El Producto Interior Bruto (PIB) es el valor de mercado de
todos los bienes y servicios finales producidos en un país durante un período
determinado. En el año 2015, el PIB por habitante fue en España de 23.324
euros. Sin embargo, la renta que llegó a los hogares supuso, como media, 14.800 euros por persona. Es la denominada
Renta Disponible Bruta (sin descontar depreciaciones) por habitante del sector
institucional Hogares.
La renta de las familias incluye las partidas que corresponden a la
retribución al trabajo, los alquileres y los rendimientos del capital en forma
de intereses y beneficios. Una vez deducido el Impuesto sobre la Renta de las
Personas Físicas, las familias deciden dedicarlo al consumo o al ahorro.
El sector de las familias, que es el más importante, absorbió
en España en el año 2014 en torno al 65% de la Renta Disponible Bruta total generada
por la economía. Los otros tres sectores institucionales son las Sociedades no
financieras (empresas), las Instituciones Financieras y las Administraciones
Públicas.
En el siguiente gráfico tenemos la Renta Disponible Bruta por
habitante de las familias en los últimos años:
La renta disponible es el ingreso con el que efectivamente
cuentan las familias para atender sus gastos corrientes y ahorrar recursos para
el futuro, una vez atendidos los pagos de devolución de los préstamos. En el
siguiente gráfico podemos observar la proporción de la renta que han dedicado
al ahorro los españoles en los últimos 15 años
Con la inquietud que despertó la llegada de la crisis, las
familias optaron por gastar menos y reservar recursos para un futuro incierto. El
2008 fue el año de mayor dedicación al consumo, con un ahorro que no superó el 5% de la Renta Disponible.
En los años 2009 y 2010 cayó el consumo de manera
significativa, debido a que los ciudadanos se vieron obligados a utilizar
mayores recursos para ir devolviendo las deudas que habían acumulado en los años
del dinero barato y fácil.
Recordemos que la capacidad de consumo no viene dada directamente
por la renta disponible, los ingresos que les quedan a las familias una vez deducidos los
impuestos, sino que proviene de restar a la renta la cantidad que tienen que
dedicar a la devolución de los préstamos recibidos.
En el año 2010, con la caída del consumo, el ahorro creció
hasta el 13,4% de la Renta Disponible
Bruta y se ha mantenido en el entorno del 9% en los últimos cinco años.
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