bruto, las manufacturas han reducido su participación en el total de la economía, en términos reales, al 13% en 2012.
En la C.A. del País Vasco, la industria representaba el 25,3% del PIB en 2008 y ha caído al 22,1% en el 2010.
La tendencia decreciente es compartida por la mayoría de las economías europeas. El proceso desindustrializador se explica, por una parte, como una consecuencia de la progresiva externalización de los servicios en las empresas industriales y, al mismo tiempo, el aumento de la necesidad de servicios relacionados con las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.
Uno de los sectores importantes de la industria española es la automoción, que dio empleo en el año 2011 a 190.000 trabajadores en la fabricación de componentes y a 60.000 en la de vehiculos.
Aunque la producción de coches había descendido desde el comienzo de la crisis hasta el año 2012 un 32%, se recuperó un 10% en el 2013, hasta alcanzar un volumen de 2,2 millones de vehículos, de los cuales el 87% se destinó a la exportación.