martes, 25 de junio de 2013

LAS BURBUJAS ECONÓMICAS


Cuando aún no se han  superado los desequilibrios de las explosiones inmobiliarias en países occidentales, tales como EE.UU., Irlanda y España, nos llega la noticia de que se está formando una burbuja inmobiliaria gigantesca en China, país en el que los precios de las viviendas  han subido estos meses al ritmo más rápido de los últimos dos años.

La expresión “burbuja” comenzó a aplicarse en economía a principios del siglo XVIII, cuando el Parlamento Británico prohibió las “prácticas financieras irresponsables”, expresión que se identificaba con las burbujas.

Desde que el precio de los tulipanes, unas flores de formas extravagantes y multicolores, alcanzó niveles astronómicos en Holanda, allá por 1637, para desplomarse estrepitosamente poco después, las burbujas han dejado en la ruina a muchos colectivos que aceptan apostar a inversiones especulativas arriesgadas

El suceso de los tulipanes fue el primer caso documentado de burbuja en el precio de un activo. El precio de la flor  llegó a ser el equivalente al sueldo medio de una persona en seis meses.

Los dos casos más recientes han sido  el auge y caída de las empresas de Internet, entre 1997 y 2002, y el boom y la posterior crisis inmobiliaria, que comenzó el 2003 en diversos países y  cuyos efectos aún perduran.

Tanto los tulipanes como los valores “punto.com” y las viviendas  aumentaron de precio muy por encima de sus valores intrínsecos o fundamentales y después cayeron a velocidad acelerada.

En el siguiente gráfico observamos la evolución del precio de la vivienda en España durante los últimos años 25 años. Se da el valor 100 al precio más elevado, en el año 2008
 
La línea roja nos señala el crecimiento que hubiese sido “normal” en el precio de la vivienda siguiendo la tendencia de la década de los 90.

Los factores que influyen en la formación de las burbujas y los efectos sobre la economía son cuestiones muy debatidas, que afectan tanto a las autoridades bancarias como a los inversores particulares.

Como estamos comprobando en estos años, el proceso final de una burbuja como la inmobiliaria afecta de modo muy negativo a la economía real, porque resta eficiencia en la asignación de recursos y distorsiona  las decisiones de los inversores. Al socavar el sistema financiero, incide también negativamente en el crecimiento económico.

Estudios recientes indican que un entorno de tipos de interés bajo y fácil acceso al crédito es propicio para la formación de burbujas, al fomentar la toma de riesgos excesivos en busca de mayores rentabilidades.

Dado que fijar el valor fundamental de un activo suele estar sujeto a opiniones dispares, no resulta fácil identificar en tiempo real la existencia y la dimensión de una burbuja. Algunas señales  de alerta serían elementos tales como los niveles elevados de liquidez y de endeudamiento de la economía, así como las muestras de confianza de los inversores en ciertos valores,  que rayan en la euforia.
En el caso de China, las ciudades como Shanghái y Pekín han visto multiplicar el valor de sus activos inmobiliarios por tres y cuatro veces, respectivamente, en los últimos siete años.

Aunque la economía de China es casi cerrada y buena parte del ciclo de circulación del dinero está controlado por el Estado,  con mayor capacidad que en Europa para la orientación sectorial de  los recursos, el país tendrá que afrontar la inestabilidad financiera que se produce cuando llega  la burbuja al “momento Minsky”, aquel en el que se inician las ventas precipitadas de activos y cae el crédito.

 

martes, 18 de junio de 2013

MEJORA LA BALANZA DE PAGOS


La Balanza de Pagos  recoge las transacciones realizadas en un período entre los residentes de un país y los del resto del mundo, que pueden ser:

·      Comerciales, cuando corresponden a compras (importaciones) y ventas (exportaciones) de bienes (alimentos, coches,etc)

·      Servicios, que incluye el turismo, los viajes  y los servicios empresariales

·      Rentas, que responden a retribuciones por el uso de factores productivos (trabajo  e inversiones de  capital) de los nacionales empleados en el resto del mundo y los realizados a los no nacionales que prestan sus servicios en el país

·      Transferencias, que incluyen las transacciones que no tienen contrapartida,  tales como las remesas de emigrantes y donaciones a otros países.

Presentamos a continuación la parte de la Balanza de Pagos de España denominada Cuenta Corriente, correspondiente al primer trimestre de este año (en millones de euros)


Conceptos

 

Importes

Balanza Comercial

 

-2.451,4

Exportaciones de bienes

59.537,4

 

Importación de bienes

-61.988,8

 

Servicios de turismo y otros (neto)

 

7.308,8

Rentas (neto)

 

-3.716,2

Transferencias (neto)

 

-3.702,4

Saldo de la Cuenta Corriente

 

-2.561,2
Con el saldo positivo de la cuenta de capital, que recoge –entre otros conceptos- las transferencias de la Unión Europea para inversiones (1.391,5 millones), el déficit de la cuenta corriente+capital,    que indica la necesidad de financiación de la economía española desde el exterior, se reduce de 13.147 millones de euros en el primer trimestre de 2012 a  1.169,5 millones en este año, un descenso superior al 90%.
 
