martes, 22 de mayo de 2012

LAS FUENTES DEL CRECIMIENTO ECONÓMICO


Está resultando muy difícil reducir el déficit público español, debido a que  la economía se encuentra en recesión. Los cálculos del Banco de España  confirman que el PIB cayó en el primer trimestre de 2012 un 0,4% respecto al trimestre anterior  y, según lo avanzado por el Ministro de Economía, en este trimestre se reducirá otro 0,3%.

Por ello, tras varios años de ajustes intensos, se  habla ya del pacto de crecimiento, tanto en España como en toda la eurozona. "Necesitamos centrar nuestros esfuerzos colectivos en impulsar el crecimiento", ha dicho  Olli Rehn, vicepresidente de la Comisión Europea.
El crecimiento
Recordemos que, desde una perspectiva histórica, los aumentos en el nivel de vida de la población son un hecho relativamente reciente. El comportamiento estacionario, y no el crecimiento, fue la característica predominante del pasado.

Hasta el siglo XV el crecimiento de los ingresos por habitante fue prácticamente nulo. La revolución industrial provocó en el siglo XIX un incremento de renta anual por persona en torno al 1% y fue a partir de la mitad del siglo XX cuando las tasas anuales de crecimiento subieron a nivel mundial, al tiempo que comenzaron a observarse importantes diferencias en los niveles de vida de la población 

Las fuentes del crecimiento

Tradicionalmente se ha asociado el crecimiento a la dotación de recursos naturales de los  países. Serían países ricos aquellos que más recursos naturales poseen. Pero la realidad ha ido desmintiendo semejante proposición, porque algunos países desarrollados son más pobres en recursos naturales que muchos subdesarrollados. Sin ir más lejos, el País Vasco es un caso evidente.

Desde el pionero trabajo del economista Robert Solow, en 1957, el análisis económico plantea que el crecimiento en el largo plazo está asociado a dos tipos de factores:
          -      Aumento en el uso de factores productivos: trabajo y capital
-  Aumento en la productividad o eficiencia con la que se utilizan esos factores

El segundo factor citado se conoce también como “la productividad total de los factores (PTF)”, que se mide como un residuo de la diferencia entre el crecimiento total del PIB y el crecimiento de una media ponderada del capital y el trabajo agregados. De hecho, también se conoce como el “residuo de Solow”, en honor al premio Nobel de economía.

Un ejemplo de la influencia del primer tipo de factores seria la Unión Soviética. En el período posterior a la Segunda Guerra Mundial, su crecimiento se explica por el importante incremento de factores productivos. Como tal acumulación tiene un límite, era evidente que tendría que llegar a desacelerarse.

En el caso de España, también se creció en la década pasada por el incremento de factores: la entrada de inmigrantes, que supuso un  aumento del factor trabajo,  y las cuantiosas inversiones de capital, consecuencia de la facilidad de acceso al crédito.

En cambio, en Estados Unidos, el 80% del crecimiento ha venido provocado por el aumento de productividad y el 20% restante por la utilización de más capital y trabajo.

En el gráfico siguiente podemos observar la evolución del PIB, así como la contribución al crecimiento de la demanda interna y del sector exterior. 
   




Vemos que la demanda interna (línea roja) impulsó el crecimiento español hasta el año 2008 y, a partir de la crisis, como consecuencia de los ajustes presupuestarios, es el sector exterior (linea azul) el que tiene influencia positiva en el PIB. 


 Condicionantes del crecimiento

La literatura económica señala tres elementos que influyen notablemente en el proceso de crecimiento económico:

- Las condiciones geográficas, tales como el clima y la ausencia de ciertas       enfermedades
- La calidad de las política económicas, como el grado de apertura al exterior
-    La calidad de las instituciones: las leyes y  el respeto a la propiedad 

Los resultados empíricos vienen a confirmar que las políticas económicas y las instituciones son importantes en el crecimiento económico, que debería venir acompañado de una estrategia global para orientarlo hacia la igualdad, el bienestar de la población y la responsabilidad ambiental

Aunque en ocasiones anteriores lo hemos manifestado, conviene recalcar que la tasa de crecimiento del PIB es una expresión poco afinada de lo que realmente sucede en un país, debido a que no indica la naturaleza de los procesos que están dando lugar al crecimiento o recesión económica, ni cómo se distribuyen sus efectos entre la población.

Por tal motivo se viene utilizando el concepto de desarrollo económico, entendido como el proceso que, además de reflejar un crecimiento económico,  mejora las condiciones de vida de los ciudadanos.

En una próxima entrada trataremos sobre la productividad y su evolución en la economía española.

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