martes, 7 de febrero de 2012

EL DEFLACTOR Y SU RELACIÓN CON EL IPC

Junto al IPC, otro indicador para recoger el aumento de los precios es el  Deflactor del PIB, que mide el cambio en el nivel de precios de la producción total, incluyendo bienes de consumo y de inversión,  de una economía

Para calcular el deflactor del PIB basta dividir el PIB nominal entre el PIB real.

Los precios de los bienes importados que compran los consumidores influyen en el IPC, pero no afectan al cálculo del Deflactor. En cambio, los bienes fabricados en el interior que no van al consumo - como el cemento, por ejemplo- no se incluyen en el IPC y sí afectan al Deflactor al ser parte del PIB

El reciente período de la burbuja inmobiliaria que hemos padecido nos permite apreciar la relación entre los diversos indicadores de inflación. En el gráfico siguiente tenemos representados el tipo de interés, el deflactor y la inflación subyacente en los años que, primero,  se impulsó y, a continuación, comenzó el desinflado de la enorme burbuja inmobiliaria:
 
Se observa que desde 2002 hasta 2005, aunque la inflación subyacente (línea amarilla) bajaba hasta el 2,7%, el deflactor del  PIB (línea rosa) se mantenía en el 4,5%.  Eso venía a indicar que el dinero barato, el tipo de interés al 2% (línea azul) en aquel período no hacía subir la inflación señalada por el IPC, pero sí mantenía altos los precios según el deflactor del PIB.

La causa era que el deflactor del PIB incluye todos los bienes producidos, entre ellos la vivienda (que no está en el IPC). Y la gente invertía ese dinero barato en vivienda. Aunque el IPC no lo reflejase había exceso de dinero y, por lo tanto, convenía incrementar el tipo de interés para enfriar la economía. Sin embargo,  el BCE mantuvo bajo el tipo de interés fijándose en que no aumentaba el IPC y, quizás, atendiendo también a la conveniencia de una Alemania con crecimiento escaso en aquella época.

En el año 2007 sucedió todo lo contrario. Se subieron los tipos de interés cuando no era necesario, dado el ajuste que estaban sufriendo los precios de los bienes producidos. La autoridad monetaria ignoró los datos del deflactor del PIB y se fijó más en que estaba subiendo la inflación subyacente. Aumentó los tipos de interés y con ello  favoreció el comienzo del proceso recesivo.

En la próxima entrada trataremos sobre las causas y los efectos de la inflación.

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