El déficit por cuenta corriente se ha ido corrigiendo a buen ritmo en los últimos meses. En marzo ha registrado ya un superávit de 1.387 millones de euros

Esta notable corrección se explica por el comportamiento favorable de todos los componentes de la cuenta corriente, principalmente por la mejora alcanzada  en la balanza comercial, así como por la reducción del déficit de la balanza de rentas y  las mejoras ocurridas en las balanzas de servicios y de transferencias corrientes. 

El comercio exterior del primer trimestre muestra un notable incremento de las exportaciones hacia países de fuera de la eurozona, especialmente hacia Estados Unidos y Oriente Próximo. El porcentaje de exportaciones hacia la eurozona representa ya menos de la mitad del total, lo que evidencia el esfuerzo de diversificación que llevan a cabo las empresas

Según los cálculos de la OCDE, las ventajas comparativas de España son importantes en todo lo referente a los productos agrarios, química y automóvil

La entrada de turistas en España hasta abril aumentó un 2,5% interanual y sus pernoctaciones hoteleras un 0,9%, en contraste con el desplome del turismo interior (-10,6%)

En cuanto al resto de la Balanza de Pagos, cabe destacar que la Cuenta Financiera mejora notablemente por la entrada de inversión extranjera en forma de inversión directa en el país, 9.706,2 millones de euros, un 87% más que en el mismo período del año anterior, y también en inversión en cartera (acciones y bonos), junto a otras inversiones.

Tras la fuga de capitales de mediados del año anterior, parece que los capitales retornan a España, pero se invierten sobre todo en deuda pública.

Lo preocupante es que los bancos no consiguen fondos de los mercados internacionales, una de sus fuentes de financiación, junto con los depósitos y el acceso al BCE.

Los fondos que reciben los bancos del BCE se emplean casi en su totalidad para conceder crédito al sector público, debido a que,  a diferencia del crédito al sector privado, la deuda pública no exige más capital a los bancos, de modo que, además de conseguir una buena rentabilidad,  reducen sus problemas de financiación.

Por todo ello, a un año del rescate bancario,  la ayuda recibida por la banca no ha mejorado la financiación para atender las necesidades de la actividad productiva. La financiación privada tan solo se ha aliviado para las grandes empresas. La falta de crédito para las PYMES alimenta la recesión económica, que a su vez deteriora los balances y cuentas de resultados de las entidades financieras.

martes, 11 de junio de 2013

EFECTOS CONTRACTIVOS DE LA AUSTERIDAD


El efecto de la política de consolidación fiscal sobre el crecimiento económico en los países periféricos europeos está siendo en los últimos tiempos una cuestión muy controvertida.

Si al principio de la crisis se llevó a cabo un conjunto de políticas expansivas en un intento de detener la caída de la actividad económica, hacia 2010 afloró con fuerza creciente el riesgo de insostenibilidad de la creciente deuda que provocaban los déficits y la política cambió de dirección. Se iniciaron acciones de ajuste fiscal, que fueron provocando efectos recesivos sobre la actividad

El siguiente gráfico recuerda de un modo sencillo el marco en el que actúa la política fiscal y muestra la formación del equilibrio de las cuentas públicas. Los gastos públicos son fijos y los impuestos varían en proporción a la actividad
Con los persistentes déficits fiscales, apareció de nuevo el debatido tema del multiplicador fiscal, que se define como

            % variación del PIB / % cambio del déficit público

Los efectos estabilizadores de las políticas fiscales discrecionales se producen a través de los cambios en el déficit público, es decir, en los gastos e ingresos públicos.

Si el multiplicador fiscal es mayor que la unidad, los efectos negativos de la austeridad fiscal, que trata de reducir el déficit público mediante la disminución de los gastos y el aumento de  los impuestos, provocan una reducción del PIB,  que disminuyen la recaudación por impuestos, con lo que se cierra una especie de “círculo perverso” aumentando el déficit fiscal.

Es lo que puede haber ocurrido en algunos países europeos periféricos. De ahí que algunos economistas estén defendiendo que, en tiempos de crisis, lo acertado es aumentar el gasto público para que el déficit acabe disminuyendo. Es decir, utilizar el multiplicador mayor que la unidad para provocar una especie de “círculo virtuoso”: más gasto, que aumenta  el PIB al impulsar externalidades positivas poniendo en producción capacidades infrautilizadas,  ingresos  fiscales superiores al gasto inicial y, por tanto, menor déficit.

