martes, 11 de octubre de 2011

INDICADORES ECONOMICOS

 

El indicador económico más utilizado por los países es el Producto Interior Bruto (PIB). Con solo una cifra ofrece una buena aproximación a la salud económica de un país. ¿Y qué nos dicen los datos del PIB del grafico?. Pues que la recuperación económica que se vislumbraba al comienzo de este verano se ha vuelto incierta. 

Vemos que el PIB de las economías avanzadas (línea más baja) va a situarse en un crecimiento inferior al 2% tanto este año como en el 2012. La zona euro, por su parte, espera crecer un 1,6% en 2011, que puede descender al 1,1% en el año 2012.  En España, los analistas auguran que este año la tasa de crecimiento rondará en torno al 0,8% y en el próximo se puede situar en el 1,1%,  lo cual aleja las posibilidades de reducir el desempleo en el corto plazo.

El dato del PIB viene de la Contabilidad Nacional y nos da a conocer el valor total de los bienes y servicios producidos en un país durante el año, que al dividirlo entre el número de ciudadanos nos señala  el producto por habitante,  un indicador del bienestar material.

El "Producto" se refiere al valor monetario de los bienes y servicios finales producidos para el mercado durante un año. "Interior" quiere decir lo que se ha producido dentro de las fronteras del país, tanto por los residentes como por los extranjeros.  Y "Bruto" indica que no se ha descontado la depreciación anual o pérdida por el uso  de los equipamientos productivos.

Cada empresa aporta al producto del país su valor añadido, es decir, la diferencia entre los ingresos por ventas que consigue y el coste que tiene que soportar por los suministros que adquiere en el exterior.

Parte de ese valor producido no es renta disponible, es decir, que no llega a los ciudadanos, porque hay que deducir del valor del producto obtenido la depreciación anual del aparato productivo y descontar también los excedentes con los que se quedan las empresas para realizar inversiones, entre otros conceptos.

El País Vasco es la comunidad autónoma con el producto interior bruto (PIB) por habitante más alto en España, un total de 31.314 euros anuales. La media estatal se situó en 23.063 euros por habitante y la de los 27 países de la UE en 24.486 euros

Pero un PIB más elevado no garantiza que el bienestar esté aumentando. Por ejemplo, si unas riadas destruyen una parte considerable de una ciudad, el PIB aumentará a medida que se vaya reconstruyendo, sin tener en cuenta el efecto destructivo ocasionado por las aguas.

Por otro lado, las estadísticas del PIB únicamente tienen en cuenta las transacciones monetarias. Así, si una persona de la familia se queda en casa para cuidar de los niños, esa actividad necesaria no añade ningún valor al PIB. Tampoco considera la situación distributiva de los ingresos generados en el país.

En vista de las deficiencias que tiene el PIB para medir el bienestar de un país, se han ideado otros índices ligados al concepto de “calidad de vida (que los veremos en una próxima  entrada), ya que el bienestar social hay que medirlo por las condiciones reales en que se encuentran las personas respecto a la satisfacción de sus necesidades

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