martes, 20 de enero de 2015

FUNDAMENTOS DEL CRECIMIENTO ECONÓMICO

La equiparación entre crecimiento y desarrollo económico se rompe a partir de los años sesenta del siglo pasado.  Se considera que el desarrollo económico, además del crecimiento del PIB por habitante, debe tener en cuenta la evolución de la pobreza, el desempleo y la desigualdad. Si esas variables  empeoran, el aumento del ingreso por habitante no puede considerarse como desarrollo.

El crecimiento económico, como una de las variables del desarrollo, se suele analizar a través del modelo propuesto en los años cincuenta del siglo pasado por el economista norteamericano Robert Solow, basado en una función de producción con dos factores (simplificando la realidad): capital (máquinas y equipos productivos) y trabajo (número de trabajadores).

La cantidad de producto que se puede obtener con cantidades dadas de capital y de trabajo depende del estado de la tecnología, que vendrá dada por la organización económica del país y la capacidad de gestión de las empresas.

Cuando aumenta el capital físico invertido y el número de trabajadores ocupados (o bien, las horas trabajadas) crece la producción. Si aumentan en la misma proporción los factores productivos y la producción, se dice que existen rendimientos constantes a escala.

Cuando aumenta uno de los factores, capital o trabajo, también crece la producción, pero cada vez en menor medida que el incremento del factor. A este hecho se le denomina rendimientos decrecientes, que se dan tanto con el capital como con el trabajo.

La función de producción y el supuesto de rendimientos constantes a escala nos llevan a que la producción por trabajador depende de la cantidad de capital físico por trabajador 

El siguiente gráfico, con un ejemplo de la función de producción,  ayuda a visualizarlo:

Tal como observamos en la función de producción, al aumentar el capital físico por trabajador de 3 a 4 (33% de incremento) aumenta la producción por trabajador de 9 a 10 (11% de subida). Es la reducción en el ritmo de crecimiento de la producción  debida a los rendimientos decrecientes. Y llega un momento en el que, con el mismo número de personas, el aumento de equipamientos productivos (capital físico) no produce más.

Además del incremento de capital por trabajador, que tiene su limitación, el crecimiento económico se produce también por la mejora en el estado de la tecnología, que desplaza la curva de la función de producción indicada hacia arriba. Con tecnología más avanzada, un mismo nivel de capital por trabajador genera más producción.

Por lo tanto, los dos factores que provocan el aumento de la producción por trabajador son la acumulación de capital físico y el progreso tecnológico.  Como el incremento de capital (la inversión), según hemos indicado, no puede mantener el aumento de producción de modo indefinido,  el crecimiento duradero tiene que basarse en la mejora continua del progreso tecnológico, que abarca tanto los proyectos de investigación y  la organización económica, como el funcionamiento de las instituciones y el papel del Estado.   


En el modelo de “Crecimiento endógeno”, posterior al de Solow, se considera al conocimiento como un factor específico, incorporando el progreso técnico en la función de producción. La educación y la I+D serán las claves del proceso de acumulación de conocimientos.

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