martes, 6 de enero de 2015

EL NIVEL DE VIDA EN LOS PAÍSES

El nivel de vida se suele entender como el bienestar material que disfruta una persona o un colectivo tanto por los bienes y servicios que tiene capacidad de adquirir como por el acceso disponible a los servicios públicos consumidos colectivamente.

El primer indicador al que se recurre habitualmente es al Producto Interior Bruto por habitante. Cuando queremos comparar el bienestar material entre los países, se convierten los PIB per cápita en moneda extranjera a euros  utilizando el tipo de cambio oficial entre las monedas.

Pero las comparaciones así realizadas tienen dos limitaciones: a) los tipos de cambio suelen variar a menudo en períodos cortos de tiempo y, sin embargo, el nivel de vida difícilmente cambia a corto plazo; b) los niveles de precios de los países pueden ser muy distintos.

Para evitar tales inconvenientes hay que recurrir  a otra forma de cálculo, que consiste en utilizar en la elaboración del PIB un conjunto común de precios para todos los países. Las cifras ajustadas que resultan con tal procedimiento son indicadoras del poder adquisitivo a lo largo del tiempo y se denominan paridad del poder adquisitivo (PPA). Los precios medios utilizados son denominados precios internacionales en dólares, que se elaboran en la Universidad de Pennsylvania, en un proyecto conocido como Penn World Tables.

Veamos un  ejemplo para concretar el método de cálculo. En el año 2013, España tuvo un PIB por habitante medio de 22.300 euros y Brasil, utilizando el tipo de cambio medio entre el real y el euro de aquel año, 8.412 euros. Es decir, que el nivel medio adquisitivo de los españoles fue de 2,6 veces (22.300/8.412) respecto de los brasileños. Pero si hacemos la comparación con dólares internacionales (PPA), el nivel de España fue de 32.925 $ y el de Brasil 15.037 $. Es decir, que la capacidad adquisitiva media se situó en torno a 2,2 veces, una diferencia bastante menor entre ambos países, debida precisamente a que el nivel de precios en el gran país sudamericano fue inferior al de España.


Pero resulta evidente que no es posible encerrar en la cifra de ingresos por habitante  el bienestar de un país. Tal como se recoge en el gráfico, la calidad de vida depende de múltiples factores.

El indicador más completo hoy día puede ser el Índice de Desarrollo Humano (IDH), elaborado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que integra los ingresos económicos, la educación, la salud y el nivel de desigualdad interno en cada país. 


Continuando con la comparación entre los dos países del ejemplo citado, quizás sean los valores del IDH los que expresan la diferencia de modo más ponderado. En el ranking mundial correspondiente a 2013 España ocupó el lugar 27, con un valor de índice de 0,869 y Brasil se situó en el puesto 79, con un valor de 0,744. 

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