martes, 21 de noviembre de 2017

RIQUEZA FINANCIERA DE LAS FAMILIAS


La riqueza o patrimonio de las familias es el conjunto de bienes, derechos y obligaciones de los que son titulares. Si sumamos los bienes y activos financieros obtenemos las riqueza bruta y cuando deducimos las deudas en las que han incurrido queda la riqueza neta.

Para diferenciar con claridad riqueza y renta recordemos que la riqueza es el patrimonio acumulado en un momento dado, mientras que la renta la constituyen los ingresos que fluyen en un período de tiempo. La riqueza produce renta y la renta aumenta la riqueza.

Tras el patrimonio inmobiliario, el componente más importante de la riqueza de los hogares, se encuentra la riqueza financiera, formada por los diversos tipos de activos financieros. Según los datos publicados por el Banco de España, a finales del segundo trimestre de 2017, la riqueza financiera de las familias españolas estaba constituida por efectivo y depósitos (40%), seguido de participaciones en el capital (25%), seguros y fondos de pensiones (17%) y participaciones en fondos de inversión (14%). La tendencia que se observa es el descenso del efectivo y depósitos y el incremento de las participaciones en capital.

En el siguiente gráfico se recoge la evolución de la riqueza financiera de los hogares en la última década (en porcentaje sobre el PIB)



En el gráfico, los activos financieros (línea azul) menos las deudas o pasivos (línea oscura), determinan las riqueza financiera neta de las familias (columnas), que alcanzó en el segundo trimestre de 2017 1,2 billones de euros, un 120,6% del PIB, con tendencia alcista ligera.

Si se añade a la riqueza financiera neta el patrimonio inmobiliario, la riqueza total de las familias se acerca a 6 billones de euros, un 18% inferior al máximo de 2007, cuando los valores se encontraban inflados por la burbuja inmobiliaria.

El aumento neto de la riqueza financiera a partir de 2013, más que al incremento de los activos, se debe a la reducción de los pasivos (como se observa en el gráfico), a causa de la amortización de las deudas contraídas en años anteriores.

Pero la parte sustancial del incremento de la riqueza financiera obedece a la revalorización de la Bolsa, que es un incremento meramente aparente porque no se materializa en tanto que no se vendan las acciones. En cualquier caso, el colectivo de familias que poseen acciones es en España muy reducido, posiblemente no muy superior al 10%, con lo que la mejora en la riqueza habrá favorecido a una minoría de ciudadanos.
























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