martes, 7 de agosto de 2012

LA RENTABILIDAD DE LA DEUDA PÚBLICA


El Tesoro Público logró cumplir la semana pasada los objetivos de la subasta de bonos, aunque fue a costa de pagar unos tipos de interés más altos. En la emisión a diez años, el plazo que más preocupación suscitaba por ser el de mayor riesgo, la rentabilidad que exigieron los inversores subió hasta el 6,65%, el nivel más alto de este año.

Los altos rendimientos de los bonos indican que los mercados desconfían de nuestra capacidad de devolver los préstamos, lo cual hace también que se desprendan de deuda española, impulsando a la baja el precio de compra de los bonos en el mercado secundario y haciendo subir el tipo de interés y la prima de riesgo del país.

La prima de riesgo de no pagar la deuda se define en la Eurozona como la diferencia entre la rentabilidad de los bonos de un país y la correspondiente a los emitidos por Alemania para el mismo plazo. Se expresan  en puntos básicos (el 1% equivalente 100 puntos básicos).

Cuando dicha diferencia es muy  grande significa que el país tiene un riesgo de impago mucho más alto que Alemania, es decir, los inversores prefieren prestar dinero a Alemania. Si se presta a otro país es porque la rentabilidad que obtienen los inversores  es mucho más alta.

El mercado de deuda o renta fija

Un título de renta fija representa un préstamo que una entidad o persona realiza a favor del emisor, con el compromiso de éste a realizar pagos específicos en determinadas fechas al poseedor del título. 

En los mercados de deuda se negocian tanto títulos de deuda pública, del Tesoro generalmente (letras, bonos y obligaciones), como emisiones de empresas privadas (pagarés, bonos y obligaciones)

Las letras y pagarés son instrumentos financieros a corto plazo y se negocian en el mercado monetario, en tanto que los bonos y obligaciones son de vencimiento más largo plazo, que se negocian en el mercado de capitales. 

Los bonos

Son títulos a medio y largo plazo que dan derecho a percibir unos intereses periódicos (cupones). El tipo de interés suele expresarse como porcentaje sobre el valor nominal, que es el importe que se devuelve al poseedor al vencimiento (amortización). 

Si el valor nominal coincide con el precio de emisión, se trata de una emisión a la par. Cuando el precio de emisión está por debajo del nominal se dice que es una emisión al descuento, y si se encuentra por encima, se trata de una emisión con prima.

La cotización de un bono suele aparecer como el porcentaje de su precio sobre el nominal. Así, el precio de un bono de valor nominal 1.000 euros que cotiza al 98% es de 980 euros y el de otro que cotiza a 101% es de 1.010 euros.

La rentabilidad del bono

La rentabilidad de un bono equivale a la tasa interna de retorno (TIR) de los pagos que genera. Por ejemplo, un bono de 1.000 euros, que se cotiza al 98%, con un interés nominal del 6%, con vencimiento a 3 años, tendrá el siguiente esquema de cálculo:

                   980= 60/(1+i) + 60/(1+i)2 + 1060/(1+i)3

La TIR de un bono es la tasa de interés “i” que hace coincidir los rendimientos con la cotización. En el ejemplo, al emitirse por debajo de la par, la inversión para el poseedor ha sido menor, por lo que aumenta la tasa de rendimiento desde el 6% de interés sobre 1.000 al 6,76% en relación con 980, el importe realmente desembolsado.

En el siguiente gráfico vemos la evolución de los rendimientos de los bonos españoles en el primer semestre del año. Se observa el notable crecimiento de las tasas en los dos últimos meses, proceso que continuó en el mes de julio.
 
  Efectos en los tenedores de bonos

Para los tenedores de bonos, la subida de los tipos a los que se está colocando la deuda española tiene efectos negativos. El valor de un título es inverso al tipo de interés que se está pagando. Por ejemplo, con un nominal por título de 1000, el tipo de interés anual un 5% y vencimiento a un año, el rendimiento obtenido es 50 euros. Si el interés sube al 6%, el valor real del título queda en 50/0,06 = 833,33 euros. Es decir, basta invertir esta última cantidad para que al 6% nos dé el rendimiento de 50 euros que se obtenía antes.

Cuantos compraron bonos del Tesoro en otra época, por ejemplo, deuda a 10 años al 5%, como en la reciente subasta el interés de colocación ha sido del 6,65%, la deuda de 1.000 euros tiene un valor actual de 882,21 euros (utilizando la función VNA de Excel, con 50 euros de cobro anual y tasa del 6,65%), lo que supone para el tenedor una pérdida potencial de 117,80 euros, es decir, la cantidad que cobraría de menos si vendiera la deuda en el mercado secundario.

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