martes, 3 de junio de 2014

EL VALOR DEL DINERO


Supongamos que se depositan 1.000 euros en una cuenta bancaria con la garantía total de devolver 1.010 euros al cabo de un año. En el entorno de certeza, el intercambio de dinero en dos momentos de tiempo nos revela la existencia de un rendimiento temporal (un 1% en el ejemplo), al que se denomina tasa de interés, que  permite ajustar el valor de todos los flujos de fondos en un solo momento, con independencia de cuándo ocurran.

La tasa de interés viene determinada por el precio que iguala la demanda y la oferta de recursos financieros, tal como podemos observar en la siguiente figura:

Vemos que cuando aumenta el tipo de interés se demanda menos cantidad de fondos, puesto que el dinero se encarece para los inversores. En cambio, se incrementa la oferta debido a que sube el rendimiento para los ahorradores

Como no somos capaces de predecir con exactitud el valor de una cantidad en el futuro, la tasa de interés incluye, además del valor temporal del dinero, otro componente para cubrir la incertidumbre, al que se denomina prima de riesgo.

Al importe de 1.010 que hemos obtenido más arriba, consecuencia de sumar los intereses al depósito actual de 1.000 euros, se denomina  valor futuro del dinero.

Cuando queremos saber el valor hoy de una cantidad situada en un momento posterior, podemos recurrir al valor actual descontado, que es lo que pagaríamos hoy por tener cierta cantidad en el futuro. Por ejemplo, si depositamos hoy 990,1 euros en el banco, que aplica el 1% de interés anual, dentro de un año habrán producido 9,9 euros de intereses, que con el dinero entregado al comienzo sumarán 1.000 euros (990,1+9,9) Por lo tanto, 990,1 euros (1.000/(1+0,01) es el valor actual descontado de 1.000 euros a cobrar dentro de un año, cuando el tipo de interés es el 1% anual.

El valor actual resulta muy útil en economía para muchas decisiones que se toman teniendo en cuenta valores futuros. Cualquier familia o empresa que realiza una inversión necesita calcular el valor del dinero que prevé recibir en los siguientes años, para conocer si los flujos futuros en valor hoy compensan la inversión.

Como los euros sólo tienen valor por los bienes y servicios que se puedan adquirir con ellos, hay que tener presente la evolución de los precios (IPC), porque debido a la inflación los euros futuros compran menos bienes que los euros de hoy.

Por tanto, tenemos que pasar del tipo de interés utilizado hasta hora, llamado nominal, al tipo de interés real. Si el tipo de interés nominal es el 1% y la inflación es del 0,3%, significa que parte del interés nominal es una compensación por el descenso del valor adquisitivo del euro. El rendimiento real obtenido será del 0,7%. Es decir, que el tipo de interés real es igual al tipo de interés nominal menos la inflación.

En una economía inflacionaria, prestamistas, ahorradores y prestatarios necesitan transformar el tipo de interés nominal, el que aparece en los documentos bancarios, en tipo de interés real, descontando del nominal el índice de precios de consumo (IPC), para saber el verdadero rendimiento (o coste) del dinero.  

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