Aunque con carácter general un multiplicador fiscal es aceptable que varíe entre 0,5 y 1, las distintas combinaciones de medidas, países y periodos hacen que tenga un rango de variación muy amplio, que puede elevar el multiplicador a 2

Todo esto aconseja que  las políticas fiscales deben llevarse a cabo con ritmo adecuado, a fin de que sean efectivas en la reducción del déficit, sin perjudicar más de lo necesario al crecimiento, y creíbles ante los compradores de deuda pública.

Los datos fiscales de 2012 cuestionan el éxito de las políticas de austeridad y confirman las dificultades de los países periféricos para reducir el déficit en los plazos establecidos. En consecuencia, la deuda pública sigue aumentando rápidamente. En el caso de España, este año superará el 90% del PIB

En el “Plan Nacional de Reformas”(PNR-2013), el Gobierno español reconoce que las medidas de consolidación fiscal están teniendo un efecto contractivo en la economía, que cifran en 2,58 puntos porcentuales de IPB en el corto plazo (un año)

 

martes, 4 de junio de 2013

DESEQUILIBRIOS EN LA ECONOMIA


Hay tres desequilibrios que marcan la evolución económica y social de los países: el laboral, que se manifiesta en el desempleo; el fiscal, en forma de déficit entre los ingresos y gastos de las administraciones públicas, y el externo, como diferencia entre el ahorro interno y las inversiones del país, que se refleja en la cuenta corriente de la balanza de pagos

Las encuestas realizadas a la población española muestran con claridad que el desequilibrio laboral, el desfase entre la oferta y la demanda de trabajo, con el desempleo  del 27% de la población activa,  según la EPA del primer trimestre de 2013, es la principal preocupación de los ciudadanos.

La tasa de empleo o de ocupación (porcentaje de ocupados sobre la población en edad de trabajar), que lleva cayendo seis años ininterrumpidos, alcanzó una tasa del 66,6% en 2007 y disminuyó hasta el 54,5% en el último trimestre del año pasado, con una diferencia de cerca de 10 puntos por debajo de la Unión Europea.

El desequilibrio laboral afecta al fiscal a través de la Seguridad Social, que ha perdido 3,5 millones de afiliados en los últimos años, mientras que ha aumentado el volumen del subsidio de desempleo.

El máximo desequilibrio fiscal  se manifestó en 2009, cuando el déficit público alcanzó el 11,2% del PIB. En el siguiente gráfico observamos la evolución de la deuda pública que han ido acumulando los déficits anuales de las administraciones públicas españolas:

A principios de 2008, el endeudamiento público español era reducido y se creyó que estimulando el gasto se mejoraría la actividad económica. Lo cierto es que no se consiguió impulsar la economía y la deuda continuó aumentando. La deuda pública ha llegado al 90% del PIB y la carga de intereses que se materializa en los Presupuestos Generales del Estado es de 38.660 millones de euros en el 2013.

Pero más elevada que la deuda pública es la deuda privada (empresas y familias), que alcanzó el 175% del PIB en el año 2009, pero va descendiendo a gran velocidad, según puede comprobarse en el siguiente gráfico:


El descenso hasta el 146,5% en el pasado marzo es consecuencia de la casi nula concesión de crédito nuevo, como consecuencia del cierre de los mercados financieros para  España, y el endurecimiento en las concesiones que ha impuesto la propia banca.

En cuanto al desequilibrio externo, el déficit de la balanza por cuenta corriente alcanzó en el 2007 su nivel más elevado: el 10% del PIB, el mayor de la OCDE. La reducción que está teniendo en estos  años se debe tanto al desplome del consumo y de las inversiones en el país como a la caída de las importaciones.

Las exportaciones han evolucionado favorablemente, ganando cuota de mercado en la Eurozona, consecuencia de la reducción de los costes laborales nominales por unidad de producto, una medida de la competitividad de la fuerza laboral.

Los déficits de la balanza por cuenta corriente han llevado la deuda con el resto del mundo (deuda externa) en 2012 al 175% del PIB, pero comienza a reducirse. Las salidas netas de capitales de no residentes han sido compensadas por compras de activos y financiación bancaria del Banco Central Europeo.

Los intereses de la deuda externa privada se han reducido, disminuyendo los costes de financiación de las grandes empresas, aunque el crédito interno al por menor sigue considerándose caro.

Estos desequilibrios se sitúan en un escenario en el que la economía mundial se recupera a tres velocidades, con los países emergentes a la cabeza; Estados Unidos y algunos países nórdicos, después, y en tercer lugar, la renqueante Europa.

El PIB de la Eurozona ha caído un 0,2% en el primer trimestre de este año y el 1 % en tasa interanual. La periferia europea decrece atrapada por los recortes y los desequilibrios fiscales. La novedad es que la crisis se extiende al corazón del continente: Alemania, Francia y Holanda han empeorado sus previsiones económicas