El crecimiento potencial de una
economía es un concepto importante para el análisis económico y resulta relevante
en la toma de decisiones de política económica.
En primer lugar, definimos el producto potencial de un país como la máxima cantidad que puede producir utilizando plenamente los
factores de producción y sin generar
presiones inflacionistas.
A continuación podemos presentar la brecha de producto o de PIB (output
gap) como la diferencia entre el Producto Interior Bruto (PIB) real y el
potencial que se observa en las fases contractivas y expansivas de los ciclos
económicos. Se suele definir, en términos porcentuales, del modo siguiente:
BP = (Y - Y*) /
Y*
siendo BP
= Brecha de producto; Y=PIB real; Y*=PIB potencial
La brecha positiva (producto observado o real mayor que el potencial) se da
en períodos de expansión, en los cuales la demanda agregada tiende a aumentar y
los factores productivos operan a una mayor capacidad de la potencial para
hacer frente a la demanda creciente. El factor que se ajusta suele ser el
trabajo, lo cual implica más horas productivas y costes de producción en alza,
que tienden a trasladarse a los precios de los productos.
En situaciones de crisis se da la brecha negativa. El producto del país
está por debajo de su capacidad, debido al alto nivel desempleo y a la
infrautilización de la capacidad productiva de las empresas.
En términos de política económica, esto significa que las autoridades deben
utilizar sus instrumentos para ponerle freno a la economía cuando la brecha de
producto es positiva y estimularla cuando la brecha es negativa.
La estimación del producto potencial tiene un elevado nivel de
incertidumbre, ya que no es una variable observable, al contrario que el
producto real. Por ello, se utilizan métodos estadísticos o modelos económicos sujetos a
diferentes hipótesis, que estiman el PIB potencial a partir de sus
determinantes: capital (inversiones), trabajo y eficiencia o productividad
total de los factores.
En el
siguiente gráfico, parte izquierda, observamos la evolución del crecimiento del
PIB potencial y en la parte derecha la brecha de producto (output gap):
En los años 2000-2007, período del boom inmobiliario, se llegó a producir un
promedio anual del 2% más que lo que suponía el crecimiento tendencial de la
economía, es decir, que existía exceso de consumo y, sobre todo, de inversión
privada, que presionaban al alza los precios de los bienes y servicios.
En cambio, a partir de 2008 se está produciendo en torno al 1% de promedio
anual menos bienes y servicios de los
que la economía sería capaz de obtener. La brecha de producto o el desfase entre el PIB real y el potencial se situaba
al final del 2011 en torno al 2%
Como observamos en la parte izquierda del gráfico extraído del Banco de España, el crecimiento del producto
potencial anual de la economía española se situó alrededor del 3% en el período 2000
a 2007, debido al incremento del empleo y a la acumulación de capital, aunque
estuvo afectado por la evolución negativa de la productividad total de los
factores.
Señala el organismo regulador que la crisis está teniendo un impacto
negativo sobre la producción potencial, que provoca la caída del crecimiento potencial
en el período 2008-2011 a un promedio anual del 1%, dado el elevado incremento
del paro estructural, la desaceleración en el crecimiento de la población y la
reducción de las inversiones.
Se estima que el crecimiento del producto potencial podría ir recuperándose
progresivamente, en función de las medidas económicas que adopte el Gobierno,
hasta situarse en tasas cercanas al 2% en el medio plazo.