martes, 10 de enero de 2017

INCIDENCIA DEL ENVEJECIMIENTO DEMOGRÁFICO

Las tendencias demográficas de las últimas décadas muestran a las sociedades desarrolladas como muy envejecidas. La proporción de población mayor de 65 años ha sobrepasado el 15%, mientras que se sitúa en torno al 5% en los países en vías de desarrollo.

Hasta el siglo XVIII, la esperanza de vida al nacer no superaba los 30 años. Aún a comienzos del siglo XX, en España no se alcanzaban más que los 35 años. Y ahora se está convirtiendo en uno de los países más envejecidos, con una esperanza de vida en torno a 80 años en los hombres y 85 en las mujeres.

En el siguiente gráfico tenemos la pirámide poblacional de España, según el Instituto Nacional de Estadística (INE)


Observamos en la figura que, si se mantiene la tendencia demográfica actual, la pérdida de población en las próximas décadas se concentraría en el tramo de edad de 30 a 49 años, incrementándose en la mitad superior de la pirámide, a partir de los 70 años. En cambio, en la población menor de 10 años habría para el año 2031 un descenso del 25% respecto al colectivo actual a causa del menor numero de nacimientos por la reducción de las mujeres en edad fértil.

La explicación fundamental del cambio demográfico es la revolución reproductiva debida a la mejora de la supervivencia. Es la reducción de la mortalidad, especialmente en las edades infantiles, la que han propiciado el gran cambio en la eficiencia con que nos reproducimos los seres humanos.

La natalidad tiene un efecto inmediato en la pirámide de edades. Si es elevada, ensancha automáticamente la base, rejuveneciendo la población. Si es reducida, produce el efecto contrario y, de hecho, esa es la explicación fundamental de la rapidez del envejecimiento demográfico de la población mundial y, sobre todo, la de los países desarrollados.

En el caso de España, la tasa de fecundidad ha caído hasta 1,33 hijos por mujer en edad fértil, cuando la tasa de reemplazo es de 2,1 para mantener el tamaño de la población constante en ausencia de movimientos migratorios. Se constata también una elevación en la edad de acceso a la maternidad, que en los últimos 20 años ha pasado de 28,1 a 31,9 años.

Además, las generaciones de los “babyboomers” irán llegando pronto, con lo que va a aumentar el peso de la población de mayor edad en las próximas décadas. Pese a que el proceso inmigratorio de comienzos de este siglo supuso un rejuvenecimiento de la población, las proyecciones apuntan a que va a avanzar el envejecimiento de forma acelerada.

Una consecuencia previsible del envejecimiento demográfico puede ser el incremento de la tasa de dependencia, que en un sentido amplio se calcula como la relación entre el colectivo de personas dependientes (menores de edad, mayores de 65 años y adultos considerados inactivos) y los que trabajan.

Con una población total en España de 46,5 millones, los ocupados ascienden a 18,5 millones (EPA, trim.3, 2016) y, por tanto, el colectivo de dependientes se sitúa en 28 millones. La tasa de dependencia a finales de 2016 era de 1,5 (28 / 18,5) es decir, que un trabajador se sostiene a sí mismo y, además, a un dependiente y medio.

Aunque algunos auguran para las próximas décadas unas cargas difíciles de soportar por el notable aumento del colectivo de personas mayores de 65 años, si desciende la población total, como prevén las proyecciones del INE, la mejora previsible en la tasa de empleo puede reducir el número de personas adultas no ocupadas, y con el colectivo de menores de edad en descenso, cabe que disminuya la proporción de dependientes.

Esto viene a significar que el problema futuro no va a ser necesariamente una carencia de recursos en la sociedad, sino que evidencia la necesidad de modificar la redistribución de la renta generada en el país entre los diversos colectivos, justo en la dirección contraria a la que se ha producido en la década última, período en el que las políticas de devaluación salarial han provocado una transferencia de rentas salariales hacia las rentas empresariales y de capital.









No hay comentarios:

Publicar un comentario